Un amigo, el colombiano de Don Benito Antonio María Flórez, me trajo de su último viaje a Marquetalia Tres caras de la luna,
de Juan Manuel Roca (Medellín, Colombia, 1946), con dedicatoria
incluida. Publicado en 2013 por Sílaba, reúne los tres primeros libros
del conocido poeta: Luna de ciegos, Los ladrones nocturnos y Ciudadano de la noche. Me repito y vuelvo a comentar que la poesía de Roca me llegó, como es debido, a través de la antología Los cinco entierros de Pessoa,
que publicó Igitur en 2001. La muestra, que viene perfectamente
prologado por Pablo Montoya, no es nostálgica o de circunstancias, pues
en estas páginas se encuentran algunos de los mejores poemas de este
veterano autor, como “Días como agujas”, “Arte del tiempo”, “Mester de
ceguería”, “Arenga de uno que no fue a la guerra”, y “Canción del que
fabrica los espejos”, señala Montoya. Uno se queda, además, con "César
Vallejo invita a una cena", "Poética", "Sagas", "Mis deudos jugueteaban
con un violín prestado", "Las formas ausentes"... El libro demuestra la
fuerza de una poesía insomne e imaginativa donde la noche, el sueño, la
mujer, el caballo o la muerte son algo más que meros símbolos poéticos.
Una poesía escrita, no se olvide, en duros tiempos de miseria, con la
violencia en aquel país a flor de piel.