31.1.06
¿Castizo?
30.1.06
Unos versos de Ponç Pons
Sóc un poeta menorquí
que viu exiliat a la seva pròpia illa.
Escric per no morir-me,
com Sábato, de soledat
i també perquè és l’única
manera que conec de sobreviure.
Fragmento de Dirty Realism (Sheaffer)
29.1.06
Nieve
¡Menuda aventura! En lugar de comer la paella al lado de la lumbre, la hemos disfrutado en casa con calefacción. No es lo mismo, pero...
Spinoza por Damasio
Así empieza la reseña que del libro de Antonio Damasio, En busca de Spinoza (Editorial Crítica), publica Martí Domínguez en el suplemento Cultura/s de La Vanguardia. Dan tantas ganas de leer el resto de la nota crítica como el libro del neurólogo portugués, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2005.
28.1.06
25.1.06
El ciprés y la sombra
Íbamos a enterrar a Gloria Castelao Villanueva. Lejos de su Taramundi natal. El funeral -corto, sencillo- tuvo lugar en la pequeña capilla románica de San Juan Bautista de Cenero, conocida popularmente como La Abadía. Después nos acercamos al cementerio. Recordé entoces un poema propio, inspirado en ese mismo sitio: El ciprés y la sombra, dedicado a la memoria del marido de Gloria, Pedro, garganteño y emigrante que descansa allí.
El regreso fue un rápido viaje a través de los bancos de niebla y la noche con la memoria puesta en los momentos felices que vivimos al lado de tía Gloria, una mujer alta y muy activa que nunca perdió el acento gallego de su apellido. Siempre estará con nosotros. En la galería de su casa natal, por ejemplo. O atendiendo una fabes que hierven en el fuego poco a poco.
A las once y media llegábamos a casa. Hay días...
24.1.06
Qué Valverde
22.1.06
El paseo largo
Aforismos de Aramburu
Carta de Parla
20.1.06
Del blog de Arcadi Espada
Cataluña es una financiación.
19.1.06
Canetti dixit
(Citado por Jordi Doce en su ensayo El baile del poeta, perteneciente a su libro Curvas de nivel, Artemisa, 2005)
17.1.06
Isla de Elca
16.1.06
Curvas de nivel
Aparece el volumen, muy bien editado (con cubierta del pintor Joan Hernández-Pijuan, recientemente desaparecido), en una nueva editorial, Artemisa. En su colección niké. El próximo miércoles se presentan tanto la editorial como sus primeros libros en Madrid, en el Círculo de Bellas Artes.
14.1.06
Nacionalismos literarios
Del blog de Jesús G. Calderón
(Los seres de cristal)
13.1.06
Soledad Gallego-Díaz
Poetas y filósofos
Tomo del blog de Ruy Ventura esta frase del ensayista António Cândido Franco: "Assim sendo, os poetas são os filósofos que falam (como os filósofos serão os poetas calados)".
11.1.06
Pombo dixit (en los periódicos)
Según el poeta (y novelista y académico) Álvaro Pombo «los poetas son muy chinches» y, de manera general, los considera «mala gente», que disfrutan regondeándose en las claves de «su poética», igual como el artista minimal, paradójicamente, «escribe libros de seiscientas páginas». «Hay algo de deicida, exagerado e inmoral en los poetas», sentencia el autor de «Contra natura».
Por contra, «hay algo de moral en el narrador».
Recuerda Álvaro Pombo que Juan Ramón Jiménez, era aquel poeta que decía cosas como «iracundos de hiel y sin sentido». «¡Yo empleo mucho esa frase!», comentó con mucha sorna Pombo. De ahí que Guillén y Salinas dijeran de Juan Ramon: «¡Hijo de la gran violenta!». En su perorata, lúcida y desinhibida, contra los poetas y su amor inconmesurable a «su poética» recordó que el «poeta es palabrón». «Platón expulsó a los poetas ¿Por qué? Porque siempre que hay un narrador aparecen veinte poetas».
Para culminar esta «venganza contra los poetas españoles», Pombo añadió que los poetas no suelen cantar a las democracias sino a los régimenes totalitarios: de por sí ellos parten de una estructura dictatorial. Como ejemplo, entre tantos, es su manera de vestir (mal). «Visten con nostalgia boliviana. Los poetas van mal porque ellos saben que están en su sitio».
(© Manuel Calderón)
10.1.06
Villoro y la poesía
Estadística y poesía empieza así: "Hace poco coincidí en un avión con el poeta David Huerta. Entre la variada clientela que volaba a Guadalajara, él se distinguía por una gorra azul que le sentaba de maravilla y lo inscribía en la tradición de los poetas náuticos (Neruda, Mutis, Rojas, Barral, Alberti, entre muchos otros). Me pregunté qué pasaría si yo me pusiera la misma gorra: parecería un inspector de boletos. Los ciudadanos comunes usan gorras por frío, exigencia militar o quimioterapia. Los poetas son únicos. Capitanes de altura sin tripulación alguna, demuestran, como Paul Éluard, que "el mundo es azul como una naranja". ¿A que apetece seguir leyendo?
7.1.06
Siles lee a Zagajewski
Mena
6.1.06
Austerlitz y Ferlosio
Con este pecio cierra Ferlosio su artículo de hoy en El País, cuando hace exactamente cincuenta años que ganó el premio Nadal con El Jarama.
A vueltas con Galán
5.1.06
La entrevista perfecta
La clave de toda entrevista es el tipo de conexión psicológica que se establece entre las partes ya que en palabras de Salvador Pániker, "todo entrevistado queda reducido a los límites mentales de su entrevistador". El caso más exagerado de entrevista empática es la que Truman Capote realizó a Marlon Brando en 1956 bajo el título ´El duque en sus dominios´. Capote emborrachó al actor y le contó su vida y su triste infancia hasta conseguir que Brando le abriera a su vez su corazón y hablara, entre otras cosas, de su madre alcohólica. Brando montó en cólera cuando vio el texto impreso porque no había autorizado a Capote a recoger estas confidencias. Un texto excepcional, pero éticamente reprobable, ya que es fruto de un abuso de confianza. Dentro de un margen más profesional, y en el terreno escrito, hay varios tipos de "entrevista perfecta". El primero se da cuando un buen entrevistador plantea preguntas que le preocupan a él de forma personal. Eso imprime a la entrevista tensión y viveza. Así ocurre con las realizadas por el propio Pániker con intelectuales y políticos en los años 60 y recogidas en sus libros de ´Conversaciones´ en Catalunya y en Madrid. El entrevistador se autoerige al nivel del entrevistado. El segundo tipo aspira a todo lo contrario: el entrevistador se ha documentado a fondo y lo que pretende es formular las preguntas correctas para que el entrevistado formule con la máxima fluidez sus verdades y conocimientos. El mejor ejemplo se halla en el libro de Guy Sorman ´Los verdaderos pensadores de nuestro tiempo´. Un modelo peculiar es el de la entrevista adversa, en que el entrevistado adopta una posición abiertamente crítica frente al entrevistado. La pregunta es ¿por qué alguien va a someterse a semejante trato? Una respuesta la tenemos en los años de la Transición, cuando figuras que venían del franquismo aceptaban entrevistas que sabían adversas para adquirir legitimidad, y eso dio pie a textos memorables de Rosa Montero o del tándem Ramoneda/ Martí Gómez. Hoy abunda el modelo de entrevista en serie o promocional, en la que funciona el modelo cínico que acuñó Norman Mailer. "A los periodistas -aconsejaba a una amiga- nunca les contestes; te pregunten lo que te pregunten, tú has de explicarles lo que tú quieres que se publique. Sobre todo, dales un buen titular. La frase-titular pronúnciala despacito, para que puedan apuntarla. A los que van con casette cuéntaselo todo en los diez primeros minutos, el resto nunca tienen tiempo de transcribirlo". Dar la vuelta a este planteamiento exige del entrevistador el esfuerzo más perfecto.
© SERGIO VILA-SANJUÁN - Cultura/s. La Vanguardia, 04/01/2006
3.1.06
Ponç Pons
Según la nota de prensa, Pons (Menorca, 1956) es licenciado en Filología Hispánica y Catedrático de Literatura Catalana en el Instituto de Alaior. Profundo conocedor de las literaturas francesa y portuguesa, es autor de una valiosa obra poética en catalán entre la que destaca: Al Marge (1983), Lira de Bova (1987), Desert encès (1989), On s'acaba el sender (1995, Premio Ciutat de Palma Joan Alcover), Estigma (1995, Premio Jocs Florals de Barcelona y Premio de la Crítica), El Salobre (1996, Premio Carles Riba), Abissínia (1999), Nura (Viola d'Or en los Jocs Florals de Barcelona) y Pessoanes (2003, Premio Alfons el Magnànim y Premio de la Crítica de l'Associació d'Escriptors).
Como traductor ha ganado el Premio "Cavall Verd" de la Crítica con Quatre poetes portuguesos. Ha publicado una antología de Sophia de Mello Breyner Andresen y ha traducido a Quasimodo, Montale y Antonio Ramos Rosa.
Confieso que su poesía fue para mí eso que llamamos un descubrimiento. Fue gracias a un poema suyo que publicó ABC Cultural. Desde entonces no dejo de perseguir sus versos (sobre todo a través de internet). Y de releerlos.
He querido explicarle que cuando utilicé ese manido término (perdón, Gonzalo) era un poeta en ciernes, que no me refería al escritor que ya es. Mis disculpas.
Cuando a uno le califican de "promesa", a lo de joven, que va por añadidura, se añade una esperanza de futuro que debe ser gratificante. Por lo demás, me preocuparía que la seguridad y la prisa se colaran de rondón en una carrera (llamémosla así) que apenas ha comenzado. De eso, a mi edad, puedo dar fe.
2.1.06
¡Vaya par!
¡Qué carátula salía de ahí, amigo Ismael!
Luces... y sombras
1.1.06
El cierre de Gumersindo
Los dos hermanos que lo han regentado desde que uno vive (la tienda nació como bazar, hace setenta y cuatro años, fundada por su padre) son tipos curiosos, con intereses culturales, miembros de la invicta directiva de la Asociación Cultural "Pedro de Trejo". Han sido personas de Semana Santa, de procesiones y cofradías. Vamos, placentines típicos por cualquier lado que se les mire.
Se les echará de menos.
Nueva incorporación
Algunos ya nos dimos cuenta hace tiempo (poco, José Manuel es un bebito) de que el muchacho prometía. Quien dice el muchacho quiere decir sus poemas y sus canciones. En eso estamos.
Balance
Es normal hacer balance de lo ocurrido a lo largo del año el día que se termina. Uno es más de hacer arqueo que de aventurar previsiones. El futuro, siquiera sea el más próximo, siempre me ha parecido un animal peligroso. Efectos colaterales de la melancolía, por decirlo con Jean Clair.
2005 no empezó bien. Como a tantos, la gripe me pilló de lleno. Hacía años que no tenía que meterme en cama por culpa del malestar general y la fiebre. En esas condiciones tan penosas (más para un varón hipocondriaco), entre toses y sudores, recibí la caja con los primeros ejemplares de mi segunda novela lo que convirtió una ocasión festiva en otra un poco lamentable, por más que luego me haya dado satisfacciones, las suficientes para compensar aquella primera visión febril de la cubierta de Seix Barral.
Después de Yolanda, leyó esa novela a Fernando Pérez. Estaba recién salida del horno (con forma de portátil). Era poco más que un borrador lo suficientemente elaborado. Sin su criterio no me hubiera atrevido a dar los sucesivos pasos que tuve que dar para que llegara el 5 de enero, como si de un regalo de Reyes se tratara, a los pies de mi lecho de enfermo. Tan fiable era su opinión para mí. Este detalle minúsculo, sí, pero, como todo lo pequeño, sumamente importante, da la justa medida de lo que para uno ha supuesto su pérdida. Para mí, ésa ha sido, sin duda, la peor noticia del año. Que muriera Fernando no entraba en mis cálculos, ni a sabiendas de que una enfermedad traicionera le había atacado sin compasión. Todavía hoy, varios meses después de aquel 26 de agosto de aciaga memoria, sigo sin comprender, sin asumir, esa penosa ausencia.
Que uno haya ocupado, con tanta tristeza como orgullo, su silla en la Editora no sé si complica o suaviza el trance. Me hace estar más cerca de él, es cierto, pero también me obliga a echarle aún más de menos cuando de tomar decisiones se trata. Por fortuna, uno trabaja con el mismo equipo profesional que le acompañó, lo que hace todo mucho más llevadero. Además, me esforcé en aprender de él todo lo que pude y ese apasionado aprendizaje me ayuda no poco en la tarea.
Antes de irse, tan callada y discretamente, con la complicidad del profesor Juan Gil, tuvo tiempo de legarnos una exposición inolvidable, Extremadura en sus páginas: del papel a la web, de la que quienes la han visto no han dejado de difundir virtudes. Este hito de 2005 es también obra suya. Una muestra que ha sido el núcleo de un año que Extremadura quiso que fuera el “del Libro y la Lectura”.
Como lo tuvo para alegrarse de que tres personas que le apreciaban y a las que él apreciaba, Landero, Cercas y Campos, fueran premiados. Los dos primeros con la Medalla de Extremadura y con el Extremadura a la Creación el tercero.
Otro de los acontecimientos culturales relevantes de 2005 ha sido la puesta en marcha, en colaboración con la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, del primer Observatorio del Libro y la Lectura de Extremadura, el primero de España y uno de los primeros de Europa, que, por eso, ha sido tomado como ejemplo por el Gobierno de la nación para crear el suyo propio. Esto, que un resentido calificaría de “tinglado” (la ignorancia, se suele decir, es atrevida), justifica por sí sólo un Plan que ha dado frutos y que aún dará más, pues está basado en la absoluta necesidad de remontar el desfase porcentual en lo que a índices de lectura respecta. Por cierto, cuando un inocente e inevitable Plan de Fomento de la Lectura de ámbito regional, similar en sus contenidos y ambiciones al nacional (que promovió, ya ven, el Partido Popular durante su gobierno), es menoscabado y puesto en cuestión por le rencoroso de más arriba (en su condición, eso sí, de portavoz de su grupo), las razones no habrá que buscarlas en la buena lógica sino en la burda sinrazón; en el absurdo y no en la política.
Tampoco le han faltado a uno satisfacciones (tantas como trajines) por culpa del primer Centenario de la muerte de José María Gabriel y Galán. Se han llevado a cabo numerosas actividades que, bajo una exigencia de calidad, han servido para analizar la vida y la obra del poeta fallecido en Guijo de Granadilla, algo que, como dije en su momento, es mucho más provechoso que recitar sus poemas a los pies de las estatuas (no digamos canturrearlos). Lo mejor de todo eso quedará en tinta sobre papel: las Obras Completas, sí, pero también las actas del curso de verano de la UEX-FAEY que tuvo lugar en Yuste y el número extraordinario de la revista Alcántara, de la I. C. “El Brocense”, que el año que termina, como recordamos aquí atrás, ha celebrado su vigésimo quinto aniversario.
(Del HOY)