Con Mar Negro, Xavier Guillén (El Masnou, 1981) ganó el premio Andalucía Joven de poesía gracias a su solvencia, claro, y al criterio de un jurado competente. Es su ópera prima. Me ha causado una grata impresión. Lo marino, entre la mirada y la imaginación (abundan las metáforas), es el paisaje (y el mundo) de una obra unitaria y bien tramada donde se vierten versos tan escuetos como sugerentes que dejan constancia, al cabo, de una nueva voz. El título, el mismo que ese mar entre Europa y Asia Menor, y la mención al puerto de Batumi, en Georgia (donde fue lector universitario), sitúan geográficamente su destino. En ese espacio, a un tiempo real y simbólico, compone XG, en treinta fragmentos (los poemas no llevan título), un sutil diario de viaje y, además, una no menos delicada historia de amor, de ahí que cada poco aparezca el "nosotros". Sí, "Se conocen las islas / cuando se ha amado en ellas". ¡Feliz travesía!
The tempest, el clásico de Wiliam Shakespeare, le sirve a Marino González Montero (Almaraz, 1963), un apasionado del teatro y de otras literaturas, para, a través de una versión "absolutamente libre", llevar a un público juvenil los objetivos de la Red Natura 2000 (promotora de la idea) "en materia de conservación de especies y hábitats". El libreto se ha beneficiado del Programa Life, instrumento de la Unión Europea para el medio ambiente, y ha sido coordinado por la Junta de Extremadura. Lo importante, con todo, siglas e instituciones aparte, es el texto que, representado sobre un escenario, se mostrará en su versión ideal.
The tempest, el clásico de Wiliam Shakespeare, le sirve a Marino González Montero (Almaraz, 1963), un apasionado del teatro y de otras literaturas, para, a través de una versión "absolutamente libre", llevar a un público juvenil los objetivos de la Red Natura 2000 (promotora de la idea) "en materia de conservación de especies y hábitats". El libreto se ha beneficiado del Programa Life, instrumento de la Unión Europea para el medio ambiente, y ha sido coordinado por la Junta de Extremadura. Lo importante, con todo, siglas e instituciones aparte, es el texto que, representado sobre un escenario, se mostrará en su versión ideal.
En Brillante, que publica Playa de Ákaba, Luis Ángel Lobato (Medina de Rioseco, 1958) "ha procurado sugerir los brillos
que surgen por las grietas que nos comunican con otras dimensiones,
como en algunos sueños". Poemas inspirados en los cuadros de los pintores fotorrealistas norteamericanos y que se acogen a los cambios borgeanos de las formas del sueño y a esa incapacidad humana, denunciada por Eliot, de "soportar mucha realidad". Poemas de "Exterior", en las calles de una gran
ciudad, y de "Interior", dentro de una habitación de hotel, que evocan
una cinematográfica historia de amor, más sugerida que dicha, en versos barrocos tan concisos como verdaderos que flotan en una inquietante atmósfera un tanto superrealista y alucinatoria.
Jonás Sánchez Pedrero (Madrid, 1979), bibliotecario en Hervás desde hace años, publica en Ediciones del Ambroz un libro que recoge algunos poemas publicados con anterioridad en Blog clausurado. Treinta poemas "íntimos", según su autor, que dibujan, añade, "su mapa sentimental reciente". La tirada es de cien ejemplares numerados y destacan poemas como "La ventana", "La visión", "El cansancio", "La luz", El ahora" y "El espejo".
Antonio Pilar (Avilés, 1974) publica en etclibros Sujetos omitidos, obra con la que ganó el premio de poesía UNED María Zambrano de Málaga. Está dedicado a gente que vive en la T4 del aeropuerto madrileño 'Barajas-Adolfo Suárez'. En las traseras de esa espléndida obra de arquitectura e ingeniería que también aloja a vagahundidos y a personas, como él escribe, sin salvadías. Cada poema de los diecisiete tiene detrás una historia y un destinatario, como explica en "Títulos con crédito". ¿Denuncia social? Sí, sin duda, pero escrita con versos dignos de tal nombre y voluntad literaria. Incluso, ya se ha visto, con juegos de palabras. A "un enser vivo" se refiere Pilar. Y en uno de los títulos: "Días de vinos y esposas". Hay humanismo del genuino en estas pocas páginas y poemas, como "Flashbar", dignos de tal nombre. Estamos, ay, ante un auténtico golpe de conciencia.
Antonio Pilar (Avilés, 1974) publica en etclibros Sujetos omitidos, obra con la que ganó el premio de poesía UNED María Zambrano de Málaga. Está dedicado a gente que vive en la T4 del aeropuerto madrileño 'Barajas-Adolfo Suárez'. En las traseras de esa espléndida obra de arquitectura e ingeniería que también aloja a vagahundidos y a personas, como él escribe, sin salvadías. Cada poema de los diecisiete tiene detrás una historia y un destinatario, como explica en "Títulos con crédito". ¿Denuncia social? Sí, sin duda, pero escrita con versos dignos de tal nombre y voluntad literaria. Incluso, ya se ha visto, con juegos de palabras. A "un enser vivo" se refiere Pilar. Y en uno de los títulos: "Días de vinos y esposas". Hay humanismo del genuino en estas pocas páginas y poemas, como "Flashbar", dignos de tal nombre. Estamos, ay, ante un auténtico golpe de conciencia.