La ciudad latente es el hermoso título del nuevo libro de José Muñoz Millanes (Navalmoral de la Mata, Cáceres, 1951), profesor jubilado de la Universidad de Nueva York, autor de los libros de ensayos Las intenciones paralelas, Modos y afectos del fragmento, La ciudad de los pasos lejanos, La Venecia de Ramón Gaya, La Palabra en vilo. Ensayos sobre el poeta enjuiciado y Los homenajes de Ramón Gaya; de las traducciones de Una carta (de Lord Chandos) de Hugo von Hofmannsthal, Poemas del lugar y la circunstancia de Bertolt Brecht, así como de El origen del drama barroco alemán y Sobre la fotografía de Walter Benjamin. También del Diario disperso y de una antología poética del catalán Marià Manent que se publicó en la colección Voces sin tiempo de la Fundación Ortega Muñoz.
De su fervor poético dan fe sus conferencias "El mundo de Leopardi" y "El pensamiento y la obra de Leopardi", impartidas en un ciclo sobre el poeta italiano organizado por la Fundación Juan March.
Con el título En selva de inquietudes ha seleccionado y analizado la poesía de Alberto Girri y prologado y seleccionado también poemas de Andrés Trapiello en Oficio parvo, así como los de uno en la antología Meditaciones del lugar (el título es suyo), que acaba de ver la luz en Pre-Textos, sello en cuyo catálogo figura la mayor parte de su obra. Precisamente la introducción de esa muestra cierra el libro que presentamos, la titulada "Lugares de poesía".
En "Acerca de la ciudad", la primera, reúne los ensayos "La ciudad como palimpsesto" y "A propósito de paseos por Berlín de Franz Hessel". La segunda, "Imágenes de ciudades", integra "Carrusel napolitano", "Sombras en Riverside Drive" y "El Trujillo de Andrés Trapiello". La tercera y más extensa, la componen "Imágenes de Madrid", "Árboles y jardines", "Los límites de una ciudad", "Interiores", "El chalet de Las Rosas" y "Años triunfales". Y la cuarta y última, además del texto citado, incluye "Dos poetas triestinos: Saba y Giotti" y "«El aliento largo de esta gracia»: las imágenes póstumas en
la poesía de José Rubio".
El propio escritor ha grabado un vídeo donde habla de La ciudad latente, pero el libro es mucho más de lo que él puede explicar en menos de un minuto.
La nota editorial reza: "La ciudad latente contrasta con la ciudad actual, la ciudad física inmediatamente perceptible. Viene a ser un palimpsesto, donde, superpuestas y confundidas, sobreviven huellas de variados aspectos de sus múltiples pasados: arquitectura, urbanismo, modos de vida, personajes históricos o de importancia cultural. A través de la huella, la ciudad del pasado incide en la del presente, pero lo hace de una manera casi imperceptible, pues esos fragmentos de pasado están latentes en ella: dispersos, extraviados, aunque siempre en espera de aflorar. De ahí que requieran la atención del flâneur o paseante ocioso, cuya mirada vacante le permite apreciar las huellas en cuanto sutiles detalles anacrónicos. Los distintos capítulos de La ciudad latente exploran estratos del palimpsesto de ciudades como Nápoles, Nueva York, Madrid y Trujillo".
El libro se lee sin querer. Porque la prosa de Millanes es fluida y busca aligerar lo complejo. También porque reflexiona sobre asuntos tan raros como interesantes. No es un ensayista al uso el moralo y nunca a la violeta: su erudición es de las que aportan saber y no un rimero de datos y hechos sin verdadera importancia. Su reflexión nos acerca a temas eternos (la ciudad, la poesía) y a autores intemporales (no hablo de mí, por supuesto).
La sección madrileña demuestra el buen conocimiento que Millanes tiene de la capital de España, una ciudad que de nuevo le acerca a su editor y amigo Andrés Trapiello, el autor de Madrid y el protagonista del capítulo sobre Trujillo.
Además del ensayo que abre La ciudad latente, he disfrutado mucho con el dedicado a Nápoles (qué recuerdos), ciudad donde residió, y con la relectura del que destina a los dos poetas triestinos Saba y Giotti.
El ensayo literario es uno de mis géneros favoritos, sin duda, una pasión que acrecienta la lectura de este libro singular, elegante y discreto. Más en esta edición tan cuidada desde la bonita cubierta. Búsquenlo.