José María Micó (Barcelona, 1961) pasó hace poco por aquí, en tanto que filólogo y ensayista, y ahora lo hace en su condición de poeta, que lo es, como de sobra se sabe. Por Caleidoscopio (Visor), que ganó el premio Generación del 27; un galardón, por cierto, que sólo han conseguido voces ya previamente consagradas.
Tras leer el segundo poema, una palabra se me vino a la cabeza. O a la boca. "Elegante". Sí, "Ver a Marta nadar" está, ante todo, lleno de elegancia. Una elegancia, generalizo, que Micó despliega no sólo en su poesía, sino también en su tarea de impresor, en lo que él llama Papeles, y que se aprecia, por ejemplo, en la cubierta de este libro, ilustrado con una fotografía suya titulada "Negroni". Y en lo poético, que no sólo es elegancia formal (inseparable de su faceta de traductor y estudioso), también lo es intelectual; si pudieran separarse, siquiera forzadamente, ambos conceptos.
Elegancia que uno observa en los cuatro primeros versos de "Mi rosa sin por qué", cuatro preciosos endecasílabos que me han recordado, sin afán comparativo, al maestro Mesanza, quien acaso mejor los ha escrito en nuestra generación.
Como elegante es escribir un poema en catalán (un homenaje a su admirado Ausias March) y otro en italiano (no en vano vive a temporadas en Florencia, otro signo de distinción) y, más allá, traducirlos al castellano, que no deja de ser su lengua literaria.
Elegancia por ser capaz de escribir poemas con uno ("Isla"), dos ("Agua", "Azadón") o tres versos ("Acantilado") y que no por eso dejen de serlo. Por expresar tanto en tan poco.
Y qué decir de la música. De la callada y de la otra, que suena más acá de las palabras en forma de tango (dulce o amargo: "Mi vida fue vivir, vicio corriente; / pero viví escondido: / no llamé la atención ni del olvido, / y me ignoró la gente."), de flamenco ("Diego del Gastor": "En mi vieja memoria no resuenan / bulerías más bellas que las tuyas.") o de adagio de Albinoni. Una música que tiene su correlato en el espectáculo Caleidoscopio, que forma parte del proyecto Marta canción y poesía, donde Micó pone la guitarra y las letras y Marta Boldú la voz.
Elegancia, la de Micó, a la hora de seleccionar los epígrafes que abren las distintas partes del libro, la misma que adopta el caminante que recorre las calles de la ciudad en la serie "Momentos". Y para escribir en prosa poemas resueltamente líricos.
Y qué decir de la música. De la callada y de la otra, que suena más acá de las palabras en forma de tango (dulce o amargo: "Mi vida fue vivir, vicio corriente; / pero viví escondido: / no llamé la atención ni del olvido, / y me ignoró la gente."), de flamenco ("Diego del Gastor": "En mi vieja memoria no resuenan / bulerías más bellas que las tuyas.") o de adagio de Albinoni. Una música que tiene su correlato en el espectáculo Caleidoscopio, que forma parte del proyecto Marta canción y poesía, donde Micó pone la guitarra y las letras y Marta Boldú la voz.
Elegancia, la de Micó, a la hora de seleccionar los epígrafes que abren las distintas partes del libro, la misma que adopta el caminante que recorre las calles de la ciudad en la serie "Momentos". Y para escribir en prosa poemas resueltamente líricos.
Elegancia, en fin, por haber escrito "Hermanos", "Fin del mundo" (que hago mío) o "A · Ω", que no me resigno a dejar de reproducir aquí:
De todas las penumbras en que he estado,ésta es la más profunda.
Por encima de mí duran los sueños.
Bajo el pulido envés de estas dos fechas
soy ruina de robadas esperanzas.
Lo que fui ya no es, y aquí os declaro
mi póstumo deseo: que esta muerte
a todos os parezca prematura.
Elegante, sí, la cortesía que Micó ofrece al lector, de estirpe borgeana, lo que nos permite leer sin estorbos, ni crípticos ni obvios.
Termina el libro con un poema del que éste toma el título, "Caleidoscopio", y se cierra con otro titulado "Generación", lo mismo que el primero. Aquél está fechado en Barcelona el día 31 de octubre de 2008. Éste en Florencia el 24 de junio de 2012. Sólo les diferencian dos versos, los finales del segundo.
"Las cosas están mal, y seguiré escribiendo", escribe JMMJ en otro sitio; otro delicado gesto que nos consuela.