31.10.08
Siciliana
Mondéjar lee "Desde fuera"
30.10.08
Pregunta retórica
Citizenship studies
En el instituto
Titulé la charla "Adolescencia en Plasencia hacia 1975". Un homenaje a mi admirado Benjamín. Mantuve a propósito la rima, por aquello de que uno, según dicen, es poeta.
Aunque estuve sólo un año, me consideran antiguo alumno. Ya he contado más de una vez que para mí fue una liberación dejar el colegio de los Maristas, donde pasé diez largos años (allí hice elemental, medio, preparatorio, ingreso y los seis cursos del bachillerato de entonces), y llegar al instituto. Encontré mejores profesores y a uno, en especial, que ha marcado mi vida, como suele decirse: Gerardo Rovira, el de literatura, quien me hizo el lector que, desde entonces, no he dejado de ser. ¡Y con las lecturas obligatorias!
Hablé, en fin, de estas cosas. Empecé con los recuerdos de mi padre, que fue también alumno de ese centro, y seguí con los míos -qué conoce uno, si acaso- de aquel año especial: empecé a salir con mi novia (con la que sigo saliendo), disfruté del relajado pero riguroso ambiente de la enseñanza pública, entré en mi primera biblioteca escolar y, para colmo de bienes, se nos murió Franco. En pleno desencanto político (personal), ha sido reconfortante recordar la ilusión de aquellos primeros momentos, cuando uno empezaba a soñar con la libertad y la democracia. Total, para esto.
Evoqué anécdotas y amigos (a Gargantilla, por ejemplo) ante un público inesperadamente numeroso compuesto por alumnos, profesores (Sebastián Redero, Quique López, Javier Negrete -novelista de éxito- o Fernando Flórez del Manzano, que me presentó, etc.), compañeros (como mi director, Javier Juanals, y su esposa o como Manolo Chico y la suya) y amigos (Gonzalo, María José...). Al fondo estaban los hermanos Martín Oncina. Con Antolín estudié desde los seis hasta los dieciséis. Al salir nos reímos de los viejos tiempos, que lo menos que puede hacerse a estas alturas con ellos.
Por el insti uno ha vuelto a menudo cuando llevábamos Gonzalo y yo el Aula de Literatura. Allí hemos estado, entre otros, con Caballero Bonald, Almudena Grandes, Cercas y Atxaga.
Terminé diciendo que aquel fue, en realidad, el último año de mi niñez, "entendiendo por niñez esa edad feliz en la que uno vive alejado de cualquier preocupación sustantiva". También di las gracias, en diferido, porque pasé un curso en "un instituto que supo sacar de mí todo lo que un centro de enseñanza público puede y debe obtener". Donde tuve un profesor que, además, me salvó para la vida porque me ganó para la lectura. No es poco para diez meses. El yo que vino después es, sin duda, otro.
Gracias, José Manuel
"Septiembre ha empezado con silencio, pero también con luz.
Destituyen a Álvaro Valverde de la dirección de la Editora Regional de Extremadura. Aún no había cumplido tres años en el cargo. Sospecho que este cese, como tantos otros en los cargos públicos, no se debe tanto a la falta de méritos como a atenuantes institucionales contra posibles acciones o dicciones futuras… Política y cultura una vez más se dan la espalda…
Lo siento más por nosotros, los lectores de la ERE, que por el propio Álvaro, quién seguramente tendrá otros muchos proyectos por delante con los que hacernos felices a los amigos de su literatura. Así lo deseo."
29.10.08
Portátiles en las aulas
Bonnett
LA MUY PERRA
En ciertas ocasiones
la vida nos demanda mezquindad
Es -parece decirnos-
un acto de justicia
una manera sana
de respirar en medio del fastidio
de no ofrecer la otra mejilla
Pero
¿qué tal si optamos por la benevolencia
por ir limpios y ufanos
celestiales?
Innobles son los tratos que la vida propone
Escoge
-nos ladra la muy perra-
entre tu bilis negra y tu soberbia
28.10.08
Salvando las distancias
Bienvenido a la humildad.
Bienvenido a la ciudadanía. A mí quizás me ha costado menos de lo que algunos esperaban, porque era consciente de que estaba en una situación en la que pendía de un hilo que podía romperse en cualquier momento. Era un hilo finísimo, casi imperceptible, el de la confianza de una serie de señores. Y yo sabía que cuando esta confianza se rompiera, como finalmente ocurrió, evidentemente mi posición sería la más débil. Y como que no estaba dispuesto a cambiar mis criterios para retener la confianza de los editores, sabía perfectamente que este hilo no iba a tardar en romperse.
¿Está dolido por cómo fue todo?
Mi trayectoria personal y profesional en ABC merecía que mi cese, en lo que respecta a las formas, se hubiera producido de una manera radicalmente distinta. La empresa que te hace director de un medio también tiene el derecho de cesarte por las razones que consideren oportunas. Pero cuando un director está al frente de un periódico como ABC merece ser tratado con una mínima deferencia por su esfuerzo y por su trayectoria. Yo fui objeto, o mejor dicho, fui víctima, de una auténtica encerrona. Fui llevado a una reunión mediante engaño y no tuve tiempo ni para despedirme de la redacción. Mi sucesor estaba al otro lado de la pared. A mí me pareció que era una forma que tiraba por la ventana muchos años de formas de hacer de ABC y que decía muy poco de la categoría de los gestores que habían hecho eso. Y decía menos de lo que yo pensaba de los que consintieron que las cosas se hicieran así. En este sentido, dolido no es la palabra. Digamos que estoy indignado y decepcionado con esas personas. Pero también creo que las formas que han utilizado conmigo, y que luego han utilizado con otras personas, tarde o temprano se volverán contra ellos.
Apenas han transcurrido unos pocos meses, pero dejemos que transcurra más tiempo y las cosas se podrán en su lugar. No tengo ninguna objeción a mi cese, pero creo que las maneras fueron absolutamente indignas. En aquel engaño participaron cuatro o cinco personas, tres de las cuales consideraba amigos míos, no tan sólo desde el punto de vista profesional sino también personal. Y ahí es donde viene la decepción. Respecto a los profesionales que no eran amigos míos pero que tenían que ejecutar mi dimisión, creo que han resultado ser unos incompetentes. Y no pienso callar, porque fue hecho con una factura absolutamente inédita que desmerece a la empresa a la que pertenecen.
Quilombo
27.10.08
El poeta Faulkner
El poeta Obama
Noticias de Víctor
Víctor ha estado viajando por América del Sur, como dice Castelo. Ahora va camino de Nueva Zelanda. Pueden ver y leer sus andanzas en su blog. Merece una visita.
26.10.08
Lyrica
24.10.08
D. O. Escritorex
Lo peor no es esto. Doy en pensar que lo de "Compañeros de viaje" en el antetítulo de la exposición lo han puesto por aquello del tráfico... pero de influencias. Presunto, claro. Sí, por segunda vez consecutiva y en el mismo sitio, alguien utiliza su privilegiada posición política para subirse al carro de la fama lírica regional y hacerse, de paso, el nombrecito que sus libros no le han proporcionado a lo largo de estos cinco lustros de paz. Con el visto bueno del consejo regulador, of course. Y la proverbial ignorancia (o no) de los de arriba. Menos mal que hablamos de literatura. Y eso, total, a quién le importa. Ya todo es crisis.
Por si me lee algún despistado, renuncié hace meses a figurar en el elenco. No he sido el único. A uno le bastó con leer un nombre de la lista. Y en recordar a los silenciados. ¿Orgullo? Puede. Lo dejaría, con todo, en mera decencia. Cuestión de tragaderas. Sólo eso. No se puede estar todo el rato mirando para otro lado. Y menos con la que está cayendo.
23.10.08
18.10.08
Conversación
Hemos conversado atropelladamente, un poco de todo, como suelen hacer los solitarios cuando salen un rato de sus particulares monólogos. No parecía que fuera la primera vez. Nos hemos despedido con la sensación de que tampoco sería la última.
Le ha dado tiempo, antes de irse al pueblo de su mujer, extremeña como él, de saludar a Gonzalo. Le conocía porque estaba en el jurado que le concedió un premio, en Navalmoral, por su primera novela (corta).
A veces la amistad nos sorprende. Sin previo aviso, uno se encuentra con el otro de frente y le reconoce como tal. Con toda la dignidad que cabe al caso. Con todo el afecto.
16.10.08
La herencia invisible
15.10.08
De libros
¿Será, se pregunta uno, alguna de estas obras la primera que presente, año y medio después de su nombramiento, la consejera del ramo? Sería una forma de demostrar que no todo en esta vida es música. Que también le interesan, cosa que dudo, los libros, y que por eso mantiene abierta una editorial pública. A lo mejor si es en México D. F. o en Londres, porque lo de La Albuera...
12.10.08
Sobre la poesía española reciente
Nombres de nuevos estudiosos y ensayistas como el citado Santamaría o Luis Bagué, y de otros no tan nuevos (pero casi), como Álvaro y Eduardo García o Jordi Doce, poetas los cinco, aseguran un futuro prometedor para la devaluada crítica poética de este país. Seguro que las cosas no vuelven, para mal, a repetirse. Ah, los ochenta.
Ya no
11.10.08
Segovia
Acaba de ganar el premio Federico García Lorca. Aquí le dimos (ese plural incluye a todos los extremeños que aman la literatura) el Extremadura a la Creación el año pasado. Me alegro de que a su poesía le lleguen nuevos reconocimientos. Tomás Segovia lo merece.
De Marca mayor
9.10.08
Carta de Murcia
La ciudad es tan bonita como me la imaginaba. O más. Unas pocas horas no bastan, sin duda, pero he podido hacerme una idea bastante aproximada. Allí estaba, además, Eloy Sánchez Rosillo (acaba de publicar en Tusquets un libro espléndido, Oír la luz) que me dio recuerdos para Nica, Juanra y Gonzalo, sus anfitriones placentinos. Y Manuel Fernández-Delgado, el director del museo. También poetas, como Soren Peñalver (un griego de la huerta que me regaló el deuvedé de El señor de la guerra), Sebastián Mondéjar (que publica en Calambur La herencia invisible) y Ginés Aniorte (autor de Los azares, en Renacimiento). Hasta llegué a saludar al huidizo Javier Castro que trabaja ahora en esas tierras. También se acercó el que fuera director de la Editora Regional de Murcia con quien intercambié miserias políticas. PP, PSOE, poco importa.
Fue una lectura tan intensa como suelen serlo todas. Encima de la mesa habían colocado una copa de cristal con agua y dos claveles blancos. Como una acuarela de Gaya. Rodeado de sus obras, fue fácil convocar a la poesía. No en vano él era tan poeta en sus poemas como en sus cuadros.
Ha merecido la pena atravesar España de oeste a este, y viceversa, en poco más de 24 horas. Como en los viejos tiempos. Vengo con dulces típicos (de Viena), libros y, sobre todo, recuerdos. De una ciudad que, como sospechaba, es también un poco mía.
Llegué con calor de verano y me fui con aviso de alerta por lluvias. No es un trasvase, pero...