Hilario Barrero, neoyorkino de Toledo (1946), publica Tinta china. Noventa y nueve haikus en Cuadernos de Salima, de Cylea Editores. El libro, cuidado con esmero, lleva dibujos del autor y un capítulo de dedicatorias que da fe de la generosidad de Barrero y de su don para la amistad. Uno, agraciado con una de ellas, no puede sin embargo dejar de decir que estamos ante una serie de poemas que se justifican por lo que son y no meros productos, como suele ocurrir, de esa moda orientalizante tan aprovechada en los talleres literarios.
"Poética", se titula el primero:
Que el verso sea
como una doble llave
abriendo heridas.
Las calles de Nueva York y los recuerdos de Toledo, la literatura y la pintura, el amor y los viajes son algunos de los recurrentes temas que frecuentan estos delicados versos dignos de una sensibilidad abierta y cosmopolita.