«Martin Wolf es mordaz (y con razón). “Hasta ahora nunca había
comprendido cómo pudo suceder lo de los años treinta”, escribía el
columnista de The Financial Times en una tribuna de opinión publicada el 5 de junio (edición de pago).
“Ahora sí. Lo único que se necesita son unas economías frágiles, un
régimen monetario rígido, un debate intenso sobre lo que hay que hacer,
la creencia generalizada de que sufrir es bueno, unos políticos miopes,
una incapacidad para cooperar y el no anticiparse a los
acontecimientos”.
(...)
Al igual que Wolf, empiezo a ver cómo sucedió lo de los años treinta.
(...)
Sospecho que estamos ante la vieja mentalidad del “trabajo de las
depresiones” de Joseph Schumpeter: la idea de que todo sufrimiento
cumple de algún modo un objetivo necesario y que sería una equivocación
mitigar ese sufrimiento aunque solo sea ligeramente.
Esta doctrina tiene un atractivo emocional innegable para la gente que se siente cómoda.
También es una completa locura si tenemos en cuenta todo lo que hemos aprendido sobre economía estos últimos 80 años.
Pero corren tiempos de locura enfundada en trajes caros».
Paul Krugman, "Bienvenidos a los años treinta". El País.