10.1.15

¿De cabreros?

Daan Leonne
Uno, descendiente de viejos cabreros viandareños y veratos que cuidaban sus rebaños en la Sierra del Chivetín, en las estribaciones de Gredos, no acaba de encajar que se use la palabra que define a ese antiguo y noble oficio para designar a tanto compatriota sin valores cívicos y sin sentido de la urbanidad por culpa de la pésima instrucción pública que padecemos desde hace años y más que vamos a padecer si la ley Wert, supresora de la educación para la ciudadanía, sigue adelante. No se olvide: nuestros alumnos de hoy son los padres de mañana.
En fin, no es la primera vez que lo digo aquíMarsé tampoco ha sido el primero en afirmar: "España es un país de cabreros, joder." Su amigo Gil de Biedma habló de "un intratable pueblo de cabreros", sí, y, antes, su maestro Cernuda se refirió a España como "tierra de cabreros". Aun comprendiendo el fondo de la cuestión y el sentido en que se dice, me vuelve a doler esa ofensa que afecta a personas honradas que han de trabajar duramente. Hasta que esa labor dure, que no será por desgracia mucho. Más allá, ¡claro que damos pena! Como país, digo. Qué va a decir un maestro de escuela. Por cierto, me temo que la profesión más denostada de España después de la de cabrero.