En la Asociación Genialogías de poetas mujeres, que recuperan el espíritu de encuentros en los que participaron, entre otras, Concha García, Olvido García Valdés, Aurora Luque, Juana Castro, Chantal Maillard, Chus Pato, Ángeles Mora, Ana Rossetti o Julia Barella, trabajan "por recuperar las voces de aquellas mujeres poetas de nuestro país cuyos nombres han quedado a la sombra" Según ellas, "Han sido y son autoras inmensas que, sin embargo, resultan desconocidas, pues sus obras no han llegado o no han permanecido en el canon literario predominante". Sí, a esa impronta femenina o feminista, que cada cual elija, obedece la salida a escena de la colección Genialogías, al amparo de la editorial Tigres de Papel. Para hacer justicia a esas voces silenciadas. Dos títulos abren el camino: Marta & María, de María Victoria Atencia, y Los cuerpos oscuros, de Juana Castro, dos andaluzas.
Al primero le pone prólogo la segunda, todo un guiño cómplice. Su primera edición (no venal) vio la luz en la mítica Imprenta Dardo, de su ciudad natal, en 1976. Tardaría en llegar aún unos años el reconocimiento de la malagueña, cuando su extraordinaria poesía alcanzó los circuitos nacionales de la mano de Visor y Guillermo Carnero. La elección, así, me parece perfecta. No creo que haya, del 27 para acá, una poeta tan unánimemente celebrada. Tan canónica, diría.
Tampoco me parece inoportuno, al revés, el rescate del libro de Castro que ganó el Premio Jaén en 2005 y que, por eso, publicó Hiperión. Lleva un prólogo de Ana Mañeru y, a modo de epílogo, una entrevista con Yaiza Martínez.
Las ediciones son cuidadosas, por dentro y por fuera. Me gusta el elegante diseño de las cubiertas. Clásicas en el mejor sentido.
En ambas, bajo el rótulo de "Agradecimiento editorial", se menciona el nombre de los numerosos mecenas que han hecho posible que esos libros existan.
Celebramos, en fin, la aparición de Genialogías y le deseamos, cómo no, larga vida.