30.5.09

Escultura















De la "avenidísima" habla con mucha sorna don Gumersindo, el personaje del novelón de GHB, para referirse a la que estuvo destinada a ser nuestro particular Paseo de Cánovas, el eje central del ensanche de la nueva Plasencia soñada por el arquitecto Paredes, que con el tiempo acabó en una vulgar calle más o menos estrecha.
En los albores del siglo XXI, el sueño se llama bulevar (habrá quien ya lo denomine de otro modo, más acorde a la realidad del invento), uno de tantos despropósitos urbanísticos a los que nos tienen acostumbrados nuestras autoridades municipales desde la época, por lo menos, del citado don Vicente. Allí se ha instalado una escultura digna de tal nombre, ganadora del segundo premio de Caja de Extremadura, entidad a la que hay que agradecer su ayuda para cambiar la estatuaria pública en esta ciudad con ínfulas de pueblo (¿o es al revés?).
La obra es la de la foto, claro, se titula 'El espacio recorrido' y su autora es Mar Solís.
A uno le gusta. Aunque le da dignidad al dichoso bulevar interrupto, creo que hubiera quedado mejor en algunas de las plazas recoletas del centro. Acaso en la de Ansano, quizá en la de San Martín...

28.5.09

Local

Los últimos acontecimientos de la política placentina (consúltense los diarios regionales) confirman que nuestra miseria moral no había tocado fondo. Es difícil encontrar un caso igual. Más que diferentes, somos únicos. Anoche estuve viendo en una emisora local un debate televisivo sobre el asunto. Qué nivel. Cuánta mentira, cuánto cinismo. No, no nos merecemos esto. Esta ciudad no se merece esto. Ningún ciudadano se lo merece. Lo peor es que llevamos así desde que llegó la democracia. O casi. Y lo que...

26.5.09

De Elías Moro

Simón Viola, con la debida prontitud, se ha hecho eco de la antología de poemas de Elías Moro que acaba de publicar la Editora. Me alegro, sobre todo, porque la poesía secreta del emeritense de Madrid merecía este punto y aparte. Además, porque fue una de las primeras decisiones que uno tomó al llegar a esa casa. Que ese puñado de poemas reunidos fuera prologado por Miguel Ángel Lama, fue una decisión que tomamos entre los dos a sabiendas de que era la persona adecuada. Ha titulado la muestra En piel y huesos. Elocuente. Delgados y altos, como Elías, son esos versos. Tan de verdad como él.

25.5.09

De Bayal

Ricardo Menéndez Salmón escribe en El Comercio de Gijón (¡cuántos recuerdos!) sobre El espíritu áspero. Alonso Guerrero, también.

24.5.09

Ahora, Ullán

Sí, también el poeta José-Miguel Ullán se ha ido. Juan Cruz no da abasto. Cuando murió Ángel Campos, del que era amigo, Lama me dijo que estaba muy enfermo.
En una noche inolvidable en Madrid está él. Al lado de sus amigos José Ángel Valente y Coral. Con Beatriz de Moura y Toni Marí (que bailaron como sólo pueden hacerlo los que han vivido mucho). Como digo, Yolanda y yo recordamos a veces aquella cena. La de la puesta de largo de la colección Nuevos Textos Sagrados de Tusquets.
Tenía casa en La Vera y amigos, además de Pámpano, en Extremadura. El pintor Javier Fernández de Molina, por ejemplo.
A uno nunca le entusiasmó su poesía (reunida en Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores) pero no dejé de leer sus poemas, sus textos sobre pintura, sus reseñas... Me gustaba mucho el suplemento de cultura de Diario 16 que durante años él coordinó. Amante y defensor de la copla, le recordé el otro día, por lo del festival de Eurovisión, un concurso que llegó a comentar para TVE.
A ver si cesa la racha.

23.5.09

Conte

El crítico Rafael Conte también ha muerto. Juan Cruz firma la necrológica de El País. Uno quiere recordar en este momento su vinculación a las primeras ediciones de los premios Extremadura a la Creación y su apuesta decidida y razonada por los libros de Gonzalo Hidalgo Bayal. Ya no podrá hacer la reseña de El espíritu áspero. Pena.

22.5.09

Lola Santiago

Desgraciadamente, ha muerto la escritora Lola Santiago, hermana del poeta y periodista Santiago Castelo. Lo sentimos, amigo.
Prada la recuerda en ABC.

21.5.09

Bonet, poeta polaco

"Desde la otra Europa" me envía Juan Manuel Bonet su último libro, Polonia-Noche (Mainel), cuya primera imagen es una bonita viñeta de Miguel Galano en la cubierta. Dla Moniki, reza la dedicatoria. Su mujer y su Galitzia natal son en buena parte culpables (bendita culpabilidad) de la ya antigua relación de Bonet con Centroeuropa que ha tenido reflejo en obras anteriores del madrileño de París. Así, en Praga. Doce poemas de Pavel Hrádock (1994), un heterónimo muy oportuno para alguien que sólo por su monumental Diccionario de las Vanguardias, reeditado por Alianza, merece pasar a la historia de la literatura española.
Le conocimos personalmente en Madrid, en la lejana presentación de La generación de los 80, la antología de José Luis García Martín donde los dos fuimos incluidos. Desde entonces hemos coincidido algunas veces, sobre todo en Plasencia, ciudad a la que está vinculado gracias al premio del Salón de Otoño de Caja de Extremadura. He leído su poesía -breve pero necesaria, que un año de estos publicará La Veleta bajo el título de Vía Labirinto, sus «collected poems», como él mismo ha dicho- y también no pocos ensayos y prosas sobre arte, pues si algo puede afirmarse de Bonet sin temor a equivocarse es su condición de crítico, uno de los más coherentes y con mejor criterio del panorama.
De Polonia-Noche poco puedo decir. Entro y salgo del libro cada poco, lo que me permite viajar por Cracovia, Varsovia y otros sitios sin moverme de casa, y, más allá, apreciar y degustar una poesía única en español, pues los versos de Bonet sólo se parecen a ellos mismos por esa mezcla perfecta de fragilidad y sentido, de precisión y música callada. A veces, de puro orientales, parecen japoneses. Torres, ríos, lugares, ventanas, nieve... La provincia perfecta, los "pequeños mundos rurales". Poemas, sí, de la mirada. Y, cómo no, de la memoria: "el sueño contra el tiempo".

20.5.09

JRM en la March

Javier Rodríguez Marcos leyó hace unos días sus poemas en el ciclo Poética y Poesía de la Fundación March. Antes dio una conferencia titulada De la torre de marfil a la torre de control, una reflexión en torno a la poesía desde su personal punto de vista. Ayer me llegó el cuadernillo y lo estuve leyendo, lápiz en mano, con la máxima atención. Como recuerda Antonio Gallego en su prólogo, uno estaba en el jurado (con Campos y Zambrano) que le concedió un premio a su primer libro, Naufragios. Desde entonces me he considerado lector suyo y nunca me han decepcionado los libros que ha venido publicando, tres hasta ahora, cada cual distinto en lo sustancial del anterior.
Después de su paso por ABC Cultural y Babelia, ejerce el periodismo cultural en El País lo que no deja de parecerme un lujo. Pocos tan preparados como él para llevar a cabo esa labor. A resultas de lo cual la pobre poesía, que tiene en Javier a un aliado indiscutible, levanta cabeza de vez en cuando entre mundos culturales mucho más armados y con más público.
Decía, volviendo a su poética, que no me ha dejado indiferente. Coincido con JRM en casi todo lo que defiende y, como él, estoy en contra de muchas de los tópicos y prestigios líricos que desenmascara y ataca. (El tono es, quede dicho, sereno pero contundente.) Incluso cuando en las páginas finales arremete contra ideas y asuntos que uno ha defendido (la poesía meditativa, la presencia natural de la naturaleza en la poesía, etc.). Dice verdades, ya digo, que uno suscribe; así, que "cada vez me da más vergüenza usar en los poemas palabras que nunca usaría en una conversación". O lo inefable como excusa y como fracaso: "la poesía no puede resignarse a lo inefable". O las dudas constantes sobre lo que uno escribe: "los míos son poemas con andamio", precisa, o "más que lo que quería decir, sabía lo que no". "Lo importante -declara casi al final de la charla- es no perder de vista la calle". No es mal propósito. Tampoco empezó mal: "Una poética es una metafísica. Un poema, una metamorfosis".
El uso de la expresión "en el fondo", que menudea en el texto, da cuenta, inconscientemente o no, de las verdaderas intenciones de este discurso. Que en el fondo y en la forma da gusto leer.

Cuadernos del Matemático

Va de conmemoraciones. Veinte años hace que salió a la calle en un instituto de Getafe y de la mano de Ezequías Blanco la Revista Ilustrada de Creación Cuadernos del Matemático. El número doble 41-42 da cuenta del suceso con un montón de páginas de creación donde podemos encontrar lo que leemos los habituales de la revista: poemas, cuentos, traducciones, reseñas, ensayos, etc. Por dar cuenta de lo que más me ha llamado la atención, citaré los aforismos (nuevas hormigas blancas) de Jordi Doce, un texto emocionante sobre Ángel Campos de Tomás Sánchez Santiago (y un poema del zamorano que quita también el aliento), unos delicadísimos poemas breves de Luis Javier Moreno (otro miembro del grupo universitario salmantino de Pámpano), unas reflexiones sobre Tejada donde Aquilino Duque dice más de lo que parece, y, para terminar, un poema inédito de Felipe Núñez que es, con diferencia, lo que más me ha interesado del magnífico número (nunca mejor dicho) de esta no menos estupenda revista. Que vengan, Ezequías, muchos más. Y que lo veamos.

19.5.09

Graduación

Nunca he pensado en el futuro. Cuando toca, mis planes tienen días o semanas. Rara vez meses. Tampoco me he preocupado de hacer cábalas sobre la vida de los demás, por cercanos que sean. Cuestión de carácter, supongo. Por eso, nunca había imaginado que una determinada tarde asistiría a la graduación de mi hija, que termina sus estudios de filología inglesa. El acto fue corto y sencillo (si dejamos al margen los vestidos de sus compañeras) y se celebró el pasado sábado en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Extremadura en Cáceres. Ese hecho, que ella haya estudiado en esa universidad y, en concreto, en la citada facultad, es importante para mí. Por muchas razones -sentimentales, amistosas, académicas-, entre las que se encuentra que uno no pasara por esas aulas en su debido momento. Con todo, lo mejor es que L. termine sus estudios y pueda enfrentarse pronto a la vida como suele hacer toda persona adulta: con un trabajo (mejor que el de Movistar) que le dé la necesaria independencia y las deseables satisfacciones para soportar el no siempre agradable vaivén de los días laborables.
Ella estaba guapa, nerviosa, contenta y los tortellini a la carbonara de la cena le supieron a gloria. Como a su madre, a su hermano, a su novio y a mí haber podido vivir con ella esos inesperados momentos que con un poco de suerte, ya se ve, acaban llegando.

40 años de Tusquets

Cuatro décadas de buena literatura, de libros y autores imprescindibles en nuestro panorama literario, el de la literatura escrita en castellano o español (sin olvidar los publicados en catalán), y dos ya desde que Beatriz de Moura y su equipo impulsaran una colección fundamental de la poesía hispánica: Nuevos Textos Sagrados, que empezaron dirigiendo entre Antoni Marí y Juan Gustavo Cobo Borda y que muy pronto llevó solo el primero.
Quién le iba a decir a uno cuando presentó junto a Marí en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid el segundo libro de la colección, Al dios del lugar, de Valente, que al cabo de los años acabaría publicando en ella algunos de sus libros.
En fin.
Por aquello de la feliz conmemoración, han encargado al profesor Andrés Soria Olmedo que edite un florilegio donde se recojan poemas de los libros publicados allí a lo largo de estos años. 80 volúmenes y 50 poetas. Antología. 20 años de poesía española está previsto que aparezca en junio y será, sin duda, un auténtico festín lírico.

18.5.09

Pesca

Ayer tarde fui testigo de un hecho que me llamó la atención. Me pareció de otra época. O quizá de otro sitio. No creo que se pueda sacar de él lección alguna, simplemente lo cuento. Caminaba por la orilla del río y al lado de uno de los pesquiles vi a tres o cuatro rumanos hurgando en una papelera. Tenían en la mano trozos de sedal y algunos anzuelos, de los que dejan allí los pescadores que frecuentan esos lugares. Cuando bajé de la presa, ya estaban sentados pescando. Se habían fabricado unas toscas cañas con unos palos y las piezas recogidas en la papelera. Me miraron al pasar y se rieron. Yo también sonreí. Ignoro si los peces picaron. Ojalá. Me temo que lo suyo no era deporte.

A modo de diario

Antonio Moreno acaba de publicar un hermoso libro en Renacimiento, El laberinto y el sueño. Reúne en él las impresiones de su vida durante dos años en un pequeño pueblo de montaña, en la sierra norte de Alicante, una "comarca- dice él- esquiva y callada, de la que apenas nadie se ha ocupado". Lecturas, paseos, encuentros, el amor, la poesía, el trabajo, la familia, un estimulante cúmulo de reflexiones sobre todo lo humano y lo divino tienen cabida en un libro escrito con genuina ambición poética. La soledad y el silencio, la serenidad y el sosiego son los mejores aliados para darnos de bruces con la mejor literatura. Es el caso.

16.5.09

Gañán en el Meiac

Emilio Gañán inauguró anoche en el Meiac de Badajoz su exposición Vacío figurado.

15.5.09

La Nelken y la otra




















Carta abierta

La mujer del pistolón

11.05.2009.

Hoy, precisamente el día en que culmina el disparate antidemocrático de expulsar del callejero el nombre de la diputada socialista Margarita Nelken, puede ser una buena ocasión para recordarle a la concejala metida a historiadora, al alcalde que la respalda y a cuantos han estado mostrando la fotografía de la mujer del pistolón como prueba del estilo matonesco y criminal de aquella mujer, que la de la foto no tiene nada que ver con Margarita Nelken. Se trata de la dirigente de milicias del POUM Mika Etxebere. O sea que han quitado una calle equivocada. Bastaba ver a la concejala Rodríguez Píriz blandiendo la foto en el pleno. En su ignorancia, pensaba en Nelken pero mostraba a Etxebere. Ahora debería rectificar públicamente, ya que no sólo es falsa la imagen criminal que ha dado de ella sino que ni siquiera es cierta la foto sobre la que han basado su demagógica campaña. Y si desean saber quién fue la que ha estado enseñando en el pleno como si fuera Nelken pregúntenle a alguno de sus asesores áulicos. Alguno sabrá manejar Google.

Francisco Espinosa Maestre. Historiador.

Entrevista

Simón Viola ha tenido a bien publicar su entrevista con GHB.

Entretiempo

"Aquí, o eres poeta o los lees o de las estaciones suaves ni te enteras".

14.5.09

Un sueño

Acabo de salir de uno de los sueños más bonitos y melancólicos de mi vida. Transcurría en una casa de campo y delante de ella pasaba el tren. Un viejo tren lento y de madera que, como el lugar, tenía un inequívoco aire inglés. Habíamos ido allí a pasar el fin de semana. La casa era de Fernando Pérez. De su familia, mejor. Estaba Susi pero también Celes. Él sólo aparecía a veces. Yolanda igual. Y nuestros hijos. Todos aparecíamos o desaparecíamos como por arte de magia. El sitio era cálido y confortable. Lleno de telas y de libros. Fuera llovía. Llegaba gente o simplemente pasaba pero todos recordaban a Fernando que, como digo, era más bien un ausente, una sombra: alguien que ha muerto. Por eso cada poco llorábamos mansamente de emoción al evocar esta o aquella anécdota, este o aquel encuentro. Pasado y presente se fundían en un tiempo apacible. Poco antes de despertarme, hacíamos las maletas y hablábamos de volver. Se ve que de algunas personas uno no se va nunca.

13.5.09

Krasznahorkai

El escritor húngaro László Krasznahorkai fue invitado por la Fundación Ortega Muñoz a visitar Extremadura y a partir de esa experiencia ha escrito un intenso relato titulado El último lobo, primer libro de la bonita colección Territorios Escritos que dirige Mercedes Monmany para la mencionada Fundación. Aunque lo sustancial es el relato, ficciones por tanto, no deja de ser interesante la visión, como casi siempre perpleja, del centroeuropeo acerca de esta angosta esquina de la tierra. Áspera de espíritu, como la escritura descarnada del autor de Melancolía de la resistencia.

La nota rota

Como el libro anterior, publica Hiperión La nota rota, de Francisco Javier Irazoki. Son retratos de músicos que admira, no pocos de jazz. También otros contemporáneos, del pop y el rock, y algunos clásicos, incluidos, cómo no, flamencos. Músicos innovadores que no pocas veces han tenido una biografía trágica. Lo terminé ayer, el día de la muerte de Antonio Vega, paradigma -dicen- del artista maldito de nuestro tiempo.
Algún retrato comienza como si fuera una novela: "Esta es la vida de alguien que necesita huir", dice a propósito de Heitor Villa-Lobos.
Es un libro delicioso, más para alguien que se considera (o casi) un analfabeto musical. Lo ha escrito un poeta. Se nota. Un poeta, eso sí, que conoce muy bien el mundo que describe. He anotado, en fin, unas palabras de Leonard Cohen a quien la escritura le parece "lo contrario de la abundancia, lo contrario del lujo"porque me han parecido toda una declaración de intenciones.

Trazos

En el suplemento del periódico regional se publicó el pasado domingo una entrevista -otra- con GHB. La firmaba Simón Viola y es una pena que no la cuelgue en su blog. Al parecer, el que viene saldrá una reseña de Alonso Guerrero sobre su novela.
En esas mismas páginas se deslizaba un curioso error. Se recordaba el cumpleaños de Ángel Campos que ese mismo día habría cumplido 52 y no 57. Sí, en 1957 nació.

11.5.09

Con Trapiello

Ayer se publicó en el diario Hoy una conversación entre Andrés Trapiello y Juan Domingo Fernández. Un escritor extremeño con fama de emboscado. Excelente, como todas las de la serie.

8.5.09

¿Y ahora?

Cuando terminé de leer la novela de Gonzalo sentí un molesto vacío existencial. No exagero. Tenía varios libros a la espera. Nahir me había enviado desde Seix-Barral lo último del vitalísimo Caballero Bonald y La ofensa, de Menéndez Salmón, al que aún no he leído. Mientras sigo con la poesía de Efi Cubero y a la espera de meterme con La nota rota, de Irazoki, ¿qué leo?, me dije. Qué, añadí, capaz de salvarme del esplín. Un sobre de la Editora con un ejemplar de Cuaderno escolar resolvió todas mis dudas. Leería a Juanra Santos. Lo releería, mejor. Impreso ya su libro en papel, como es debido. A pesar del azar, no se trata de un gesto casual. En no pocos de esos relatos encuentra uno, salvando todas las distancias que el tópico aconseja mantener, el rastro literario de Hidalgo Bayal. No hablo, líbreme Dios, de imitación. Ni siquiera de influencias. Es algo más sutil. La lección bien aprendida. Las lecciones, mejor. Más que de años de taller con los consiguientes ejercicios retóricos, de lecturas atentas y bien asimiladas. Detalles que superan la mera confluencia entre un maestro y el más aventajado de sus discípulos. De escritor a escritor.

7.5.09

Pacheco

José Emilio, por supuesto. Éste sí es un poeta y el "Reina Sofía" un premio que crece con la decisión del jurado de conceder el mayor galardón de la poesía iberoamericana al poeta mexicano (a quien anoche citaba, por cierto, en Almendralejo).

Carta de Almendralejo

¡Qué largo se me hizo el viaje! Parece mentira cómo se acostumbra uno a lo bueno, esto es, a ser peatón. Nada más entrar -y menuda entrada principal va a tener muy pronto esa ciudad, casi igual que cualquiera de la mía- el humor patrio vuelve a sorprenderme: unas vallas y unas banderolas rodean un solar donde se anuncia la construcción del edificio... Letizia.
Iba uno a la presentación de los libros que ganaron los premios literarios que concede el ayuntamiento, Carolina Coronado y José de Espronceda. En concreto, para decir algo a propósito de En terreno de nadie, de Rosa Vicente. José Luis Bernal hizo lo propio con la novela de Juan Fernández, El canadiense.
Bajo la carpa del Parque de Espronceda, puro centro de Almendralejo, el calor era asfixiante y uno iba con su chaquetina. Salvo por eso, todo transcurrió debidamente. En primera fila, una asistente de excepción: Ana María Matute, invitada a la Feria. Por lo demás, no va uno a descubrir ahora al profesor Bernal (acabo de recibir Diez bibliografías del 27, donde él se ocupa de Gerardo Diego), que hizo una presentación magnífica de la primera novela de un escritor de Zarza Capilla que trabaja en Fuenlabrada.
Uno, tras reconocer la excelente organización del certamen, empezó reconociendo que esa presentación tenía que haberla hecho Ángel Campos y que, de haber podido, sin duda se habría acercado a Almendralejo para ponderar el libro de su vieja amiga. La conocía bien, desde sus tiempos de estudiantes en Salamanca. No en vano fue el prologuista de su primera poesía reunida (1977-1997). Por eso dije sí de inmediato cuando me llamó Maite, dispuesto a ocupar, ay, su lugar.
Expliqué que, si bien breve, la obra de Rosa Vicente se basta y se sobra para que uno, lector suyo desde el principio, pueda y deba considerarla como una de las mejores del panorama. Porque tiene voz propia y porque en poesía la intensidad lo es todo. Cité, a modo de ejemplos, otras trayectorias extremeñas de tres promociones distintas: Pureza Canelo, Ada Salas (que sustituirá a Ángel en el jurado) e Irene Sánchez Carrón.
Del libro en sí -en preciosa edición de Pre-Textos- destaqué el tono melancólico, propio -añadió ella luego- de quien hace un ajuste de cuentas con la vida. Recordé que está escrito "en medio del camino de la vida" (tres de los componentes de la mesa éramos del 59) y cité a Gonzalo Hidalgo Bayal por medio de uno de los personajes de su última novela para desmentir que la felicidad exista. Es verdad que en la segunda parte, "Fue febrero el lugar y el tiempo Roma", se suaviza esa derrota y la ciudad italiana que se le oculta a los turistas, la crecida del Tíber, el cine, el sabor del chocolate, las librerías o los amigos le permiten adoptar un ritmo distinto, más alegre y confiado si se quiere.
Me parece, en fin, un libro limpio, "de verdad", por repetir una expresión que me enseñó Bernardo Atxaga.
Olvidé hacer alusión a la influencia de Aníbal Núñez en su poesía que, más allá, atraviesa la de otros poetas extremeños de nuestra generación. Me quedé con ganas de leer algún poema, pero...
El penúltimo del libro está dedicado "a Fernando Tomás Pérez, que creyó siempre en mi poesía". Expliqué que me tocó llevar a cabo una decisión que no le dio tiempo a concluir a él: la de publicar en la Editora El libro de los bosques, lo que me convirtió en su editor ocasional. Nada comparable a lo que ya había hecho Fernando respecto a este libro y, más aún, a la coedición con Pre-Textos del segundo de los suyos, Salvo el humo. También a mí, dije para terminar, me gustaría merecer ese elogio. Porque uno también ha creído y cree en la poesía de Rosa Vicente.

4.5.09

Cuaderno escolar

Como es lógico, no todos los libros que tomé (que tomamos, María José) la decisión publicar son recibidos por uno con el mismo entusiasmo. No es el caso de Cuaderno escolar, de Juan Ramón Santos. Ya está, me dicen, en las librerías. Aparece en una de la colecciones más exigentes de la Editora, La Gaveta, también una de las más bonitas y con mayor proyección. El libro de Juanra lo merece. Estoy deseando verlo. No es lo mismo leer el mecanoscrito que las páginas impresas. Estoy tan contento, en fin, como el escritor. O más.

(El escaneado de la cubierta es de Julio Pérez)

Cita

"Cuando el túnel de la madurez, en forma de atonía y desidia, coincide con el túnel de la historia, o de los tiempos, o de las épocas sin esperanza, cabe decir que al hombre afectado le ha tocado el peor de los destinos, la conjunción de su etapa activa con un paréntesis del tiempo, una nefasta síntesis de miedo y sombra". GHB, El espíritu áspero, cap. 172, pág. 390.

3.5.09

Nueva editorial

Eduardo Hidalgo y Jesús Salceda han fundado en Santander Quálea Editorial. Los responsables de la colección de poesía son Carlos Alcorta, Rafael Fombellida y Alberto Santamaría, tres poetas que son también tres amigos. Ya están a la venta los primeros títulos, del suizo Fabio Pusterla, los norteamericanos Henri Cole y Robert Lax y el portugués Gomes Miranda. Ojalá tenga suerte esta editorial que "nace con la intención de acercar al lector textos de autores, preferentemente europeos o norteamericanos, aunando la mejor tradición literaria clásica con lo más selecto de la narrativa y el ensayo contemporáneo".

2.5.09

Carol Ann Duffy, Poet Laureate

El curriculum de la señora Schofield

¿En cuál de las comedias de Shakespeare
Portia le dice a Antonio “debes
preparar para el cuchillo tu pecho”?
¿Quién, enloquecido por los celos,
mató a su esposa? ¿Y qué bruja de Escocia
sabía que llegaba Algo malvado? ¿Quién dijo
“es esto que veo una daga”? ¿En qué tragedia?
¿De quién es el acero desenvainado
que llevó a Tibaldo a la muerte?
¿A quién le dijo “et tu” el César agonizante? ¿Por qué?
¿Ya sabes lo que significa “hay algo
podrido en Dinamarca”? Explica
cómo la poesía acecha a los humanos
al igual que la luna enamorada
a la tierra en llanto, a la tierra en risa.
Cómo hacemos de ella oraciones. Nada
viene de nada: dilo de nuevo. ¿Qué rey
lo dijo? Podemos comenzar.

Carol Ann Duffy, ha sido nombrada la primera Poet Laureate desde 1668. Detrás de este poema (traducido por José Luis Justes) hay una curiosa historia. Más en el blog de Jordi Doce.

1.5.09

Beatus Ivre

Voy por la página 281, capítulo 120, de El espíritu áspero. A estas alturas del relato ya sé que esta novela de GHB será recibida por la crítica y por los lectores (él ya tiene los suyos, que irán a más) con los máximos parabienes y, lo que más me importa, estoy disfrutando de lo lindo con ella. Era infundado su temor, expresado en el diálogo con Menéndez Salmón, del que ya se informó aquí, de que no fuera bien entendida, por aquello de que es una novela humorística (no sólo, aunque el humor pese), distinta de las dos anteriores (a las publicadas por Tusquets me refiero, las que han dado a conocer a HB a la inmensa minoría). Uno, en fin, no esperaba menos. En soledad y en silencio, son muchos los años que le ha dedicado el escritor a esta aventura. Me consta (como lector, no como amigo) que está escrita con la mayor ambición y que tiene voluntad y estilo (con perdón) de libro total, si se me permite la simpleza. Quiero decir que cabe en ella un áspero mundo, que es a la vez muchos mundos: Casas del Juglar, Murania, Madrid, etcétera. También una vida, que son muchas también: las de todos los personajes, Sín antes que ninguno, que pululan por sus apretadas páginas. Me quedan muchas por leer, pero ya anticipo que me pareceran al cabo pocas. Y es que en esta novela me quedaría a vivir, en esta aquidad y ahoridad, una larga temporada.