Carlos Turpin, que ya diseñó y dotó de contenidos la página web personal de Guillermo Carnero (y la de uno), acaba de hacer lo propio con Eloy Sánchez Rosillo. Como es una persona con gusto y con criterio, la del poeta murciano ha quedado tan sobria y elegante como su poesía. Y como él, cabría añadir. Invito al lector curioso y, más aún, a los admiradores de los poemas de Rosillo a que naveguen por sus secciones y vean, lean y descubran. No es una mala ocupación para este tórrido verano.