Se
habla en España de un florecimiento de la poesía, de un momento de esplendor
incluso. En un reciente panorama sobre la lírica española actual que concebí
para la revista barcelonesa El Ciervo,
destacaba, en conjunto, “su riqueza, vigor y variedad”. Añadía que “esa feliz
pluralidad se debe, en buena medida, a la conjunción de las distintas generaciones
literarias que aquí conviven” y que, “sí, ésta ha sido desde muy antiguo tierra
de poesía y los más jóvenes demuestran que, lejos de extinguirse, la lírica de
calidad, que es la única que importa, campea a sus anchas por esta suerte de fértil
territorio de la Mancha”.
Aunque
últimamente se asocia el término “poesía joven” a esa pseudopoesía o parapoesía que circula a través de las
redes sociales y que se publica, sin ningún rigor, en editoriales que fueron
serias y en otras que nunca aspiraron a serlo, con ventas al parecer
extraordinarias, la verdadera poesía nueva está en otra parte. La escriben
poetas formados (la inmensa mayoría universitarios) que leen y han leído (lo
que no ocurre, según propia confesión, con los parapoetas), muchachos y muchachas que, en igualdad de condiciones,
acceden a los catálogos de editoriales de prestigio muchas veces gracias a los
premios.
Se
trata de poetas que no ignoran la tradición y que, aunque desde la novedad, contraviniéndola
si es preciso, pasan a formar parte de ella.
Para
demostrar esa pujanza puedo traer a colación tres antologías recientes de
jóvenes poetas españoles.
La
primera se ocupa de poetas asturianos seleccionados por Miguel Munárriz
para formar parte de Los últimos del
XX. Antología de poesía (1980–1997). Son Sergio C. Fanjul, Pablo Núñez,
Fruela Fernández, Carlos Iglesias, Rodrigo Olay, Ruth Llana, Sara A. Palicio,
Mario Vega, Miguel Floriano, Lorenzo Roal, Xaime Martínez, Candela de las
Heras, Dalia Alonso, Óscar Díaz y Rocío Acebal.
Aunque de una determinada región, representan muy bien el
quehacer nacional. Está publicada por la editorial Luna de Abajo (Oviedo,
2020).
La segunda, Cuando
dejó de llover. 50 poéticas recién cortadas (Sloper, Palma de Mallorca,
2021), reúne versos de medio centenar de poetas nacidos también a finales de
siglo (algunos ya en éste) y lleva un brillante prólogo de Ben Clark y un
prescindible epílogo de Luna Miguel. Clark subraya “un momento muy interesante
de la poesía joven escrita en castellano en España”. La de “los hijos de la
bonanza”, los que, paradójicamente, han padecido y padecen las sucesivas crisis
económicas que asolan este sufrido país.
La tercera, en fin, aparece en el número 10 de la revista extremeña
Suroeste, que celebra su primera
década y, además de conmemorar el inesperado fallecimiento uno de sus
principales promotores, Antonio Franco, ofrece un
espléndido volumen de 235 páginas sobre la “poesía actual”. Ya que se trata de
una revista de “literaturas ibéricas”, hay poemas en español, portugués, vasco,
gallego, catalán, asturiano y aragonés. De cada parte hay un estudio
introductorio y una muestra. La más amplia, claro, es la de poesía en
castellano: 12 poetas, seleccionados por Antonio Rivero Machina. Estos son los
otros presentadores y el número de poetas elegidos: Pedro Serra (portugués, 7),
Montse Pena Presas (gallego, 5), Martín López-Vega (asturiano, 3), Jon Kortazar
(vasco, 5), Chusé Raúl Osón (aragonés, 3) y Adrià Targa (catalán, 10).
Estamos, no cabe duda, ante
documentos que nos permiten conocer mejor el panorama lírico peninsular y, de
paso, confirmar su gran momento.
NOTA: Este artículo se ha publicado en la revista griega Φρέαρ/Frear. La ilustración es de Juan Carlos Mestre.