28.6.14

Lamillar y la fotografía

Hace poco traíamos aquí un libro del mismo sello que éste, del portuense Ángel Mendoza. Se trata de la Colección DKW de Poesía  (Libros Canto y Cuento) y la obra que uno ha leído es Música de cámara, de Juan Lamillar (Sevilla, 1957), un poeta más reservado que secreto, pero miembro imprescindible de la Generación de los Ochenta o de los Poetas de la Democracia. 
La edición, al cuidado de otro poeta, el jerezano José Mateos, tiene una tirada de 150 ejemplares, lo que la hace aún más deseable, sobre todo para los bibliófilos. Uno, que no lo es, ha disfrutado con esta antología de poemas dedicados por el poeta sevillano a la fotografía. De ahí el juego de palabras del título. Y su subtítulo: (Poemas sobre fotografía, 1987–2013).
"La fotografía consiste en atrapar el propio asombro", dijo Lartigue, algo que puede aplicarse a la poesía. Los poetas también pretenden "expresar en unas líneas el asombro ante el mundo". "De ahí que, como ciertamente la fotografía -continúa-, la poesía sea una cuestión de mirada". Y de memoria, añadiríamos, por seguir a Valente. Lo dice el mismo Lamillar en un verso: "Siempre la foto es pasado".
Poesía y fotografía, como ha dicho Lamillar, buscan un mismo objetivo: "apresar el instante". De eso se trata.
Se seleccionan aquí, en riguroso orden cronológico, poemas de ocho libros, uno de ellos inédito, además de un puñado de poemas sin libro todavía. 
Uno destacaría "Un recuerdo del verano", "Rossini en la Chaussée-D'Antin", "Poeta ante el estanque" (dedicado a Romero Murube, del que el autor es especialista), "Ante una foto de Robert Walser", "La maga de lo extraño" o "La primera fotografía".
En la página web de la editorial se pueden leer dos de estos poemas, el primero y el cuarto, y otro par más.
Más lectores, a buen seguro, querrán seguir. Lo tienen fácil.