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30.9.09
El nuevo círculo de Ceferino
El fotógrafo Ceferino López, fundador de Babia, ha iniciado una nueva aventura. Se trata de El círculo vicioso. Juan Domingo Fernández ha hablado con él.
29.9.09
X Congreso de escritores extremeños
Bajo el rótulo Lecturas hispanoamericanas, se celebrará en Cáceres durante los días 7 y 8 de noviembre. Los directivos de la Asociación de Escritores Extremeños han abierto un blog con toda la información. Por si alguien se anima.
Ahora, Muñoz Rojas
No quisiera uno parecer necrófilo, pero me sorprende de nuevo la muerte de un poeta al que estimaba, José Antonio Muñoz Rojas. Estaba a punto de cumplir, era cosa de días, cien años. Mis primeras lecturas vinieron a través de la edición facsímil de la revista Cántico, donde colaboró de joven, y de las páginas de otra revista, la extremeña Capela (del inolvidable Carande), donde era asiduo. Su libro más conocido, Las cosas del campo, me lo trajo Gonzalo de la madrileña Cuesta de Moyano, en la edición de Destino. Luego llegó el momento del reconocimiento, de la mano de Pre-Textos. Gracias a Manolo Borrás y a sus socios tenemos Muñoz Rojas para rato. Una suerte.
Crucé alguna carta con él. Antes debí contarle que el último poema de mi primer libro lo escribí gracias al artículo que publicó en la citada Cántico donde relataba su visita a Eliot en su despacho de Lloyd's en Londres.
Precisamente con Borrás hablé hace poco del viejo poeta. Con la vista puesta en la celebración del centenario. Y con mi paisano Juan Luis Hernández Mirón, profesor en la Universidad San Pablo CEU, que dedicó al de Antequera su tesis doctoral.
En la antología preparada por el profesor Soria Olmedo para conmemorar el 40 aniversario de Tusquets se publica de nuevo "Cambridge, 1936" donde me tomé el atrevimiento de convertir a Muñoz Rojas en personaje poético.
Crucé alguna carta con él. Antes debí contarle que el último poema de mi primer libro lo escribí gracias al artículo que publicó en la citada Cántico donde relataba su visita a Eliot en su despacho de Lloyd's en Londres.
Precisamente con Borrás hablé hace poco del viejo poeta. Con la vista puesta en la celebración del centenario. Y con mi paisano Juan Luis Hernández Mirón, profesor en la Universidad San Pablo CEU, que dedicó al de Antequera su tesis doctoral.
En la antología preparada por el profesor Soria Olmedo para conmemorar el 40 aniversario de Tusquets se publica de nuevo "Cambridge, 1936" donde me tomé el atrevimiento de convertir a Muñoz Rojas en personaje poético.
28.9.09
Jeanette
Viene la cantante Jeanette a Cáceres para recoger un premio y por eso me acuerdo de que durante el curso 1976/77 me desperté cada mañana con su canción "Por qué te vas". En el Colegio Menor "Donoso Cortés"... de Cáceres.
26.9.09
Hemeroteca de ABC
En efecto, el diario ABC ha puesto a disposición de los lectores su impresionante hemeroteca. Una auténtica "isla del tesoro", como la califica Antonio Astorga, con documentos publicados en el periódico madrileño desde 1891 hasta hoy. Según se informa, "el fondo documental que alberga ABC.es, disponible para todos los públicos de manera gratuita, cuenta con cinco millones de páginas que incluyen, además de los más de 60.000 números del diario que se han editado hasta hoy en las ediciones de Madrid y Sevilla, todas las páginas de las revistas y suplementos de la histórica cabecera".¡Menudo botín!
25.9.09
Carreteras
Unos cuantos parroquianos evocaban en un bar placentino los viajes de antes. Trayectos en coche a lugares relativamente cercanos. A Béjar, a Salamanca, a Ávila, a Cáceres... Por carreteras nacionales o secundarias. Mencionaban los innumerables sitos donde se paraba. Cada poco. Lo del alcoholímetro, claro, no existía. Todo empezó cuando uno de ellos comentó un rápido viaje a Salamanca la tarde anterior por la autovía. Escuchaba uno los nombres del pasado: el Roma, el Solitario, Cuatro Calzadas, la Perala... El del mesón, el puticlub, el ventorro, el restaurante... Lugares de parada habitual situados en pueblos por lo que ya casi nadie pasa (Cañaveral, Baños, Piedrahita, Guijuelo...) o levantados en enclaves significativos (el puerto de Vallejera, el de los Castaños, el de Villatoro...) o en medio de la nada.
Ayer, en un rapto de nostalgia, volví de Cáceres por la N-630. ¡Cuántos recuerdos! Grimaldo me pareció más bonito que nunca, las curvas del Tajo (sin camiones ni cosechadoras) una seca delicia. Vi nuevas casas de campo, árboles que han crecido cerca del cruce de Garrovillas y, sobre todo, una película que con recurrencia remitía a los años perdidos entre sus rectas y sus curvas. Si se me permite el exabrupto, llegó un momento en que podría haber realizado ese camino con los ojos cerrados. O casi. Alguna vez quizás lo hice. Seguramente era de noche.
Hace unos días bajé a Jaén. Salvo unos pocos kilómetros entre Torrijos y Toledo, siempre por autovía. De haberlo hecho por las viejas carreteras, el largo viaje habría sido, sin duda, del todo distinto. Sólo en Despeñaperros (que para un vecino de Monfragüe puede parecer un Salto del Gitano a lo bestia) pude atisbar aquella épica. O cuando la vía rápida te acerca al tradicional cementerio de Santa Cruz de Mudela (donde está enterrada nuestra querida Pilar). Poco más.
Por cierto, Jaén ya ha dejado de ser aquella imagen de su catedral en el cromo de un álbum infantil. Es verdad que llegué, poco o nada vi (me alojé en la parte nueva, abajo) y me marché. Vamos que, a pesar de que estaba deseando visitar esa hermosa ciudad del Sur, sigo sin conocerla. Será. O eso espero.
Ayer, en un rapto de nostalgia, volví de Cáceres por la N-630. ¡Cuántos recuerdos! Grimaldo me pareció más bonito que nunca, las curvas del Tajo (sin camiones ni cosechadoras) una seca delicia. Vi nuevas casas de campo, árboles que han crecido cerca del cruce de Garrovillas y, sobre todo, una película que con recurrencia remitía a los años perdidos entre sus rectas y sus curvas. Si se me permite el exabrupto, llegó un momento en que podría haber realizado ese camino con los ojos cerrados. O casi. Alguna vez quizás lo hice. Seguramente era de noche.
Hace unos días bajé a Jaén. Salvo unos pocos kilómetros entre Torrijos y Toledo, siempre por autovía. De haberlo hecho por las viejas carreteras, el largo viaje habría sido, sin duda, del todo distinto. Sólo en Despeñaperros (que para un vecino de Monfragüe puede parecer un Salto del Gitano a lo bestia) pude atisbar aquella épica. O cuando la vía rápida te acerca al tradicional cementerio de Santa Cruz de Mudela (donde está enterrada nuestra querida Pilar). Poco más.
Por cierto, Jaén ya ha dejado de ser aquella imagen de su catedral en el cromo de un álbum infantil. Es verdad que llegué, poco o nada vi (me alojé en la parte nueva, abajo) y me marché. Vamos que, a pesar de que estaba deseando visitar esa hermosa ciudad del Sur, sigo sin conocerla. Será. O eso espero.
23.9.09
Sánchez-Ostiz
Me ha hecho ilusión encontrarme con el blog de Miguel Sánchez-Ostiz, a quien con tanta y vieja pasión uno ha leído. No dejo de picotear en él. A la busca del tiempo perdido.
22.9.09
Un editor
Ha muerto Antonio López Lamadrid, editor. Lo comentan también Fernando Valls y Sergio Vila-Sanjuán. Junto a Beatriz de Moura y un sólido equipo de colaboradores han logrado hacer de Tusquets uno de los sellos más importantes del panorama editorial iberoamericano. Mi pésame a esa casa que, por respeto a su memoria, debería seguir celebrando su flamante 40 aniversario.
19.9.09
Vuelve Gomá
Javier Gomá publica un nuevo libro, Ejemplaridad pública (Taurus). Nuria Azancot lo ha entrevistado para El Cultural.
15.9.09
Diego Jesús
Otro poeta que se nos muere. Y, lo que es peor: otro amigo. De tiempo. Desde que le invitó a uno a la sede conquense de la Menéndez Pelayo para el encuentro poético La ceremonia de la diversidad. Allí estuban, entre otros, Manuel Rico, que hoy escribe su necrológica en El País, y Luis García Jambrina que hace lo propio en ABC. Aquellos días, para lo bueno y para lo malo, no serán fáciles de olvidar. Luego coincidimos en Verines y durante varios años en Badajoz. Cuando Gamoneda abandonó la presidencia del Ciudad de Badajoz, Ángel invitó a Diego Jesús Jiménez a ocupar su plaza. Y así fue hasta que doña Consuelo y los suyos acabaron con el invento.
Ayer le mandé el pésame a Társila, siempre tan cerca.
Sí, nos quedan sus libros. ¡Qué poemas!
Ayer le mandé el pésame a Társila, siempre tan cerca.
Sí, nos quedan sus libros. ¡Qué poemas!
12.9.09
11.9.09
Setenil
El último libro de Juan Ramón Santos es finalista del Setenil. Lo cuenta Fernando Valls. Eso ya es un premio.
El "Alfonso"
Mi primer destino como funcionario de carrera (se decía así) fue en el Colegio Público "Alfonso VIII" de Plasencia. De eso hace veinticuatro años. Fui para cubrir una baja que se esperaba de larga duración y estuve allí apenas un trimestre. Vuelve uno ahora a ese centro educativo (tras un curso de paso) como "definitivo" y, si las cosas no se tuercen o me toca la lotería, ahí me jubilaré.
En ese colegio, por cierto, estudiaron la Primaria mis dos hijos y a su AMPA pertenecimos su madre y yo.
En ese colegio, por cierto, estudiaron la Primaria mis dos hijos y a su AMPA pertenecimos su madre y yo.
Es fácil suponer que uno está muy unido al "Alfonso", como vulgarmente se le ha llamado siempre. Por eso he elegido quedarme. Buenas compañeras y compañeros (por una vez hago el enojoso distingo) y un equipo directivo eficiente. En consecuencia, una buena atmósfera de trabajo. Además, está a cinco minutos andando de mi casa, que para un judío errante como yo, no es poco. De 1986 a 2008 cogí el coche cada día laborable para ir a la tarea.
Si uno ha podido pedir ese centro, puntos y edad aparte, es porque varios maestros se han jubilado. Uno de ellos, que representa muy bien a la excelente estirpe de educadores que ha tenido y tiene esta ciudad, Pedro Jiménez, me decía que cuando le preguntaban quién iba a sustituirle contestaba: Álvaro Valverde. Adelantaba acontecimientos, es verdad, pero al final se ha salido con la suya. Daré clases a sus alumnos de 5º, este curso ya en 6º. Le dije en aquel momento cordial que me sentía muy honrado de ser su sustituto y halagado por que me considerara un digno sucesor suyo. Me lo ha puesto difícil. Es mi sino.
En el pasado, compartimos muchas mañanas de sábado hojeando libros en la vieja librería Cervantes. Nos saludábamos al llegar y al salir. Sí, don Pedro -como le llama mi hijo- ha sido y es un gran lector, algo que ha favorecido la sintonía.
Ahora, ya mismo, con permiso de la gripe A, me esperan unos meses intensos por delante. Espero que un poquito menos enérgicos que los del curso pasado. Siquiera por cincuentón.
Si uno ha podido pedir ese centro, puntos y edad aparte, es porque varios maestros se han jubilado. Uno de ellos, que representa muy bien a la excelente estirpe de educadores que ha tenido y tiene esta ciudad, Pedro Jiménez, me decía que cuando le preguntaban quién iba a sustituirle contestaba: Álvaro Valverde. Adelantaba acontecimientos, es verdad, pero al final se ha salido con la suya. Daré clases a sus alumnos de 5º, este curso ya en 6º. Le dije en aquel momento cordial que me sentía muy honrado de ser su sustituto y halagado por que me considerara un digno sucesor suyo. Me lo ha puesto difícil. Es mi sino.
En el pasado, compartimos muchas mañanas de sábado hojeando libros en la vieja librería Cervantes. Nos saludábamos al llegar y al salir. Sí, don Pedro -como le llama mi hijo- ha sido y es un gran lector, algo que ha favorecido la sintonía.
Ahora, ya mismo, con permiso de la gripe A, me esperan unos meses intensos por delante. Espero que un poquito menos enérgicos que los del curso pasado. Siquiera por cincuentón.
9.9.09
Villa Triste
Cuento los días que faltan para que pueda empezar a leer la nueva novela de Modiano, Villa Triste (Anagrama). Mientras, me encuentro por casualidad con este comentario: "Encontré en un breve relato de Patrick Modiano que se titula Villa Triste ese clima recogido y apacible de luto blanco -esas avenidas frescas donde se rastrillan cada mañana sus hojas muertas, esos tilos, esos hoteles de color crema azotada: Bellerive o Beaurivage, a ras de agua lisa contra el muro glauco de la montaña, esas villas termales fantasmas del otoño donde los transeúntes parecen a la vez ligeros y menos ruidosos que en otros lugares. Y es un bello libro". Pertenece a Julien Gracq y está recogido en su libro Leyendo escribiendo (Fuentetaja). Ni que decir tiene que aún tengo más ganas que antes de iniciar esa lectura.
7.9.09
Zoki en Babelia
Se han publicado en Babelia dos hermosos textos (¿poemas, cuentos?) del próximo libro de Francisco Javier Irazoki, Los descalzos.
Stifter y el paseo
"Son muchos los que piensan que pasear es una de las actividades humanas más ricas y más misteriosamente satisfactorias y que un paseo puede ser una de las grandes experiencias que puede tener una persona. El gran contemporáneo de Stifter, William Wordsworth, también fue ante todo un autor de paseos, que pueden ocupar un soneto («Sobre el puente de Westminster») o un extenso poema («Resolución e independencia», «Un paseo al atardecer»). Otros autores de paseos son Dante, Francesco Colonna, Baltasar Gracián y toda la tradición del paseo alegórico (que algunos considerarán, quizá, un falso paseo, y cuyo principal heredero moderno es Raymond Roussel), Rousseau, Thomas Hardy, cuyas novelas están compuestas a base de paseos y viajes a pie, Walt Whitman, heredero directo de Wordsworth, y Robert Walser, creador de la moderna escuela paseística que tan bellos frutos ha dado en las obras de Sebald". Andrés Ibáñez. En "Stifter y el paseo", ABCD las Letras y las Artes.
6.9.09
Yolanda Pantín
Estoy con la poeta venezolana Yolanda Pantín cuando escribe: "La poesía como un reducto/del vigía" y "El poeta: un lector/en estado de alerta". Sus dos poemas de ayer en ABCD dan en la diana.
4.9.09
Sobre sabios, bobos y malvados
Félix de Azúa publica en El País un excelente artículo, como suelen ser los suyos, sobre Steiner. No lo habrá leído igual mi querido Romeo, al que saludo desde aquí y a quien espero volver a leer mañana mismo en ABC.
Me quedo con este párrafo: "Creo que lo que más he apreciado en George Steiner es la infrecuente atadura de modestia y soberbia, humildad y orgullo, que asocio con los judíos de novela centroeuropea. Aquellos ciudadanos que inclinaban la cabeza o bajaban de la acera cuando se cruzaban con un oficial vienés, pero que sabían con certeza cristalina que el mundo germánico podía prescindir de la totalidad del Ejército austriaco (y así fue), pero quedaría reducido a un cuartel de borrachos si se destruía a los judíos de Viena. Y así fue".
Me quedo con este párrafo: "Creo que lo que más he apreciado en George Steiner es la infrecuente atadura de modestia y soberbia, humildad y orgullo, que asocio con los judíos de novela centroeuropea. Aquellos ciudadanos que inclinaban la cabeza o bajaban de la acera cuando se cruzaban con un oficial vienés, pero que sabían con certeza cristalina que el mundo germánico podía prescindir de la totalidad del Ejército austriaco (y así fue), pero quedaría reducido a un cuartel de borrachos si se destruía a los judíos de Viena. Y así fue".
2.9.09
Compás de espera
Pueden estar tranquilos los pacientes y silenciosos amigos de Ángel Campos Pámpano, así como todos aquellos que reconocen en él a uno de los poetas más interesantes del panorama literario español de fin de siglo, uno de sus traductores (del portugués) más lúcido y, por añadidura, una de las personas que más y mejor hizo por la normalización de la cultura en esta Comunidad Autónoma. Ya que éste no ha sido, se dice que el año que viene le será concedida, con toda justicia, la Medalla de Extremadura. Será postpóstuma, pero será. El decreto, al parecer, lo permite. No hay prisa. Si no la hubo para concedérsela en vida...
Podría entrar en detalles, pero, como Bartleby, preferiría no hacerlo.
Me alegro, cómo no, por mis condecorados amigos Miguel Murillo y Jesús Sánchez Adalid. Sé que a ellos no les habría parecido mal que se la hubieran dado a Ángel. Menos en una edición que celebra a Portugal, un país del que fue excepcional embajador. Ironías del destino, como suele decirse.
Esperemos, en fin, que no se repita una sinrazón: la que se cometió, por ejemplo, con Fernando T. Pérez González, al que se la negaron. Para siempre. Como Ángel Campos Pámpano, uno de los grandes valedores de la cultura de esta tierra; alguien que estuvo también en primera línea a la hora de recuperarla para la dignidad, la literatura y la historia.
Podría entrar en detalles, pero, como Bartleby, preferiría no hacerlo.
Me alegro, cómo no, por mis condecorados amigos Miguel Murillo y Jesús Sánchez Adalid. Sé que a ellos no les habría parecido mal que se la hubieran dado a Ángel. Menos en una edición que celebra a Portugal, un país del que fue excepcional embajador. Ironías del destino, como suele decirse.
Esperemos, en fin, que no se repita una sinrazón: la que se cometió, por ejemplo, con Fernando T. Pérez González, al que se la negaron. Para siempre. Como Ángel Campos Pámpano, uno de los grandes valedores de la cultura de esta tierra; alguien que estuvo también en primera línea a la hora de recuperarla para la dignidad, la literatura y la historia.
Rafael Cadenas
Angst
No es nada, nada
algo sin trascendencia,
nada.
Una dificultad leve
en la respiración.
Problema de angostura
parece.
¿Acaso no sabías
que la puerta es estrecha?
No es nada, nada
algo sin trascendencia,
nada.
Una dificultad leve
en la respiración.
Problema de angostura
parece.
¿Acaso no sabías
que la puerta es estrecha?
Al poeta le han concedido el premio Lenguas Romances, antes Juan Rulfo, en Guadalajara (México). Hay una antología muy completa del venezolano en Pre-Textos.
1.9.09
La reina lee
Aunque uno tiene prevención hacia los libros muy vendidos (en poco tiempo), reconozco que me lo he pasado muy bien leyendo Una lectora nada común, de Alan Bennett. Aunque la primera es de 2008, Anagrama habrá tirado ya, si no equivoco, cinco ediciones de una novela corta que comentó muy bien Jane Shilling en The Times: "Tan grande es el encanto de este libro, que podríamos fácilmente tomarlo por un amable jeu d'esprit; una de esas agudas, melancólicas fábulas realistas que Bennett urde con inmensa maestría. Pero es más que eso. Bajo su atractivo más inmediato, bulle una salvaje indignación, digna de Jonathan Swift, contra la estupidez, el filisteísmo y la arrogancia del poder, y una apasionada defensa del poder civilizador del arte".
Qué bien les vendría a unos cuantos que conozco. Pero claro, hay que leer.
Qué bien les vendría a unos cuantos que conozco. Pero claro, hay que leer.