Es el título del último libro de Basilio Sánchez (Littera Narrativa, Villanueva de la Serena, 2007). En rigor, el primero que publica en prosa. El cielo de las cosas reunía un puñado de prosas, sí, pero al que cabía añadirle el adjetivo "poéticas", de ahí que Fernando Pérez lo incorporara a la colección Poesía de la Editora Regional.
Si tuviera que expresar la sensación primordial que ha suscitado su lectura, aludiría a la fragilidad que lo atraviesa. En más de un momento me ha parecido que las palabras se me iban a romper en las manos. O en el pensamiento. O en la boca. Por su delicadeza, claro, por la absoluta sensibilidad con la que está escrito y que traslada al lector, al menos a mí, a una atmósfera leve y serena donde brilla una luz dorada y transparente.
Todo en él es pura vida. Será por eso que uno ha visto allí al amigo de cuerpo entero, como pocas veces.
No es, en fin, un libro para contar sino para leer. Una joya, sin duda.
Si tuviera que expresar la sensación primordial que ha suscitado su lectura, aludiría a la fragilidad que lo atraviesa. En más de un momento me ha parecido que las palabras se me iban a romper en las manos. O en el pensamiento. O en la boca. Por su delicadeza, claro, por la absoluta sensibilidad con la que está escrito y que traslada al lector, al menos a mí, a una atmósfera leve y serena donde brilla una luz dorada y transparente.
Todo en él es pura vida. Será por eso que uno ha visto allí al amigo de cuerpo entero, como pocas veces.
No es, en fin, un libro para contar sino para leer. Una joya, sin duda.