21.7.14

Por alusiones

JMSM: En una entrevista a Álvaro Valverde en la misma Rick’s Magazine reconocía que, en su periodo como editor, decidió, al igual que había abierto una línea de edición con Portugal, abrir una con Colombia. Usted, “bien informado”, le sugería nombres, ¿cuáles fueron?
AMF: Letras Americanas fue una idea muy ambiciosa que yo le propuse a Álvaro Valverde cuando era director de la ERE. Una idea, valga decir, que los dos teníamos en la cabeza y que fue madurando en cada uno paralelamente. Si existía una línea portuguesa, debería existir una línea ultramarina, pensaba Álvaro, que ya tenía contacto frecuente y cercano con escritores hispanoamericanos desde hacía muchos años, como el guatemalteco Luis Eduardo Rivera, por ejemplo. Era lógico y esperable que en algún momento tenía que cuajar un proyecto como éste, por las relaciones históricas de Extremadura con América. Y cuajó en buena hora por la sabia intuición de Álvaro y su buen hacer editorial, que además supo seguir estupendamente su sucesor Luis Sáez.
¡Ay!, pero es una lástima que no la hayan continuado, por esas cosas de la crisis y por los recortes subvenidos. Y yo no sé si también por voluntad política del actual gobierno de Extremadura, que si es así, sería lamentable. La cultura es, y siempre será, nuestro mejor avío, el mejor embajador de Extremadura al otro lado del charco. Y ya se sabe el buen nombre que da y cuán rentable es el uso subsidiario de la cultura en la economía.

P: Hasta dónde se extendía aquel proyecto, aquella idea… 
R: La idea propuesta era que se publicaran inicialmente autores de los países que tuvieran una mayor tradición en sus relaciones históricas con Extremadura: México, Perú, Chile, Colombia, Cuba, Venezuela, Ecuador, por ejemplo. Serían anualmente tres o cuatro libros en la colección a crear, de autores reconocidos y contrastados en sus países, pero poco conocidos en España, y no vinculados, por otra parte, a las grandes editoriales comerciales. Dado mi conocimiento y cercanía con la literatura de aquellos países, cuando tocamos el tema, le propuse a Álvaro que empezáramos con Colombia, por razones lógicas. Y así fue como yo le serví de puente a él para entrar en contacto con escritores de aquel país que cumplieran con esas características. Yo les explicaba a ellos el proyecto, la seriedad y alcance del mismo y los invitaba a que le enviaran al director de la Editora su currículum y la propuesta de libro a publicar que, de todas maneras, debería pasar por el muy exigente filtro del comité evaluador de la entidad. Varios premios nacionales de literatura de Colombia se apuntaron a la idea como Orlando Mejía, Octavio Escobar, Adalberto Agudelo o Jaime Echeverri. Algunos de los que no creyeron, después de publicados los dos primeros libros y ver la pulcritud y calidad editorial de la colección, lamentaron profundamente no haber aceptado la invitación.

P: ¿Y cómo fue lo de Transmutaciones?
R: Luis Sáez, relevó de Valverde en la Editora, supo valorar en su justa dimensión el proyecto y decidió seguir con él, a pesar de los recortes que ya se avecinaban. Propuso que nos metiéramos con una antología de literatura colombiana contemporánea, pero no al uso, ya que esta se la jugaría con un autor por género: novela, cuento, novela corta, ensayo y poesía. Hecha esta selección, vio que era necesaria una nota introductoria, me propuso que la hiciera yo por claras razones, y lo que iba a ser sólo un par de páginas de contextualización del proyecto, terminó siendo todo un ensayo sobre la literatura actual de aquel país. Lo de Transmutaciones fue un grandísimo acierto. El libro tuvo bastante éxito, llegando a ser considerado por el Portal del Instituto Cervantes como el libro de la Semana, se presentó en un montón de sitios de España y Colombia, incluida Casa América y la Feria Internacional del Libro de Bogotá y La Vanguardia de Barcelona dijo de él en octubre de 2010 que “Transmutaciones es la más importante muestra sobre la literatura colombiana actual publicada en libro en los últimos años en España y confirma la valía de una generación de escritores claramente posicionados en la vanguardia de la literatura patria desde hace algunos años y los consagra internacionalmente”.
Uno hubiera querido seguir con Venezuela, Ecuador, Perú y México, ya que había iniciado contacto con gentes de esos países, pero… hasta ahí llegó la cosa. Hubo cambio de gobierno y cambio de políticas, y ya está. Adiós a ese maravilloso proyecto.

(...)

P: Hace algunas semanas Álvaro Valverde tenía palabras muy duras para la actual situación de la Editora Regional de Extremadura, en tanto que la que fuera casa de Landero, Javier Cercas o Bayal, estaba en un estado lamentable… ¿A quién mirar o a quién culpar?
R: Suscribo las palabras de Valverde casi en su totalidad. La pregunta que uno se haría es, ¿hay una política cultural coherente, firme y motivada en Extremadura en la actualidad? ¿Se puede hacer cultura con esos recortes económicos y de medios tan bárbaros que se han hecho? Dudo que un director sin recursos pueda hacer mucha cosa. Me parece que hay más pantalla que acción efectiva de parte de este Gobierno y que sus prioridades no van precisamente enfocados a lograr o mantener siquiera un decente Estado de Bienestar donde la educación y la cultura, aparte de la sanidad, sean parte efectiva de la acción gubernamental.

De la entrevista realizada por José Manuel Sánchez Moro a Antonio María Flórez para Ricks Magazine.