«La poesía la
veo como una oración para personas no creyentes como yo.
Cuando iba a los interrogatorios de la policía, recitaba interiormente
poemas. Me daban fuerzas. Fijese que cuando hay dictaduras, la gente lee
mucha poesía. E igual en los campos de concentración, en las cárceles.
Uno no pierde la fantasía porque tiene miedo a morir. La poesía no
sirve para embellecer la realidad, sino para transformarla, para hacer
justicia. Yo al principio no leía literatura, me basaba en las
experiencias de la vida, pero no encontré las respuestas a mis preguntas
en la vida, las encontré en la literatura”». Herta Müller. La Vanguardia.