El maestro Antonio Sánchez-Marín publica un artículo en el Periódico Extremadura dedicado a otro educador, Guillermo Gómez de la Rúa, que fuera director de las placentinas Escuelas Graduadas "Santiago Ramón y Cajal", situadas en la calle donde uno nació.
Depurado tras la Guerra Civil por ser republicano, perdió su condición de enseñante y fundó la desaparecida librería Cervantes (junto al padre de Quique de la Calle), tan importante en la vida de los lectores placentinos, la misma que uno conoció y frecuentó en cuatro sedes distintas.
Depurado tras la Guerra Civil por ser republicano, perdió su condición de enseñante y fundó la desaparecida librería Cervantes (junto al padre de Quique de la Calle), tan importante en la vida de los lectores placentinos, la misma que uno conoció y frecuentó en cuatro sedes distintas.
Me parece justa la petición de una calle a su nombre, como la que tiene en Malpartida de Plasencia.
Su ejemplo y sus palabras cobran hiriente actualidad.
Su ejemplo y sus palabras cobran hiriente actualidad.