21.11.20

90 años

                                  
                                            


















                    A mi madre, ya nonagenaria

No esperaba llegar a este momento.
Demos por hecho que tampoco tú.
Sí, da un poco de vértigo.
Estás lúcida y con buena salud, 
qué más puede pedirse.
A pesar del tiempo, ese enemigo,
te sigo viendo guapa, como siempre.
También a mí me gustaría
que Ramón estuviera con nosotros.
Veinte años de muerte nos separan.
Seguiría alabando tu belleza
y, a cambio, podrías ofrecerle
un carácter más dulce; 
en eso, sin duda, has mejorado.
Es lo que tiene ahondar en las creencias
y seguir a ese Cristo que veneras.
Tus hijos, bien lo sabes, te queremos.
Y tus nietos 
(nietas más bien: tres contra uno)
y familia y amigos, que aún te quedan.
Ojalá otro noviembre y muchos más
podamos celebrar tu cumpleaños.
Esta vez, por maldito, sin los besos.
Sólo con el amor de las miradas. 

Á. V.
Plasencia, 20 de noviembre de 2020


Mi madre en cuatro tiempos. El montaje es de mi hermano Fernando.