El otro día escribía en mi muro de Facebook que con lo del vodevil del egotista Monago, entre lo cómico y lo patético (ya ni recordamos el verdadero origen de la cuestión), lo que más me fastidiaba era que este hombre hubiera logrado en su deriva que en el resto de España los extremeños volviéramos a ser personajes dignos de mofa. Como, al parecer, nos representa a todos... ¡Con lo que nos había costado quitarnos el sambenito de encima!
Luego, Fernando, ay mi Fernando (Manzano, presidente de la Asamblea de Extremadura y Secretario General del PP extremeño, algo que, por cierto, nunca me ha cuadrado), quién te ha visto y quién te ve, después de decir que su presidente quiere "acabar con el sistema actual" (sic), un disparate incomprensible en un político que se precie, Fernando Manzano, decía, tuiteó el pasado fin de semana para explicar el porqué del presunto ataque que la periodista Pepa Bueno lanzaba contra su jefe en el programa "Un tiempo nuevo" de Tele5. Para ello publicó (debajo) una fotografía donde se la ve en el acto de entrega de la Medalla de Extremadura que le impuso hace unos años el expresidente Vara. Más allá del desatino y de la falta de respeto, en un momento el de Malpartida echó por tierra el escaso prestigio que ese galardón aún conservaba. Con ese gesto, ¿no ha querido dar a entender, sin darse cuenta, que las que ellos han regalado son igual de partidistas e interesadas? Y es el caso, sin lugar a dudas. Ahora sí, excepciones al margen. ¿Quiere esto decir que Castelo o Sánchez Adalid (al que Monago ha cambiado por... ¡Murakami!) son deudores de los socialistas porque recibieron una cuando aquellos mandaban? ¿Y Landero y Cercas? Hay que ser corto. No sé qué habrán pensado por ahí fuera de nosotros, pero lo imagino. Si a esto unimos la fama de Floriano, ese dechado de lucidez... ¡Vaya trío! ¡Cómo estamos quedando! Cualquier día nos vuelven a dedicar una obrita de teatro.