Lorenzo Cordero @Hoy |
Lleva ya uno muchos pases dados en la corrida de la vida (y que me perdonen por la metáfora los antitaurinos) como para asustarse de nada a estas alturas. Hubo revolcones, sí, e incluso cogidas, pero confieso que lo que voy a contarles me ha dejado del otro lado. Le pongo al amable lector o lectora en antecedentes. El pasado 3 de febrero recibí un mensaje de Sandra Díaz, que lleva la producción de la empresa Factoría de Arte y Desarrollo, que decía, entre otras cosas: "te contactamos (sic), ya que nos gustaría solicitarte disponibilidad y caché para tu presencia en el evento, que se celebrará entre los días 3 y 7 de mayo de 2023". Se refiere a la XLII Feria del Libro de Mérida. Añade que "la intervención consistiría en la presentación de tu obra, a través de una entrevista con un/a periodista local, además de disponer después, en el rincón literario, de un espacio para la firma de ejemplares al público asistente". Concluye: "Pensamos que tu presencia en la edición de este año, podría ayudarnos a poner en valor el evento, y aseguraría la presencia de un buen número de asistentes, que sin duda, quedarán satisfechos". Pues bien, lo pensé, recordé que inauguré hace muchos años (Vélez y Paule al frente) esa Feria y que nunca más había pasado por allí, y acepté, no sin agradecer la invitación. Le indiqué la modesta cantidad que fijaba como "caché" (un término extraño para los de este gremio) para cubrir los gastos del viaje. Ah, y le pedí que cuanto antes me informase de la fecha y hora exactas. Así sucedió a los pocos días. Algo inaudito, tuve de firmar un contrato (supongo que por el asunto económico) donde, por cierto, figuraba el nombre del Ayuntamiento de Málaga (también organizan allí eventos) y no el de Mérida. Lo corregí yo mismo y... El 1 de marzo se me confirmó que el día 3 de mayo a las 19:30 sería la presentación emeritense. Ayer pregunté a la señora o señorita Díaz si podría saber qué periodista me iba a acompañar. Silencio. Hoy, sin embargo, me ha llegado este otro mensaje, firmado por José Antonio Mondragón, de la mencionada Factoría:
"Buenos días, Alvaro (sic),
Te escribo unas letras personalmente, como director general de Factoría de Arte y Desarrollo, entidad gestora de la Feria del Libro de Mérida, para informarte que en la recta final de la organización de la XLVII Feria del Libro de Mérida, hemos tenido que, lamentablemente hacer un ajuste de última hora para favorecer la presencia de autores locales y, desde Factoría de Arte, como equipo gestor del evento, nos hemos visto obligados a prescindir de tu participación en el panel de presentaciones. Te pedimos nuestras más sinceras disculpas por este hecho, y te aseguramos que hemos intentado mantener tu presencia, aunque no nos ha sido posible por la razón que te explicamos.
Somos conscientes de que tu ausencia disminuirá el atractivo del evento, y en esa línea, nos gustaría poder contar contigo en sucesivas ediciones siempre que te pareciera bien.
Te reitero nuestras disculpas en nombre del equipo y lamento mucho las molestias que te haya podido ocasionar.
Un abrazo y estoy a tu disposición para lo que necesites".
Como el lector o lectora puede imaginar, en este momento (lo he comprobado en el espejo) mi cara es de gilipollas. Más de lo habitual, quiero decir, que ya alguno... Como los que me conocen saben de sobra, nada me alegra más que no tener que ir a la capital extremeña, pero, a una semana de la presentación, esto me parece de aurora roja (como la que ha fotografiado en Casar de Cáceres Lorenzo Cordero, del diario HOY, y que ilustra esta entrada, publicada también en la página de la NASA Astronomy Picture of the Day). Lo que no sé, tendré que consultarlo con mis abogados, es si este insólito hecho supone, además, un incumplimiento de contrato.