Aunque no aparezca esa información, como suele, en la solapa de su nuevo libro, Francisco Fuentes nació en Plasencia en 1985. Ya hablamos de él aquí cuando publicó su ópera prima, Tierra, territorio, casa, en 2006. Además de poemas en revistas y de un blog, 5 monos, participó en la lectura de La plaga lírica (I y II) y es noticia porque publica, ya digo, su segunda obra, Setenta y cuatro días sin mí, en la colección Vincapervinca de la Editora Regional de Extremadura.
Apuesta del anterior director (los dilatados plazos editoriales dan idea de la gestión de esa querida casa), estos poemas podrían haber aparecido en la colección Poesía de la misma Editora. Dignidad no les falta. Parcos y sentenciosos, derramados tipográficamente por las páginas, sin signos de puntuación y sin título, dispuestos entre grandes espacios en blanco, en ellos cada palabra cuenta. Bueno, dirá alguien, eso es lo normal en poesía. Sí. Quiero decir que la depuración extrema ha obligado a una especie de operación previa de pesos y medidas que conduce a resultados cercanos a aquello que hace años se denominó, no sin retintín, "poesía del silencio", y que no deja de ser una de las tradiciones más importantes y frecuentadas de la poesía de todo tiempo y lugar. Un decir más con menos que Fuentes apura hasta una, diríamos, "economía de guerra", muy adecuada, por cierto, para esta época rápida y líquida obsesionada con los mercados y sus convulsiones. Todo es aquí insinuación, atisbo, sugerencia. Sin embargo, y en eso se separa de lo más radical de aquella tendencia, hay historia, narración, siquiera emboscaba, en estos versos que no están hechos "de nada". El sujeto poético alude constantemente a un tú que si bien, a veces, parece indeterminado (al menos para el lector), en otras ocasiones cobra vida propia. Y entonces es la abuela Cecilia, por ejemplo. O su madre (¿Y cuando muera mamá / qué?, dicen dos versos a toda página, con un gran espacio en blanco, casi un abismo, entre ellos). Aunque se nota que está escrito por una persona muy joven, no dejan de resonar en la poesía de Fuentes las pérdidas, los miedos y hasta la muerte, ese tema paradójicamente eterno.
Escrito en Plasencia, Madrid, Cardiff, Roma, Salamanca y Lugo, entre los años 2006 y 2012, Setenta y cuatro días sin mí es un libro a tener en cuenta. De uno de esos poetas extremeños de fuera que, por ahora, puede publicar dentro.
Escrito en Plasencia, Madrid, Cardiff, Roma, Salamanca y Lugo, entre los años 2006 y 2012, Setenta y cuatro días sin mí es un libro a tener en cuenta. De uno de esos poetas extremeños de fuera que, por ahora, puede publicar dentro.