14.2.23

Buenos días, poesía

José Manuel Benítez Ariza
Renacimiento, Sevilla, 2022. 92 páginas. 16 €
 
Benítez Ariza (Cádiz, 1963), crítico, diarista y traductor ha publicado las novelas reunidas en Trilogía de la Transición, libros de relatos y, sobre todo, de poesía: Panorama y perfil, Arabesco y Realidad, entre otros. Su obra está antologada en Casa en construcción y Nosotros los de entonces.
En otro contexto, Mario Cesariny se refirió a “la rehabilitación de lo real cotidiano”, lo que sirve para definir esta poética alineada con la tradición anglosajona. Elegantemente autobiográfica. Que “habla de asuntos cotidianos pero buscando el lado insólito y prodigioso que tiene la realidad cuando se la mira con detenimiento”.
No podría haber elegido mejor comienzo que el poema “Buenos días”, donde saluda a los seres y las cosas con las que suele encontrarse a diario: “¿Os veo mañana?”. “Abecedario” de estructura parecida, enumera a personas y dice de qué han fallecido: “Azucena, de frío”.
La incipiente vejez sesentera está en “When I´m sixty-four” (un guiño a los Beatles) y “Dos canciones”; la segunda, “In memoriam”, dedicada a su madre.
La pobreza de un masái y la de su abuela se dan la mano en un poema donde prima la emoción. Como en “La canal”, donde regresa la infancia, o “Escayolista”, donde reconoce que las técnicas del oficio de su padre le sirve para la escritura. En “Leyendo a Montaigne”, la incertidumbre. En “Laberinto” apreciamos con qué poco –un paseo familiar– puede construirse un poema. Como en “Reencuentro” (en Cádiz) o “Días de hospital”. Basta acaso saber observar.
A los pájaros felices destina una sección. A Irlanda, un “cuaderno” en el que nos muestra su faceta de viajero y dibujante.
Un puñado de haikus abre la última parte. Allí, los amaneceres, las flores humildes de muros y cunetas, Benaocaz, la niebla, las verduras, un gato… y “La Dama”, “un buen lugar para morir”.

NOTA: Esta reseña se ha publicado en EL CULTURAL