5.5.05

Riolobos

Impresiona este nombre, muy de pueblo. Y eso que lo primero que se ve al llegar es una avenida de palmeras que te sitúa de golpe en California.
Me acerqué para hablar de la lectura con un grupo de padres (pocos) y madres (más). Fue una conversación distendida y nos comprometimos a crear, si fuera posible, un club de lectura. Ganas no les faltan. Entre el público estaba la bibliotecaria.
Les decía que ojalá llegue el momento en que no sea necesario fomentar la lectura porque sea ya una sana costumbre. Un hábito humanísimo.