Montaña Domínguez, placentina nacida en Cáceres (supongo que por eso no se llama Puerto), historiadora, autora de un hermoso libro sobre la Plaza Mayor de Plasencia (aquí, la plaza), tiene un interesante blog que hace poco tiempo situé en mi lista de enlaces. Su última entrada se refiere a las ruinas del Colegio del Río.
Lo visité de muchacho con unos amigos (no era fácil llegar allí) y fue muy emocionante verlo tan cerca cuando abrieron a los placentinos la senda que recorre la orilla izquierda del Jerte, por lo que era (aproximadamente) el Camino de los Tristes. Ahora pasa uno a su lado cada tarde. Como Montaña, con la que día sí y día también me cruzo por esos maravillosos andurriales, vaya ella en bicicleta o a pie. La última vez hemos coincidido cerca de esas evocadoras ruinas donde pacen caballos, creo que estaba haciendo las fotografías que ilustran su texto (copio una aquí).
En mi librito Lugar del elogio (1987), que tanto tiene que ver con mis lecturas de libros sobre Plasencia escritos por viejos historiadores: Luis de Toro, Fray Alonso Fernández, Benavides Checa, etc. (textos recopilados por Domingo Sánchez Loro en sus Historias placentinas inéditas), hay un poema titulado, y no por casualidad "Colegio del Río". Tiene algo de arqueológico, bien lo sé, pero con todo:
1
Hay una luz antigua sobre el valle.
De la floresta un aire vegetal
se llega a mediodía hasta la isla.
Areneros desnudos con sus pértigas
soportan la fatiga de sus balsas.
Silenciaré las fuentes armadas con aljabas.
2
Al decir recobramos el oro de otros días:
el exilio abolido de un linaje fluvial.
Lo visité de muchacho con unos amigos (no era fácil llegar allí) y fue muy emocionante verlo tan cerca cuando abrieron a los placentinos la senda que recorre la orilla izquierda del Jerte, por lo que era (aproximadamente) el Camino de los Tristes. Ahora pasa uno a su lado cada tarde. Como Montaña, con la que día sí y día también me cruzo por esos maravillosos andurriales, vaya ella en bicicleta o a pie. La última vez hemos coincidido cerca de esas evocadoras ruinas donde pacen caballos, creo que estaba haciendo las fotografías que ilustran su texto (copio una aquí).
En mi librito Lugar del elogio (1987), que tanto tiene que ver con mis lecturas de libros sobre Plasencia escritos por viejos historiadores: Luis de Toro, Fray Alonso Fernández, Benavides Checa, etc. (textos recopilados por Domingo Sánchez Loro en sus Historias placentinas inéditas), hay un poema titulado, y no por casualidad "Colegio del Río". Tiene algo de arqueológico, bien lo sé, pero con todo:
1
Hay una luz antigua sobre el valle.
De la floresta un aire vegetal
se llega a mediodía hasta la isla.
Areneros desnudos con sus pértigas
soportan la fatiga de sus balsas.
Silenciaré las fuentes armadas con aljabas.
2
Al decir recobramos el oro de otros días:
el exilio abolido de un linaje fluvial.