Por
María Jesús Manzanares, Santiago Antón y Álvaro Valverde
Convendría
esclarecer, para empezar, que Plasencia, una ciudad culta desde hace siglos, y
en contra lo que pudiera suponerse, tiene un déficit importante en lo que a su
desarrollo artístico se refiere, pues carece de un espacio de creación con
fines expositivos digno; de hecho, se puede constatar que en esto estamos a la
cola de nuestra comunidad autónoma. Por eso consideremos necesario un Centro de
Arte Contemporáneo que acoja de forma permanente la colección de obras del
Salón de Otoño y Obra Abierta (razón de ser de nuestra Asociación) y que, al
mismo tiempo, cree y lidere proyectos en torno a las artes plásticas que
vendrían a completar los ya existentes de la Escuela de Bellas Artes ‘Rodrigo
Alemán’ y otros centros culturales utilizados en precario y de manera
esporádica.
Formulemos,
para seguir, a punto de que se celebre una nueva edición del Premio
Internacional de Artes Visuales Obra
Abierta, algunas preguntas relacionadas con lo mismo. Ninguna, anticipamos,
es retórica. Por ejemplo, ¿existe una colección de obras premiadas
en el Salón de Otoño y Obra Abierta suficiente para ser el núcleo de una
exposición permanente?, ¿deberían exponerse esas obras en la ciudad de
Plasencia como se comprometió la Caja de Extremadura mediante un acuerdo de
Consejo de Administración en el año 2007?, ¿está dispuesta la Fundación
Bancaria Caja de Extremadura a asumir por fin el mencionado acuerdo que
facilitaría la cesión en uso (préstamo comodato) de los cuadros, esculturas,
fotografías, videoarte, etc., de los fondos mencionados tal y como se deduce de
la buena disposición demostrada en una reunión celebrada hace unos meses entre
un representante de la misma y algunos miembros de la directiva de esta
Asociación?, ¿la citada Fundación asumiría, en un plazo concreto y razonable,
la transformación del antiguo convento de las carmelitas en Plasencia en un
centro cultural y de exposiciones que pueda acoger la colección de artes
plásticas del Salón de Otoño y Obra Abierta de forma permanente, tal y como se
han comprometido en sucesivas ocasiones la Caja de Extremadura (hoy Liberbank)
y la propia Fundación?, ¿podría Liberbank, a través de la Fundación Bancaria
Caja de Extremadura (accionista del banco) y mediante un acuerdo con el
Ayuntamiento de Plasencia, ceder el uso público de algún otro edificio, para
convertirlo en un Centro de Arte Contemporáneo que impulse la cultura en la
ciudad?, ¿la Junta de Extremadura podría declarar Bien de Interés Cultural, tal
y como determina la Ley 2/1999, de 29 de marzo, de Patrimonio Histórico y
Cultural de Extremadura, la colección de obras del Salón de Otoño y Obra
Abierta, para que este patrimonio, formado durante cuarenta años, no pueda
salir de la comunidad autónoma, sobre todo ante la posible fusión entre
Liberbank y otra entidad bancaria, lo que modificaría probablemente el estatus
de la Fundación Caja de Extremadura?, o, en fin, ¿los partidos políticos,
empresas, sindicatos, asociaciones culturales, asociaciones de vecinos y
cualquier persona o entidad interesada en el cuidado del patrimonio cultural de
Plasencia están dispuestos a apoyar este proyecto que nos relaciona con las
artes plásticas y por extensión con el Patrimonio Artístico y Monumental de la
ciudad, para hacernos más reconocibles en el presente y que nos proyecte hacia
el futuro como una seña de identidad de convivencia y creatividad?
Con
independencia de qué respuestas haya ido dando cada lector, o a la espera de que
las tenga, la Asociación Cultural Trazos del Salón entiende que la actividad
cultural de una comunidad siempre genera espacios de interrelación entre todas
las capas de la sociedad. No se puede perder la oportunidad de que esas artes,
incluidas las visuales, nos comuniquen emociones, intuiciones e ideas; que no
sean, en suma, uno de los ejes articuladores de la cultura ciudadana.
Por
ello, nos reiteramos en nuestro propósito de trabajar para conseguir un espacio
definido y consensuado con todas las partes implicadas, al margen de
orientaciones políticas, que permita el encuentro para defender el patrimonio
artístico y apoyar el capital creativo de la ciudad. Un
proyecto cultural que afronte esos retos a corto, medio y largo plazo.
Nota: Este artículo ha aparecido (con fecha de 3 de octubre) en la Tribuna Abierta del diario HOY.
La fotografía es de Toni Gudiel.