A punto de aparecer en Seix Barral su traducción de la Poesía completa de Paul Auster, Jordi Doce vierte al español "El poema", de Vladimir Nabokov.
No el poema crepuscular que compones pensando
en voz alta
con su tilo esbozado en tinta china
y cables de telégrafo sobre nubes
rosáceas;
no el espejo que está en ti y el hombro
de ella,
delicado y desnudo, brillando con luz
tenue;
no el lírico chasquido de rimas de
bolsillo…
la música menuda que da siempre la hora;
y no los pesos y monedas en esas pilas
de diarios vespertinos calados por la
lluvia;
no los cacodaimones del dolor de la carne
ni las cosas que dices mucho mejor en
prosa:
el poema que cae desde alturas ignotas…
cuando aguardas el chapoteo de la piedra
allá al fondo, y agarras como puedes la
pluma,
y entonces sobreviene la conmoción, y
entonces…
en la fronda sonora, las
palabras-leopardo,
las aves avistadas, los insectos cual hojas,
se fusionan y forman un intenso, callado,
mimético diseño de perfecto sentido.(De Perros en la playa)