12.12.15

Doce conversa

Don de lenguas se titula el libro de entrevistas literarias que publica, en la editorial Confluencias, Jordi Doce. El poeta gijonés, que acaba de dar a la imprenta Nada se pierde. Poemas escogidos (próximamente en este rincón), reúne conversaciones con los escritores Philippe Jaccottet, José Manuel Caballero Bonald, Umberto Eco, Cees Nooteboom, Seamus Heaney, Paul Auster, Adam Zagajewski y John Burnside. Un suizo, un español, un italiano, un holandés, un irlandés, un norteamericano, un polaco (nacido en Lvov, hoy Ucrania) y un inglés (de Escocia). 
Las de Jaccottet y Nooteboom fueron realizadas en colaboración. Con Rafael-José Díaz y Esther Ramón, respectivamente.
A uno, partidario de este tipo de libros, la reunión de voces le ha encantado. No sólo por la calidad de los entrevistados, que no es poco, sino también por la inteligencia y conocimientos que Doce pone al servicio de esas conversaciones, algo poco usual cuando de hablar con escritores (en profundidad) se trata. Lo diré de otro modo: aquí no hace falta saltarse las preguntas, como, me temo, se hace con frecuencia. Al revés, en ellas radica una parte sustancial del interés de estas charlas.
Debo confesar que he disfrutado, sobre todo, con las de los poetas (que vienen a ser casi todos), a los que, por cierto, uno admira. La de Jaccottet es luminosa y da la verdadera medida de ese poeta inmenso que descubrí gracias a la magna antología de poesía francesa que tradujo Manuel Álvarez Ortega (en Taurus primero, allá por los sesenta, y después en Akal, en 1983). La de Caballero Bonald, que frecuenta las páginas de diarios y revistas (con el que ha conversado hace poco Álex Chico para Quimera) y que, por eso, le tenemos más escuchado, es estupenda también. Y no digamos las de Zagajewski, una de mis debilidades poéticas, Heaney y Burnside, a los que Doce ha traducido, por cierto. Como a Auster, poeta también (tradujo su poesía completa para Seix Barral), que ofrece en sus obras un mundo tan novelesco como lírico.
Tampoco tiene desperdicio lírico la de Nooteboom, esa suerte de holandés errante que lo mismo escribe un libro de viajes que uno de poemas. En la de Eco encontramos la lucidez. 
Dice Jordi Doce, citando a Salvador Pániker, que "todo entrevistado queda reducido a los límites mentales de su entrevistador". Si tenemos en cuenta la apertura de miras del primero y su rigor intelectual, que dé el lector por hecho que va a disfrutar, y de lo lindo, con estas serenas pláticas Dignas, ya se ve, de subsistir en forma de pequeño gran libro.