23.8.05

Matices

Introduzco un matiz: ¿se puede interponer el dichoso personaje entre un buen poema y su lector, que le conoce, hasta hacerlo incluso ilegible? Y más: ¿quién decide la bondad o maldad de un poema? ¿Existen criterios objetivos? De ahí que hablar de buenas o malas personas sea otra quimera. Me temo que dependerá, como en el caso de los poemas, del gusto de cada cual. La bondad, por tanto, se me antoja, ahora sí, una insondable abstracción.