El profesor de secundaria y estudioso de la literatura Antonio Salguero Carvajal ha conseguido sacar adelante un viejo proyecto que aparece bajo el título Panorámica poética extremeña (Antología del siglo I al siglo XXI) y bajo los auspicios de la Fundación Jesús Delgado Valhondo. El volumen, de más de trescientas páginas, ha perdido parte del carácter didáctico que pretendía darle su autor a favor de su condición antológica. Con todo, mantiene su clara vocación de manual. La breve presentación, tal vez demasiado, comienza con estas palabras: "Panorámica poética extremeña es un recorrido cronológico por la historia lírica de Extremadura, con el objetivo de seleccionar una amplia muestra de poemas de poetas nacidos dentro del espacio geográfico que hoy se denomina Extremadura". Lo más significativo de la loable antología estriba, pues, en considerar extremeños a poetas y poemas de Augusta Emerita (inscripciones fúnebres o conmemorativas) o del Badajoz árabe y no, como hasta ahora, desde el Renacimiento hasta hoy.
Esa muestra se realiza por periodos: Poesía de la Antigüedad, Medieval, Renacentista, Barroca, Neoclásica, Romántica, Realista, Modernista, de la Generación del 98, de la del 14, Vanguardista y del 27, del 36, Existencial, Social, del Conocimiento, de la Transición, de la Renovación, de Fin de Siglo y Actual.
Se completa la obra con una bibliografía, una webgrafía y un índice onomástico.
En cada parte selecciona poemas de distintos poetas, los más significativos, a su entender, de ese momento. En total, 298 poemas de 44 poetas.
Las introducciones a cada capítulo son de indudable naturaleza divulgativa y didáctica. Más acertados en lo que compete estrictamente a Extremadura y no tanto cuando se trata de abordar aspectos, digamos, nacionales. A medida que se acercan a la actualidad, los errores abundan y menudean las afirmaciones inexactas. Por poner un ejemplo, entre los poetas extremeños de la denominada Poesía de la Renovación (1980-1990), se incluye a Aníbal Núñez.
Más atinados me parecen los comentarios destinados a cada poeta. Siempre, eso sí, prima el punto de vista del profesor en detrimento del que podría ofrecer el crítico, con ser, ya digo, correctos. Leer poesía no es un ejercicio cualquiera, algo que salta a la vista en este tipo de textos especulativos.
Por lo demás, la "estructura cronológica" no deja de ser una forzada convención que induce, como digo, a equívocos. Como mueve a equívocos la brevísima interpretación que Salguero hace de cada poema (en nota a pie de página), de nuevo en el sentido de lo presuntamente didáctico. Vuelvo a lo dicho más arriba.
De cubiertas dignas, pero de edición bastante triste (por culpa de la maquetación, los subrayados, la paginación de las hojas en blanco, etc.), lo mejor del libro son sus poemas.
No hace falta decir que, como en toda antología, el lector echará de menos los versos de algunos y le sobrarán los de otros. Siendo, como es, tan selectiva, hay presencias indignas y clamorosas ausencias. Con todo, prima el equilibrio. No se trataba de hacer apuestas y las pocas que hay, en lo referente a la poesía denominada Actual (la de cualquier poeta vivo lo es), salen bien paradas con Rodríguez Marcos, Cumbreño, Reseco y Casado.
Dejo para el final un detalle, pero significativo. En ningún caso y en ningún lugar del libro se menciona al poeta Ángel Campos Pámpano como él decidió que se le nombrara: con los dos apellidos. Ni una.