18.3.11

Belli

Nahir Gutiérrez, que estuvo en Tusquets y lleva años trabajando en Seix Barral, autora casi secreta de literatura infantil (que, como suele decir la bibliotecaria Isabel Sánchez, es literatura a secas), me envía Escándalo de miel, una antología poética de la nicaragüense Gioconda Belli que lleva en la cubierta un potente desnudo femenino de Tamara de Lempicka. Como ven, hoy la cosa va de mujeres. Nunca mejor dicho, porque si algo caracteriza esta poesía es, precisamente, su femineidad, si se me permite en estos tiempos igualitarios usar semejante término. No en vano, el libro empieza con el verso: "Y Dios me hizo mujer". Pronto, cómo no, aparecen en escena el erotismo y el sexo. E inseparable de ellos, también lógico, el amor. Por ella misma, por el amado, por los hijos, por los otros... Todo es canto y celebración, incluso cuando la pena llega.
La antología está concebida para que el lector puede apreciar los cambios que va experimentando esta mujer que, podríamos decir, escribe poesía como respira. "Eros", "Hembrosía" y "Polis" ha titulado las tres partes de su libro.
Confieso que esta poesía inspirada, excesiva a veces, llena de palabras, torrencial, demasiado explícita,  donde abundan los tópicos, declamatoria incluso, nerudiana (afín a cierta manera "americana" de poetizar), no es mi fuerte. A pesar de eso, por contraste quizás, he leído el libro con gusto. Supongo que como hacen los que leen para "entretenerse". Me ha sorprendido su fuerza, su cercanía, su naturalidad, lo que tiene, paradójicamente, de antipoesía y hasta de prosaico, que no es poco. Surgen, aquí y allá, poemas directos como "Menopausia", "Los cuarenta", "Menstruación" o "Cincuentipico", y otros más engañosos como ""De noche, la esposa aclara", con la actriz Cindy Crawford al fondo, donde la mezcla de mujer liberada y de esposa sumisa (algo que aparece más de una vez en la voz de Belli) desconcierta un poco. Por si acaso, se fijan posturas: "Reglas del juego para los hombres que quieran amar a mujeres mujeres".
Más indigesta me ha parecido la última sección, dedicada a la política. Será que no está uno ya para revoluciones. Ni siquiera poéticas.