Alberto Santamaría (Torrelavega, Santander, 1976) reúne en el volumen El huésped esperado. Poesía reunida 2004-2016 (La Bella Varsovia) los libros que ha venido publicando: El hombre que salió de la tarta (2004), Notas de verano sobre ficciones del invierno (2005), Pequeños círculos (2009), interior metafísico con galletas (2012) y Yo, chatarra, etcétera (2015). Añade unos poemas no incluidos en ninguno de ellos y algunos de uno por venir. Deja fuera, eso sí, su ópera prima: El orden del mundo (2003). Tras volver a una obra caracterizada por el rigor y la exigencia, que uno ha tenido la suerte de leer libro a libro, me ratifico en mi primera impresión, contada aquí hace tiempo. El tiempo le ha dado a uno la razón. A la vista está. Y me alegro.
El poeta sevillano Juan Lamillar (1957), que ya editó una antología de poemas de su admirado paisano Luis Cernuda (Los fantasmas del deseo), presenta ahora Música cautiva, donde agavilla escritos sobre una poesía esencial de las letras hispánicas. Los denomina "acercamientos personales: como lector, como poeta, como estudiosos". Se trata de ensayos, artículos ("Perfil de un centenario"), conferencias ("Semblanza de un solitario"), prólogos (como el del citado florilegio), ponencias, intervenciones en mesas redondas o libros colectivos y de homenaje, etc. Textos que van de 1988, fecha en que se celebró en primer congreso internacional sobre su él y su obra, hasta 2014, recién celebrado el cincuentenario de su muerte.
Acaso el más extenso y ambicioso sea "La música en Cernuda" (el único actualizado), de ahí el título elegido, de un poema del autor de Ocnos.
Acaso el más extenso y ambicioso sea "La música en Cernuda" (el único actualizado), de ahí el título elegido, de un poema del autor de Ocnos.
Eduardo Moga (Barcelona, 1962) publicó una primera edición de Corónicas de Ingalaterra en La Isla de Siltolá (2015). Ahora, lo que fueron las páginas de un blog sobre su estancia en Londres (desde septiembre de 2013 hasta noviembre de 2015), aparecen de nuevo en Varasek Ediciones. Allí el subtítulo era "Un año en Londres (con algunas estancias en España)", aquí: "Una visión crítica de Londres". En ambos casos, las crónicas y las reflexiones -trufadas con reseñas y lecturas- de un hombre con carácter que lanza constantes miradas incisivas sobre la realidad. Alguien que no suele dejar a nadie indiferente.
El polifacético escritor gaditano José Manuel Benítez Ariza (Cádiz, 1963) edita en el Servicio de Publicaciones de la Universitat de Valencia Cosas que no creeríais: una vindicación del cine clásico norteamericano. Tras una explicación acerca de lo que queremos decir cuando decimos "cine clásico norteamericano", divide la obra en cinco partes (a las que añade una bibliografía y un índice onomástico): "La palabra como opción", "Un primer clasicismo", "Hacia el nuevo Hoollywood", "La generación de los 70", "Después del cine de autor". Películas, directores, actrices y actores, géneros... Un intenso e informado viaje por "la forma de narrativa popular de mayor influencia en el último siglo". Sin duda, un auténtico festín para cinéfilos.
La recién resucitada Editora Regional de Extremadura, que dirige el citado Moga, ofrece dos nuevas entregas de su colección de Poesía: Caducidad del signo. Poesía reunida (1994-2016), del zamorano Juan Luis Calbarro (1966), y Acordes de una antigua canción, de José Agudo (Fregenal de la Sierra, 1952).
Calbarro, que ya había publicado en Extremadura ("la tierra de mis abuelos"), reúne los libros Elegía sajona (que cierra a modo de epílogo un precioso poema de Julio Martínez Mesanza), Circunstancias de la metamorfosis, El signo de Caín, Sazón de los barrancos, Museos naturales y Roma devicta, así como los inéditos Lobo y Breviario de Fuerteventura (un conjunto de haikus con prólogo de Jorge Rodríguez Padrón), además de dos poemas, uno con el mismo título del libro.
Calbarro, que ya había publicado en Extremadura ("la tierra de mis abuelos"), reúne los libros Elegía sajona (que cierra a modo de epílogo un precioso poema de Julio Martínez Mesanza), Circunstancias de la metamorfosis, El signo de Caín, Sazón de los barrancos, Museos naturales y Roma devicta, así como los inéditos Lobo y Breviario de Fuerteventura (un conjunto de haikus con prólogo de Jorge Rodríguez Padrón), además de dos poemas, uno con el mismo título del libro.