28.12.09

Una carta de Fa Claes

Amigo Álvaro,
Cada año el otoño e invierno son más duros con su poca luz y sus noches largas. Con los años crece el pesimismo, y cuando intento escribir algo un poco alegre, los versos se niegan a expresar más que abatimiento.

La mano en la cabeza (Año nuevo 2010)

Cuando uno de los niños o de los nietos
se había extralimitado,
la abuela serenamente decía:
Ay, niño, pon tu mano en la cabeza
y mira quién está debajo.

A menudo y más a menudo
pongo mi mano en mi cabeza calva, fría.

Sobre todo: en el día de año nuevo
le deseo sabiduría y esperanza
al hombre debajo de esta mano,
pero sólo siento que crece la calvicie
y el frío.

Mis deseos para los otros son mucho más alegres, les deseo a todas y todos, todas las riquezas y bellezas del mundo. Nuestras intenciones a veces nos hacen sentir algo de calor y bondad en el corazón. Si sólo los deseos pudieran ayudar a los otros.
Contra los malos momentos te deseo consolación en la poesía, y para los buenos te deseo alegría y triunfo en la poesía. De una u otra manera, la vida está siempre relacionada con la poesía.

Un abrazo,
Fa

(Nota. Fa Claes es doctor de lenguas germánicas y traductor del castellano. Trabajó como profesor durante 32 años. Vive en Rijmenam, Bélgica, un pequeño pueblo, en una vieja finca en medio del campo. Es colaborador de la revista Stanza, donde ha traducido poemas de uno al nerlandés.)