Malo, peor, pésimo
Nuestros abuelos padecieron la guerra y sus consecuencias. Nuestros padres se mataron a trabajar. Los siguientes disfrutamos de la época más apacible en la historia de Europa, hemos arrasado con las provisiones de bienestar y a los chavales de hoy les hemos dejado el desorden y los desperdicios de la fiesta. Ah, y las deudas. ¿Es eso lo que nos están diciendo diversos intelectuales entrados en la melancolía de los años? ¿Vargas Llosa cuando diagnostica la trivialización de la cultura? ¿José Luis Sampedro, quien, sin mencionar a China, Suiza, Escandinavia, declara muerto el actual sistema económico? ¿Stéphane Hessel llamando a la indignación? ¿O Zygmunt Bauman anunciando por carta el fin de la felicidad? ¡Qué tiempos aquellos en que no había tiempo ni para problemas psicológicos! En que las guerras continuas, la penuria, las epidemias, el analfabetismo, simplificaban la existencia humana. Cada día están más lejos los jardines.
Fernando Aramburu, El Cultural