Del último número de la revista Clarín, comentado aquí, me gustaría reseñar con más detalle lo que acaso más me ha interesado del mismo. Me refiero a la jugosa conversación entre Martín López-Vega y Xavier Farré. Dos poetas que son, a la vez (si cabe el distingo), dos traductores. El primero vive en Estados Unidos y el segundo en Polonia. A los dos los une el afecto por la poesía del Este, que ambos han antologado. Destaca L-V las versiones realizadas por Farré en torno a autores tan importantes como Milosz, Herbert, Salamun y Zagajewski. Qué sería de nosotros, lectores españoles de poesía, sin esa compleja tarea de traer a nuestra lengua la poesía de esos auténticos gigantes. Mejor no imaginarlo. Tampoco deja de lado su valiosa labor como poeta. Un poeta que ama las ciudades. Su último libro, ya mencionado en este rincón, Punt rere punt. Sí, por aquello de serlo en catalán, paga el consabido peaje, un sinsentido. Que conste al cabo.