16.1.13

Postnavidad

Si lo que quería el tal Monago era llamar la atención, siguiendo la estela de su admirado Ibarra y su pedestre estrategia de "romper cristales", intempestiva por demás, sin duda lo ha conseguido: todo el mundo se ha hecho eco de su invento de la ESO exprés por 1.000 euros y, sobre todo, de su ridícula aparición en la tele, con motivo del mensaje de Navidad (¿de verdad lo siguió alguien?, ¿no es un vídeo casero de YouTube?), delante de la pizarrina y sus crípticos garabatos. Jo, ¡si al menos hubiera sido digital! Se ve que a su gurú mediático particular los mazapanes y los polvorones le ponen bastante espeso.
Más allá del hilarante o penoso hecho (va por tandas), uno se pregunta si alguien así puede representarle. Como extremeño, digo. Por ser presidente de esta región, autonomía o lo que quiera que esto sea. Cuesta decir que sí, por más que la democracia le ampare, Pedro Escobar mediante. Que no, que no..., le dan ganas de cantar a  uno, como en la calle. A pesar del populista adelanto de la paga extra de junio, que buena falta hacía.
Los del diario El Mundo, que le quieren mucho (no como a Ibarra, pobre), le dedicaron en fin de año un reportaje sobre su alarmante adelgazamiento. En LOC, por cierto, la crónica rosa del periódico. Con fotos del antes y el después, como en los cutres anuncios de ese tipo de timos. Este hombre, más que romper cristales, se los clava. No me extraña que el Loco de la Colina le haya invitado a subirse al escenario del Gran Teatro de Cáceres con él. Como en la canción, lo suyo es puro teatro.