11.4.12

El río y Piglia

"Habitualmente los narradores más líricos y más atentos al paisaje narran el río. Se han escrito varias obras maestras en esa línea: Zama de Di Benedetto, El limonero real de Saer, Sudeste de Conti, La ribera de Wernicke, Hombre en la orilla de Briante. Buscan la lentitud; tienden a narrar en presente lo que ya sucedió. Algunas novelas de Conrad se mueven en esa dirección: el tiempo muerto es la motivación del relato. En El corazón de las tinieblas mientras espera que suba la marea del Támesis, Marlow cuenta la historia. Cuanto más profunda es la quietud, más intensa es la narración. La dispersión del flujo del tiempo se frena y la bajante, la calma, la creciente que no llega, se convierten en una metáfora del arte de narrar".
En Babelia / El País.