No va a descubrir uno a estas alturas la categoría como editor de Jaume Vallcorba. Acantilado (y antes Sirmio), su acreditado catálogo, sus preciosos libros, hablan por sí solos. Pues bien, no contento con lo ya conseguido, aborda la publicación en castellano de las novelas de Georges Simenon, el creador del inspector Maigret, que llegó a publicar medio millar. Para presentar su idea ha dado a la imprenta un librito primorosamente editado que se distribuye gratuitamente en las librerías y que uno se llevó a casa gracias a GHB, que me lo recomendó. Además de una palabras de Vallacorba, donde recuerda que el autor, natural de Lieja, aún no ha sido considerado por muchos como uno de los grandes escritores del siglo XX, se incluye su magistral relato "El hombre en la calle", en traducción del añorado Carlos Pujol, así como artículos de Joan de Sagarra (que pone en duda la famosa afirmación de Simenon: "Je suis un homme comme les autres" y destaca, entre otras, una influencia esencial: sobre Modiano), de Rafael Conte y de Muñoz Molina (que empezó del lado de Chandler y Marlowe, que se confiesa lector incondicional de Simenon no sin declarar una pega: sus memorias, la única historia mediocre, según él, inventada por el parisino de origen belga). Del citado Pujol se rescata un hermoso texto, a modo de breve biografía, publicado hace años en ABC: "El universo de Maigret va a ser inolvidable". Como estupendo es el que firma John Banville, escrito a propósito de la selección de obras de Simenon para New York Review of Books. "¿Era humano", se pregunta el autor de El mar, que ensaya sobre el concepto de roman dur y que describe algunas obras esenciales que publicará aquí Acantilado. Me ha gustado mucho también el texto que cierra el pequeño volumen, de Pierre Assouline. Recuerda la perfecta definición de Félicien Marceau: "el hombre de las cavernas más algunas neurosis". "El hombre en lucha con su destino", según él. Por si fuera poco, se añaden un puñado de cartas: de Fellini, Gide, etc. y muchas opiniones de grandes escritores ponderando su alcance literario.
Nunca es tarde para descubrir el Mediterráneo. Uno lo hizo hace poco, gracias a la lectura de Por si algo me ocurriera (traducida por Carlos Pujol), de Tusquets Editores que, conviene recordarlo, ha publicado muchas de sus novelas en España. Y ahí siguen.