11.1.10

Un poema de Tomás Segovia

CALLADAMENTE

Como la historia misma
Sé bien a qué he sobrevivido
Pero a mí en cambio sé
Que me espera una hora dulce y grave
Se trata de ser digno de vivirla
De conocer mi gran fortuna
De saber que esa hora no era mía
No era de alguno que la mereciese
Sino de alguno que calladamente
A despecho de la historia la aceptase.

Este es el poema que ha enviado Tomás Segovia por Navidad. María Luisa Capella y él "desean  que sus amigos les hagan el favor de ser felices en 2010 a pesar de los presagios". Se intentará.