Lo ha traducido mi amigo Jordi Doce y lo publica por fin, tras años y años de ajustes, en su blog, como regalo de Navidad. Uno lo acepta como tal y lo trae aquí para que otros lo disfruten también.
La propuesta
Esta tarde, mientras la luz recorre
con imposible lentitud el huerto
y yo me giro, inquisitiva,
mi mano entre tu mano,
mis ojos buscando un sentido
a las nubes que oprimen
el vasto escenario del cielo,
¿aceptarás conmigo ese sendero
que existe solo cuando lo pisamos,
esa casa que respira a la vida
solo cuando se la comparte,
esa jarra de vino
que se llena cuando bebemos?