31.12.13

Elías Moro dixit

Esta semana en Letras desnudas le ha tocado el turno a Elías Moro. Entre otras cosas, dice:
-¿Cómo se define Elías Moro?
-Como un lector que escribe con la aspiración de que se le note la pasión que siente por las palabras
-¿Con Wert la cultura está Manga por hombro?
-Wert es un megalómano mediocre. A éste sí se le nota de sobra un absurdo y dañino deseo de notoriedad. Pobre; no merecerá ni una línea en los libros de historia. O tal vez sí, pero en la de la infamia. Quien se cree en posesión de la verdad está condenado a acabar estrellándose contra ella tarde o temprano. En este caso concreto, espero que cuanto antes porque, más que manga que hombro, es tierra quemada lo que está dejando tras de sí en todo lo que toca. Muchas veces me pregunto cuál será la magnitud de nuestro pecado como país para padecer políticos tan anodinos, tan vulgares, tan nocivos. Culpa nuestra, seguramente, que los aguantamos apáticos en tantas ocasiones.
-Un Gasol de las letras extremeñas.
-Por su altura vital y cultural, por su legado poético, por su afán unificador de diferencias, mi maestro y amigo Angel Campos Pámpano.

30.12.13

Tagore

La exquisita editorial Cálamo ha publicado en su colección Ilustrados Cálamo Gitanjali (Ofrenda lírica), de Rabindranath Tagore, una serie de prosas breves que el propio autor seleccionó de su obra en bengalí y él mismo tradujo al inglés. 
La edición es preciosa, de un lujo elegante y nada pretencioso, y está ilustrada con acierto por Manuel Alcorlo. No es lo único destacable, más allá del texto en sí, de una de las obras maestras de la literatura universal. Al cumplirse el primer centenario de la concesión del Nobel al poeta indio, se recupera la traducción de Zenobia Camprubí, así como la dedicatoria de Juan Ramón Jiménez que la antecede. Por si eso fuera poco, los editores incorporan la introducción de W. B. Yeats, fechada en septiembre de 1912, año en el que aparece la primera versión de la obra en la lengua de Shakespeare.
Pocos regalos más bonitos para esta época de aguinaldos y reyes. Y menos a un precio tan razonable. 

Mi voto futuro

Como Sol Gallego-Díaz, "quien quiera mi voto tendrá que asegurar que:

1. Pondrá en marcha una comisión de personalidades independientes, con medios y autoridad para investigar cuánto dinero público se ha empleado en el rescate de las entidades financieras quebradas y por qué seremos el único país en el que los ciudadanos no recuperarán esa cantidad.

2. Incluirá en los cuadros macroeconómicos, juntos a los datos ya clásicos, como la inflación o el déficit, un índice que refleje la evolución de la desigualdad social.

3. Se comprometerá a imponer una transparencia efectiva en el sistema de partidos políticos y se aplicará a sí mismo una rigurosa moralidad pública, ofreciendo la inmediata dimisión de cualquier cargo público sospechoso, no ya de delito, sino de mala práctica.

4. Volverá a establecer una ley de plazos para la interrupción voluntaria del embarazo, de manera que fije claramente hasta qué semana una mujer puede decidir abortar.

5. Pactará una ley de educación a fin de que se comprometa su aplicación durante legislaturas de diferente signo político. La ley estará dotada de los medios necesarios para garantizar la efectiva igualdad de oportunidades. De la misma forma, garantizará un sistema de sanidad universal, pagado con impuestos". 

29.12.13

Brines y su mundo

La editorial sevillana Renacimiento ha publicado, con el título Huésped del tiempo esquivo. Francisco Brines y su mundo poético, un voluminoso homenaje de más de seiscientas páginas al poeta de Oliva. 
La edición literaria ha corrido a cargo de Sergio Arlandis, profesor de literatura española de la Universidad de Valencia. 
En él han colaborado casi una treintena de profesores, estudiosos y poetas; por orden de intervención, Guillermo Carnero, Ricardo Senabre, Marcela Romano, Carlos Marzal, Margaret Persin, Luis Antonio de Villena, Gabriele Morelli, José Luis Gómez Toré, Sergio Arlandis, Alejandro Duque Amusco, David Pujante, Agustín Reyes Torres, Antonio García Berrio, Ángel Luis Prieto de Paula, Giancarlo Depretis, Miguel Ángel García, José Andújar Almansa, Juan Carlos Abril, Fernando Ortiz, Juan Antonio Garrido Ardila, Mark C. Aldrich, Judith Nantell, Álvaro Salvador, Susana Cavallo y Vicente Gallego. Éste, uno de sus discípulos dilectos, amén de amigo del alma, escribe en su finca de Elca: "Paco camina hoy muy lentamente; me dice que ya no existe el futuro para él, que las sendas del pasado se borran en la sombra poco a poco... y luego levanta la cabeza y, mirándome con sus ojos negros, profundos, titilantes, me habla del presente, donde exhala el aroma seco, fuerte, casi crujiente, de la pinocha, donde todavía abren sus aspilleras las estrellas en la torre invencible de la noche."
Además de los enjundiosos ensayos y artículos sobre la obra de un poeta imprescindible, el libro incluye un álbum fotográfico que recorre la intensa vida de Brines. 
Uno se alegra muy especialmente de tener entre las manos este abultado homenaje. Grueso porque son muchos los interesados por sus versos y porque también puede presumir de numerosos amigos. Brines es, sin duda, uno de mis poetas favoritos y su poesía, a mi modo de entender, una de las más ricas y sobresalientes de nuestro panorama poético contemporáneo.

28.12.13

"Cerebro" dixit

Manuel Vicente González, a quien apodaron "Cerebro" durante su etapa de futbolista, fue entrevistado la semana pasada por Salvador Vaquero en El Periódico Extremadura

-¿Es más difícil meter un gol en las letras o en el fútbol?
-Mucho más difícil, por supuesto, meter un gol en el fútbol. No hay más que leer el libro ganador y el finalista del último Premio Planeta.

-Una anécdota divertida.
-Algunas de ellas se encuentran en mi último libro, Relatos de un trashumante . Por ejemplo, aquel día que me llevan a la UVI tras haber recibido un golpe en la cabeza y me paso buena parte de la noche -un ojo tumefacto, la boca deformada y un dolor considerable- observando el afán amoroso de un médico y una enfermera contra una columna de la sala.

-Un recuerdo de la infancia.
-La nieve: yo observando desde la ventana de la cocina cómo se afanaba mi padre en despejar con una pala la nieve, depositada a lo largo de la noche y que casi había cegado la puerta de la casa.

A modo de inocentada

Cartas al Director
HOY, 20/12/2013

27.12.13

Desangelados

La preciosa colección granadina "O gato que ri", de Entorno Gráfico Ediciones, se estrena con Nos han robado un ángel, del veterano poeta y editor Jesús Munárriz  (San Sebastián, 1940). 
Una anécdota nada divertida justifica el título: el robo (el 6 de noviembre de 2008) de un ángel, una talla en madera policromada del siglo XVIII que estaba en la librería Hiperión, viejo conocido de todos los que pasamos alguna vez por la mítico local de Salustiano Olózaga. Una nota, con fotografía incluida, explica la situación y ruega al hipotético lector que, de tener alguna noticia sobre la figura, dé cuenta al librero o a las autoridades policiales acerca de su actual paradero. 
 "Desangelados", precisamente, se titula el primer poema y con él ya tenemos dos pistas -la otra es la nota en sí- de por dónde transcurre esta poesía, que no es otro que por el camino de la realidad. O, si se prefiere, del realismo. No me da miedo esa palabra. Lo expresa con absoluta claridad en el poema "La voz": "El personaje que habla en mis poemas, / lo siento, sí soy yo, aunque esté mal decirlo; / en ese personaje podéis ver mi retrato, / no me gusta mentiros." Y sigue: "Bajo mi nombre está, / entero y verdadero, el que esto escribe." Y termina: "avalo sus palabras con mi vida." Dicho esto, no es extraño que los poemas de este libro hablen de la soledad ("Del exterior no esperes / nada que no florezca en tu interior."); la vida y la muerte ("¿Qué somos sino vida , / sino muerte anunciada?"); de ángeles muy humanos; de librerías de viejo y obras prescindibles; de mujeres y últimas voluntades; de sus amados Aldana y Heine (al que dedica unas "versiones"); de "Consejos y advertencias del poeta precavido" (un poema con irónica enjundia: "No dejes que la historia se entrometa en tus versos; / aquí, si tú no quieres, nunca ha pasado nada. / Ni que la realidad eche a perder tus ocurrencias; / en tus poemas, tú eres dios."); del añorado Manolo Vázquez Montalbán; del sirimiri que mojó a un grupo de republicanos vascos en Madrid, calle San Bernardo arriba; del Madrid heroico de la Guerra Civil; de su infancia en Donosti, años cuarenta; de las cobardes ventajas de la odiosa ambigüedad ("De lo ambiguo no viene / nunca la claridad."); de Marx, a quien tanto echa en falta: "¿Qué nos habría dicho de esta crisis?"; de Blas de Otero; y de M., a quien dedica dos memorables, emocionantes poemas que dan su talla como poeta amoroso, esa cosa tan difícil: "Entre tú y yo" y "Yo primero". Termina el libro con "Aviso", donde alude, no sin la debida sorna, a su probable necrológica. ¡Salud, maestro!
Libro limpio, de verdad, que diría un vasco como él, de lectura en apariencia cortés que, sin embargo, no dejará indiferente a quien lo lea. Ha sido el caso. 

26.12.13

Un poema de Heather Buck

Lo ha traducido mi amigo Jordi Doce y lo publica por fin, tras años y años de ajustes, en su blog, como regalo de Navidad. Uno lo acepta como tal y lo trae aquí para que otros lo disfruten también.

La propuesta

Esta tarde, mientras la luz recorre
con imposible lentitud el huerto
y yo me giro, inquisitiva,
mi mano entre tu mano,
mis ojos buscando un sentido
a las nubes que oprimen
el vasto escenario del cielo,

¿aceptarás conmigo ese sendero
que existe solo cuando lo pisamos,
esa casa que respira a la vida
solo cuando se la comparte,
esa jarra de vino

que se llena cuando bebemos?

25.12.13

Un domingo de noviembre

Después de la visita dominical a mi madre, ese rito gustoso, cogí el coche camino de La Vera. Despacio, para poder disfrutar de un paisaje mil veces visto pero siempre distinto, inédito en cada mirada. Primera parada, Jarandilla. A casi una hora de casa. En el Parador, otro de mis sitios preferidos, cargado de recuerdos personales y familiares, tomé un té con leche a mediodía y leí con calma la prensa. En una butaca, ay, demasiado incómoda. Desde allí me dirigí hasta Cuartos, otro lugar de mi memoria. Me di un paseo desde el famoso puente hacia arriba, hacia la montaña, siguiendo un sendero marcado, una trocha paralela a la garganta, que contemplaba cada poco. No deja de sorprenderme al paso de los años esa corriente impetuosa, sus enormes cantos rodados y los más pequeños, las aguas transparentes en que se ha inspirado mi sencilla poética: sí, en la claridad está la mayor profundidad.
Para comer, Losar. El Carlos V. Elijo un consomé ("el caldito de la abuela", reza la carta) y rabo de toro ("un guiso tradicional"). El camarero me advierte, no obstante, de que la salsa lleva Pedro Ximénez y que a algunos clientes ese sabor dulzón no les convence. Todo está estupendo. Sobre todo, con las vistas que tengo delante, sierras que están conmigo desde mi más temprana infancia. El Chivetín de mis ancestros, cabreros en estas ásperas estribaciones de Gredos.
De vuelta, subo, como conté aquí atrás, a Guijo de Santa Bárbara, en busca de otros recuerdos, el de Emilio Antero ante todo. Y al bajar, paro en La Puente y me acerco a otra garganta, la Jaranda, y vuelvo a ver en sus aguas el reflejo de mi vida. Sin tiempo, renuncio a la caminata desde Cuacos hasta Yuste, que tanto me gusta, más en esta época otoñal. (En otoño llegué allí por vez primera.) Luego, no sin haberme detenido un rato en el Cementerio Alemán, suelo tomar el carreterín que va hasta Garganta la Olla, por donde caminamos Salvador y yo una mañana imborrable. 
Después de años sin pisar una sala, fui al cine. A ver El consejero, dirigida por Ridley Scott y con guión -poderoso, sin duda- del novelista Cormac McCarthy. Es dura, pero me gustó. Sin leer la reseña, confié en Boyero. Y hasta me emocioné con la mención expresa en la película a Antonio Machado. La poesía -ese refugio-, capaz de hacerse un hueco en cualquier parte. Qué bien traídos esos versos en medio de aquella inhóspita intemperie.
Puede que aquél no fuera un domingo perfecto, pero esta mañana de Navidad me lo parece.

24.12.13

La poesía de Bar-Yosef

El lugar donde duele. Antología poética (1970-2010), de Hamutal Bar-Yosef ha sido todo un descubrimiento. Un feliz hallazgo que uno debe a Vaso Roto, la editorial que lo ha publicado, y a sus traductores, Mario Wainstein y Florinda F. Goldberg (aunque ella haya escrito: "El poema se ofende cuando lo traducen"). Pero ante todo a esta poeta nacida en Kibbutz Tel Yosef en 1940, hija de judíos europeos (los mismos de los que hablaba Oz) que se trasladaron a Israel para fundar un Estado. Lo judío es omnipresente en la obra de Bar-Yosef. A uno ese mundo le atrae. En su vertiente religiosa y cultural, preciso, no en lo que contiene de terrible. Sí, una debilidad. Lo autobiográfico, en consecuencia, es la base sobre la que se asienta este edificio de sonido y sentido que nos llega nítido desde el hebreo original. Hay mucha verdad en estos poemas y no poca luz, por más que la sombra del dolor sea lo que predomine en este lugar. El tono -cercano, confidencial a veces-, el carácter o modo particular de la expresión y del estilo de este texto, es de una sencillez engañosa: hay mucho más detrás de las apariencias, de esa claridad a que aludo. 
El lenguaje es a menudo metafórico. Dátiles, palomas, maná, ángeles... Flores y frutos. Animales. Fiestas (Yom Kipur, Shabat, Rosh Hashaná), comidas. Y lugares: el lago Tiberíades (donde se baña), las alturas del Golán, Mar de Sal (para nosotros, Mar Muerto), Tel Aviv... Palabras que remiten a una tradición pero que aquí se universalizan.
La infancia ("En una cama negra") y la memoria son el centro de este microcosmos. Al fondo, el problema judío-palestino (pero el real, el del día a día), la constitución de ese Estado... "Negociación" se titula un poema.
Al fondo, los antepasados: "Así sonaban las conversaciones de mis padres con sus paisanos / acerca de lo que fue". La familia, otra presencia ineludible. En poemas como "Si logras recordar" (donde se mencionan las palabras Holocausto y Varsovia). Y un hecho luctuoso que marca esta escritura: la muerte del hermano, un suceso trágico que Bar-Yosef aborda sin patetismo, con la serenidad de quien se enfrenta cara a cara al dolor. "Lo necesario es poder soportar el sufrimiento", dijo Franz Jalics, como recordaba Pablo D'Ors en su reciente felicitación navideña. Ella parece hacer suya esa frase. A esa circunstancia -ella tenía siete años- que ha condicionado su vida y la de los suyos, dedica un poema memorable, el que da título al libro. No es el único; así, "El sepelio de mi hermano", con un final... 
Frente a la crudeza y al desgarro, que al lector le produce escalofríos, encontramos poemas placenteros dedicados al amor: "Que sus labios", "Me casaré contigo", "Había dicho", "Al hombre": "Bajo tu camisa / aleteo". O a los hijos ("Ah, el luminoso sueño de los hijos", se lee en un verso): "La mesa que coloqué en la cocina", por ejemplo. Y otros que no lo son tanto, como los que aluden a la vejez ("la vejez es un espacio") y a la muerte ("El fin llegará, / no pedirá permiso a nadie").
Dije antes poema memorable y debo añadir otros: "Tiempo" ("Tiempo de morir todo el tiempo"), "Así como la renuncia", "Sobre la cerca", "La sonrisa", "Fascinada", "Poema de las manos", "Una torre en Tebes", "A los lectores", "Cita con una poeta", etc.
No podían haber elegido mejor sus editores el poema que cierra el libro, "Obsequio", que nos deja una extraña mezcla de alegría y tristeza, como casi todo en esta luminosa poesía

23.12.13

Listas por Navidad

Qué poco me gustan, pero vuelven cada año, por Navidad. Las listas. Sin remedio. Incluso en medios que no publican cada semana la famosa de "Libros más vendidos". Habrán notado que no he dicho ni pío de las de El País. Nada que objetar a la selección de nominados, con candidaturas propuestas por críticos respetables donde uno se encontró libros estupendos de personas a las que estimo, en lo personal incluso. Que de los quince libros de Poesía, tres sean de autores extremeños no deja de ser una gran noticia. Y que haya ganado uno de ellos, mejor aún. (Para colmo, lo presenté en Plasencia hace unos meses y hasta publiqué una extensa reseña sobre él en Cuadernos Hispanoamericanos. ¡Enhorabuena, José Manuel!) Y que estuviera en la lista novelística La sed de sal, también. Todo resulta perfecto hasta que entra en escena la "democracia total" y su borgeano abuso de la estadística. Sí, porque, ¿cómo se puede elegir entre la poesía de Emily Dickinson y la de García Casado? ¿Cómo entre la de Blake y la de D'Ors? ¿Pero qué broma es esta? Es una pena, y perdonen mi falta de humor, que se haya llevado a los libros esa necia manera de proceder de los concursos televisivos. Lo del llame y vote. O escriba y vote. Un engaño. O eso creo. Por ejemplo: ¿pueden competir en igualdad de condiciones los que manejan las redes sociales y los que se mantienen fuera de ellas? ¿Los vivos -en más de un sentido- y los muertos? ¿Los nacionales y los extranjeros? Lo decía muy bien en su blog Felipe Benítez Reyes, con el simpático cinismo que (a veces) gasta: "Estas cosas son una tontería, pero, en fin, mejor estar que no estar". Sin duda. Por cierto, un libro suyo ha ganado el Premio al Mejor Libro de Cuentos del Año. Enhorabuena. 
Y por aquello de que hay listas más listas que otras (quiero decir menos tramposas o menos tontas), doy cuenta de la que, según costumbre ("rito folclórico" lo llama él), publica por estas fechas, bajo su sola responsabilidad de lector, el novelista Fernando Aramburu. Sin perdón.

22.12.13

GHB, Premio Dulce Chacón

GHB / Cristóbal Manuel
Ya lo anuncié. Y se lo dije a él: ese premio será tuyo. Se confirma la noticia aquí
"El presidente del jurado, según el diario HOY, resaltó la dificultad de elegir entre cuatro buenas obras literarias finalistas, aunque al final se decantaron por el escritor extremeño, muy bien posicionado en la literatura nacional. «Un compromiso serio por la literatura, por las palabras, las humanidades, por la ética, son elementos de la obra de Gonzalo Hidalgo Bayal que aparecen muy definidos en la obra 'Conversación', todo entorno a esa idea central que le da unidad y orquesta el conjunto de los relatos que incorpora el libro», dijo Sánchez Adalid. «Un libro culto, bien preparado y elaborado en el que se ve el compromiso personal del escritor», añadió el presidente del jurado. Jesús Sánchez Adalid no se olvidó de resaltar la obra literaria de la escritora zafrense Dulce Chacón y apuntó que era importante este premio que lleva su nombre para que se recuerde cada año".
¡Vaya racha! Ahora me doy cuenta de que no he pasado mi décimo de lotería por su espalda. Lo mismo... ¡Enhorabuena! Cuenta Lama...

El vuelo de Zoki

Irazoki en Moscú / Barbara Loyer
No de árbol en árbol, como el protagonista de su último artículo en Radio París. Después de cuatro años deja esa sección y se centra en la crítica de poesía, también en El Cultural, a razón de una reseña cada quince días. Seguiremos, pues, leyendo sus reflexiones, que es lo que importa. 
"No hay pena en el adiós. En enero seré sustituido por un escritor extraordinario, uno de mis preferidos. Me han pedido que aún no diga su nombre. No me gustan las trampas de la hipocresía y la falsa modestia. Os aseguro que El Cultural va a salir beneficiado con este cambio", nos cuenta. 
Seguimos.

Chucherías

Ceferino López, otro hombre ocurrente e inquieto, nos ofrece sus inventos. Nos presenta sus chucherías así: "Si las obras universales del arte acaban en el mercado, reproducidas hasta la saciedad sobre múltiples soportes, ¿por qué no invertir el camino e intentar difundir el arte recién creado justo desde el lugar en el que acaban los grandes maestros?.
CHUCHERÍAS de ARTE es una iniciativa para trabajar en esa dirección, con formatos o soportes procedentes de los canales comerciales, haciendo especial hincapié en la autoría y su valor diferenciador.
Actualmente trabajamos en las siguientes lineas: Librinos con chapa, VisualBox, Obra suelta y Chapas de autor. Las dos primeras son trabajos con concepto de obra monográfica impresa; Obra suelta son ediciones sobre soportes diversos que, aún formando colección o serie, pueden adquirirse individualmente, de la misma forma que las Chapas de autor, la primera línea de trabajo que creamos hace cinco años.
La producción y realización es propia, rozando en muchos aspectos la fabricación artesanal".

21.12.13

Rostros / Retratos

Rostros / retratos. Del pasado al futuro es el título de una exposición comisariada por Fernando Sanmartín y Manuel García Guatas que estará abierta al público en La Aljafería de Zaragoza hasta el 31 de diciembre. 
Se trata de una selección de obras pertenecientes a la colección de las Cortes de Aragón; en concreto, retratos de doce pintores de allí: Natalio Bravo, María Buil, José Luis Cano, Mariángeles Cañada, Clara Carnicer, Pepe Cerdá, Álvaro y Gonzalo Díaz-Palacios, Jorge Gay, Paco Lafarga, Fernando Martín Godoy, Ignacio Mayayo y Lina Vila. De esta última es, precisamente, el que ilustra esta nota, el rostro "tan grave y serio", en palabras de Lara López, del añorado Félix Romeo, compañero de Vila hasta su prematura muerte. 
Uno, por desgracia, no ha podido ver esa muestra, pero sí disfruta del espléndido catálogo que recoge algo más que la excelente reproducción de esos cuadros. A cada uno de ellos le acompaña un breve texto (otro retrato) firmado por un escritor aragonés. Me refiero a David Mayor, Cristina Grande, José-Carlos Mainer, Aloma Rodríguez, Antonio Ansón, Alejandro J. Ratia, Eva Puyó, Javier Lacruz, Ismael Grasa y Lara López, además de los dos comisarios: Sanmartín y G. Guatas. 
"El retrato es un antídoto contra el olvido", comienza el prólogo que firman los dos. Más, añade uno, si esos rostros quedan fijados para siempre entre las páginas de un libro. 

20.12.13

Nueva entrega de Suroeste

Ya se anunció aquí que había aparecido (milagrosamente) el número 3 de la revista literaturas ibéricas Suroeste. Ya lo tengo en casa, y apabulla un poco. Por su volumen, sí, pero sobre todo por la calidad de sus colaboraciones. No es cosa de que uno mencione a todos y cada uno de los poetas, narradores, ensayistas, etc., que figuran, para eso está el índice. Anímense, pasen y lean. Verán que no miento. Ni que me dejo llevar por los afectos hacia una revista de cuyo consejo asesor formo, y muy honrado, parte.
Más. En el MEIAC de Badajoz se puede visitar la exposición Suroeste. Revista de Literaturas Ibéricas, que estará abierta al público hasta finales de febrero de 2013. 

19.12.13

Leer en público

Animados por el director, los chavales de 6º de Primaria del colegio Alfonso VIII de Plasencia, el nuestro, se presentaron al concurso de Lectura en Público organizado por la Consejería de Educación y Cultura. 
Para eso se eligió a un grupo de cuatro alumnos, dos chicos y dos chicas, una pareja de cada clase. La primera, agradable sorpresa fue su selección para la fase final. La otra, que hayan quedado segundos en ese certamen regional. 
Para un centro que ha fijado en la lectura su primer objetivo, no es una mala noticia. De leer, como quiera que sea, se trata. La noticia, aquí, en la página web del colegio.

18.12.13

Sloterdijk en Extremadura

La Fundación Ortega Muñoz, en su sección de Publicaciones, además de catálogos, edita la colección de poesía Voces sin Tiempo, de la que ya hemos hablado más de una vez aquí, y la colección Territorios escritos. En esta última, que dirige Mercedes Monmany, sólo había aparecido hasta ahora un libro: El último lobo, del escritor húngaro László Krasznahorkai. Son obras que surgen de una idea sencilla: se invita a un autor a Extremadura para que luego escriba algo a partir de esa experiencia. En esta ocasión, el invitado ha sido uno de los más influyentes filósofos contemporáneos, el alemán Peter Sloterdijk (Karlsruhe, 1947). El resultado es una obra inclasificable que no dudo en calificar de extraordinaria. Ya se verá en razón de qué. 
Bajo el título El reino de la Fortuna, aborda, "a partir de los ideales renacentistas del buen y lúcido vivir", una nueva manera de ver el mundo que trae hasta la actualidad con lucidez, amenidad y rigor. Para ello, se apoya en el poeta Boccaccio y en su Decamerón, escrito para burlar la epidemia de peste que asoló la ciudad de Florencia en 1348 y, en consecuencia, la melancolía y la muerte. Frente a la desgracia, a todas las desgracias, simbolizadas en esa penosa enfermedad que alude ya a la globalización, Boccaccio propone novellas, cien novelas cortas o novelitas ("microevangelios") que se fundan en el narrar como experiencia humana liberadora. Reunidos en la iglesia de Santa Maria Novella, un grupo de siete mujeres y tres hombres inician un nuevo camino, "un nuevo modo de ver las cosas", a favor de los "ideales renacentistas" del ben vivere y de la vita è bella. "Se rebelan contra el desánimo, en general, que siempre es ya más de la mitad de la derrota". No en vano, nos recuerda, "el Renacimiento es una empresa de sabotaje de la resignación", que tendrá su continuidad, digamos, su tarea regeneradora, en la Ilustración y, ya a finales del siglo XX, en la Ecología, por simplificar ("los seres humanos se han visto forzados a revisar la calidad climático-activa de su propio obrar"), del que Extremadura y su salutífero paisaje no dejan de ser emblema. Novelar es la tarea, sí. Y la novella, añade, es "la madre de las noticias", el principio de la información. 
Sin nombrar a Extremadura, el autor de Esferas, "Aquí habla de lo esencial mismo. Del ideal. De la posible «verdad» de una tierra", en palabras de Isidoro Reguera, su traductor y amigo, quien le acompañó en su viaje, que tuvo, por cierto, lugar entre el 26 de octubre y el 2 de noviembre de 2008. El profesor de la Universidad de Extremadura aclara que su texto fue concebido, en palabras de aquél, "como un comentario indirecto a cuestiones españolas-extremeñas".
En 2010, Reguera publicó en El País un artículo con el mismo título que esta entrada donde daba cuenta de esa visita. Allí escribió: "Al filósofo le interesaba sobremanera conocer la tierra prototípica de los esforzados descubridores del Nuevo Mundo, que iniciaron la “historia” en el sentido en que él la entiende: los quinientos años de irrupción europea en el mundo, ese proceso de medio milenio en que la imagen del mundo no era ya una esfera perfecta, como en la antigüedad filosófica y el medievo religioso, que recubría al ser humano como un caparazón de sentido, sino la del globo terráqueo imperfecto, que los europeos hubieron de descubrir y registrar tras una ardua empresa técnica de salida afuera (no es momento de valoraciones)". "La navegación es ahora el destino", anota Sloterdijk. "El océano es el primer Internet".
Lo más interesante, al menos para uno, el verdadero descubrimiento, más allá de ese brillante, paradigmático y lúcido ensayo del alemán, que nos carga de esperanza (para él, "voluntad de cultura"), que preconiza un "Renacimiento permanente", es el texto de Isidoro Reguera, un leonés afincado y arraigado en esta angosta esquina de la tierra, por decirlo con Cavafis. Ha logrado emocionarme, no tanto por sus doctos comentarios sobre el ensayo que le precede, que también, cuanto por su reflexión sobre Extremadura de la que hace un encendido elogio al tiempo que una razonada crítica.
Extremadura Renacimiento Fortuna titula su ensayo. En él tanta (o más) importancia tiene el texto principal como las extensas notas a pie de página. Éstas son acaso más personales y reproducen no pocas líneas del "diario extremeño" sobre esa estancia que Sloterdijk incorporó a su libro Zeilen und Tage (Frankfurt, 2012), inédito en español.
El pensador alemán llega desde Sevilla (estuvo en Cáceres en una ocasión anterior y vino, nos sin complicaciones, desde Madrid). "Me parecía que si venía del sur encontraría el país cosméticamente desprevenido y que entregaría entonces su verdad mucho más rápido". Sí, como ya dijimos, "buscaba la «verdad» de Extremadura". Tal vez la encontró en La Florentina, la finca de Dolores Hackenberg que, no por casualidad, se encuentra en la Sierra de los Lagares, al lado de Las Viñas, la casa de la familia Trapiello-Moreno, siendo Andrés uno de los escritores que mejor ha entendido esta región. Ahí, nos explica su anfitrión, Sloterdijk encuentra su "Delos extremeño", como Heidegger encontró el suyo en su viaje a Grecia.
Durante unos días de otoño, pasea con su mujer, Regina, por ciudades (Mérida le decepciona; en Plasencia visita el museo de pasos de Semana Santa y le hace pensar si el sur y el oeste de España no siguen siendo "enclaves del masoquismo metafísico"; pisa Trujillo justo 99 años después que Unamuno, referente ineludible, otro viajero en coche por estas dehesas...), lugares (Yuste, Guadalupe), museos, restaurantes (Atrio, entre otros)...
Reguera aprovecha, ya se dijo, para hablar también de su Extremadura, y se queja de esas odiosas comparaciones con la Toscana y la Provenza, cargadas de complejos (como si esto no fuera igual o mejor), y del trato preferente que se da a los emigrados ("extremeños ilustre que ilustremente viven fuera, y que lamentablemente no pueden tomarse como ejemplos de nada dentro, o de nada más que de haberse marchado, quizás a la fuerza, lamentablemente"), y de cómo Marca Extremadura, cuyas reuniones tuvieron cierto parecido, siquiera metafórico, con las de los florentinos noveladores del Decamerón (doy fe, las compartí con él); aquel proyecto "que dirigía en silencio y abortó en silencio una joven" (que, añade uno, se llamaba Lola Pallero), y que quedó, por desgracia, en nada.
Dice cosas muy bonitas de esta "dura región, noble, sufrida". Por ejemplo, que es "la que mejor ha administrado su casa en Europa". O que "el paisaje extremeño cobija aún, alberga, ampara". O que "respira paz de vida, perfume, frescura". Y mucho más que no es posible trasladar aquí. Los libros, ay, están para ser leídos. Más éste, lleno de enjundia y de sustancia.
Desde Extremadura, desde Herguijuela, Sloterdijk viajó a Abu Dabi, donde el emir le esperaba para hablar del concepto de "isla absoluta" (¿no venía de una?). No sin decir que volvería y sin abogar por una Extremadura florentina, de novella,  renacentista, que "sabotee la resignación", e ilustrada, que "sabotee el destino". 

17.12.13

XIII Premios Cálamo 2013

La XIII edición de los Premios Cálamo está organizada por la Librería Cálamo (Zaragoza), que acaba de cumplir 30 años (precioso, por cierto, el artículo de Antón Castro sobre ella en el especial de El País Semanal sobre las mejores librerías del mundo). 
Lo hace en colaboración con Llibrería Altaïr (Barcelona), Librería Cámara (Bilbao), Librería Luces (Málaga) y Librería El Puente (Arrecife-Lanzarote).
La celebración es anual. El “Premio Cálamo al libro del año” es elegido por democracia directa: se proponen 17 títulos editados durante el año en curso y los clientes y amigos de las librerías convocantes, votan al que más le apetezca. Del 15 de diciembre de 2013 al 12 de enero de 2014 se podrá depositar el voto en las urnas dispuestas a tal efecto en las librerías organizadoras y entidades colaboradoras. El resultado se hará público el miércoles 15 de enero 2014. Los premios se entregarán el viernes 21 de febrero de 2014 durante una cena que se celebrará en el Teatro Principal de Zaragoza. También habrá ceremonias en Barcelona, Bilbao, Málaga y Arrecife de Lanzarote.

Candidatos a los XIII Premios Cálamo 2013:
Antología Universal del relato fantástico. Jacobo Siruela (ed.). Ediciones Atalanta.
Atlas de las islas remotas. Judith Schalansky. Capitán Swing Libros & Nórdica Editorial.
Bagheria. Dacia Maraini. Minúscula Editorial.
Calle de los ladrones. Mathias Enard. Mondadori.
Coral Glynn. Peter Cameron. Libros del Asteroide.
Daniela Astor y la caja negra. Marta Sanz. Editorial Anagrama
Del color de la leche. Nell Leyshon. Sexto Piso.
El sueño de la aldea Ding. Yan Lianke. Automática Editorial.
En la orilla. Rafael Chirbes. Editorial Anagrama.
Fuera de temporada. Alicia Plante. Adriana Hidalgo Editora.
Intemperie. Jesús Carrasco. Editorial Seix Barral.
La habitación oscura. Isaac Rosa. Editorial Seix Barral.
La vida interior de las plantas de interior. Patricio Pron. Mondadori.
Las tres muertes de K. Bernardo Kucinski. Rayo Verde Editorial.
Lo que yo llamo olvido. Laurent Mauvignier. Editorial Anagrama.
Oh, la l’art. El Roto. Libros del Zorro Rojo. 
Por si se va la luz. Lara Moreno Martín. Lumen.

Para más información:
Librería Cálamo 
Plaza San Francisco, 4 
50006 Zaragoza
Paco Goyanes:  paco@calamo.com

Uno ya ha enviado un e-mail al librero Goyanes y ha votado. Como no hay nada de poesía, ay, lo que uno considera más cercano (y ha leído): Bagheria, de Dacia Maraini. Aunque El Roto...

16.12.13

Alegres placeres melancólicos

Debe ser verdad eso de que cada libro, y por ende cada autor, llega cuando tiene que llegar. Si llega, claro. Uno se topó con Juan Peña (Paradas, Sevilla, 1961) y con su libro Dura seda en el verano de 2011 y, a juzgar por lo subrayado que está y por lo signos de exclamación que uno usa para resaltar los poemas que más le gustan y por las impresiones de mi frágil memoria, me gustó. Lo que no acabo de entender es por qué no escribí una nota en este rincón que, entre otras cosas, da fe de algunas lecturas, acaso las más intensas. Ya está aquí. Ahora sí. De la mano de otro libro que le ha publicado La Isla de Siltolá, La misma monotonía. Antología poética. 1989-2011, esta vez aparece en la colección Arrecifes; bien lo sé, todo un lujo. 
Suelo repetir que un libro empieza por su cubierta, más si es de poesía. Ésta lleva un viñeta de Andrés Trapiello que no deja de ser una poética. Lo que leemos dentro, quiero decir, encaja. Con lo que dice Pedro Bohórquez en el breve pero afortunado prólogo y con lo que dice Peña en sus poemas. En la solapa, contra lo que es costumbre, además del lugar y la fecha de nacimiento, leemos: "Destaca en su obra un tono asordinado, entrañado y cordial, no exento de misterio y sugerencia". No miente. Ni el epígrafe, no por nada de Chejov: "... el mar (...) así se oye ahora, y se oirá con la misma monotonía cuando ya no vivamos". 
Los poemas seleccionados por él de La edad difícil (1989), su primer libro, dan la medida de lo que este hombre es, quiere y busca, por más que no dejen de apreciarse marcas de época, un tono de escuela, los felices y experienciales ochenta. Y ya allí también una constante: la persona elegida para sus versos, que es la segunda, ese "tú" tan significativo que han usado referentes ineludibles: Cernuda, Brines, Sánchez Rosillo...
Y claridad, y cercanía. Un poema: "Renacimiento".
Viviendo con lo puesto (1995) es la infancia y la adolescencia, las siestas y los veranos, el Sur, no el del tópico, el real, que tanto se parece al otro. "Nunca abandonaré esta casa de campo", escribe. Aquí, poemas estupendos como "Los libros" (la constante de un letraherido) o "Lo fatal". Apela "a una vida discreta / sencilla y suficiente." Y anota: "No te lamentes".
Días cansados (1997) insiste en ese "vivir sin otro sueño ni otro afán / que la serenidad de estar conforme". "Tú sé valiente y sufre", dice, y alude a "ese raro prestigio de estar tristes". "Aprende a ser discreto", precisa.
Peña es un solitario melancólico, sí, que usa con destreza la ironía y al que no le falta sentido del humor. Así en "Alquimia". Que recuerda: "El prestigio que guardo de mi padre / era su serenidad y su silencio". 
Los placeres melancólicos (2006) vuelve sobre la cotidianidad. Dedica un poema a su hijo: "Thick as a brick", que, otra rareza, figura en la solapa, debajo de las líneas que transcribí antes. Hay algo de diario en los poemas de Peña, que fija a veces una fecha bajo el título, como en éste. 
"De la vida prefiero los objetos", señala. Y habla del amor y de su gusto por "unas palabras gastadas y sencillas". Lo explícito es ley. Y más poemas logrados: "Lo que has de dar", "El agua entre los dedos", "Curso 98-99", donde la emoción, otra marca de la casa, es evidente. 
El ya mencionado Dura seda (2011), que se reproduce casi íntegro, cierra el ciclo. La familia ("En casa": "la vida fascinante"). El no viajar: "nada me espera fuera de este cuarto". Y otros poemas: "Can Oleza", "El olivo", "Ejido". Y Sevilla, y sus calles. 
El volumen termina con una breve antología de poemas extranjeros traducidos por él que no es sino otra suerte de poética: de Hölderlin, Keats, Baudelaire, Leopardi (preciosa su versión de"El infinito"), Yeats y Kipling. 
Dicen que las antologías sirven para rescatar versos perdidos u olvidados. Autores preteridos o arrinconados. Ha tardado en llegar Juan Peña con los suyos a la biblioteca de uno, pero ya están a buen recaudo.

15.12.13

"La sed de sal" en ABC Cultural

Firma la reseña J. M. Pozuelo Yvancos bajo el título "El falso policiaco de Hidalgo Bayal". 
El acreditado crítico concluye: "El entramado de pasiones, miedos, culpas, sospecha y arrepentimiento es la temática central. Un ejercicio narrativo en el que lo mental sustituye a la acción externa. Novela de autor, típica de Hidalgo Bayal, lo que es indicio de estilo cuidado y calidad poco convencional."

14.12.13

Dossier Turia

Me entero por el informado blog de Fernando Valls de que Diario de Teruel ha dedicado un monográfico a la revista Turia, ahora que cumple 30 años de vida. Un interesante homenaje lleno de textos, entrevistas y fotografías que bien se merece la veterana revista aragonesa.

Política

DIARIO HOY

REDACCIÓN. PLASENCIA

"El PSOE abre un ciclo de actividades en su sede con un taller de cuentacuentos".

13.12.13

Guillermo Gómez de la Rúa, maestro

El maestro Antonio Sánchez-Marín publica un artículo en el Periódico Extremadura dedicado a otro educador, Guillermo Gómez de la Rúa, que fuera director de las placentinas Escuelas Graduadas "Santiago Ramón y Cajal", situadas en la calle donde uno nació.
Depurado tras la Guerra Civil por ser republicano, perdió su condición de enseñante y fundó la desaparecida librería Cervantes (junto al padre de Quique de la Calle), tan importante en la vida de los lectores placentinos, la misma que uno conoció y frecuentó en cuatro sedes distintas.
Me parece justa la petición de una calle a su nombre, como la que tiene en Malpartida de Plasencia.
Su ejemplo y sus palabras cobran hiriente actualidad. 

12.12.13

"La sed de sal" en El Cultural








Firma la reseña Ángel Basanta, está muy bien escrita y es muy elogiosa, como era de esperar. La única extrañeza: que no haya sido Senabre quien se ocupara del libro en ese suplemento, según costumbre; al menos desde que Bayal empezó a publicar sus libros en Tusquets.
"Nada mejor para concluir que un elogio more cervantino para recomendar esta excelente novela a cuantos lectores busquen entretenimiento (lo tendrán, porque hay suspense y humor) y a los que prefieren lecturas que ayudan a conocernos mejor, buceando en la condición humana, en sus afanes, ansias, necesidades y carencias también serán satisfechos por la riqueza de pensamiento en esta novela imaginativa y llena de ingenio, escrita con gran capacidad de argumentación, en una prosa de suma perfección clásica, brillante (no solo en sus piruetas verbales y palíndromos: “las navajas sajaban sal”, p. 312, “etecé, eceté”), y de ritmo fluido y natural armonización de diversos registros estilísticos", escribe el crítico. 

11.12.13

La poesía de Manent

Bien pensé que por culpa de los dichosos recortes (esa manida excusa) no saldría ningún título más de la colección Voces sin tiempo, de la Fundación Ortega Muñoz (que sostienen Clemente Lapuerta y Antonio Franco). Creí que ésa sería la más efímera de las colecciones de poesía, y Jordi Doce y yo, los directores más fugaces de un proyecto poético. Me equivoqué. Nos equivocamos, mejor, porque mi buen amigo me ha confesado que él tampoco las tenía consigo. 
Tras los libros de Mario Luzi (Desde el fondo de los campos, traducido por Coral García) y Philippe Jaccottet (Aires, traducido por Rafael-José Díaz), llega Antología poética, de Marià Manent (Barcelona, 1898), en edición y traducción de José Muñoz Millanes.
Gracias al profesor y ensayista moralo residente en Nueva York, uno conocía los Diarios dispersos (1918-1984), que publicó Trieste en 1985. (En uno de sus fragmentos se inspiró mi poema "Veduta del Golfo di Napoli", que forma parte de Una oculta razón.) Y sus versos por mediación de José Agustín Goytisolo, tan pendiente siempre de los poetas catalanes, que publicó un florilegio en Marca Hispánica, aquella ejemplar colección tristemente desaparecida.
También tengo a mano las casi 1.400 páginas en papel biblia de La poesía inglesa, en la preciosa edición de Janés, fechada en 1958, regalo de un amigo, el bibliófilo José Manuel Fuentes, una obra fundamental para comprender su dimensión como traductor, tanto al catalán como al castellano.
Millanes, que ya se había ocupado de Manent por extenso en un ensayo publicado en la revista hispanomexicana Letras Libres hace ahora diez años, nos introduce con la claridad y el rigor que le caracterizan en la poesía del poeta catalán, de la que ha seleccionado veinticinco poemas. No se olvide que Manent tan solo escribió cuatro libros, uno de ellos inacabado. Con todo, se nos recuerda oportunamente, la calidad de la poesía poco tiene que ver con la cantidad. Es el caso. No estamos, recalca, Millanes, ante una poeta secundario o menor. La suya es una poesía de estirpe mediterránea en la que se unen la celebración y la elegía y que tiene en la naturaleza, en el campo, su centro de gravedad, algo íntimamente ligado a la poesía inglesa que tanto estimó. Y a poetas como Rilke, Yeats o Cernuda.
Una poesía de extrema sensibilidad, frágil y leve, atenta a la impresión y al detalle. No en vano Millanes se refiere a Manent como "un poeta de lo microscópico".
No falta el aire oriental ("Epigrama de abril a la manera china"), otra de las pasiones poéticas del autor de La ciutat del temps. Ni poemas memorables: "Junto al Rin un monja medita"; "La tumba de Rilke (Rarogne-Valais)": "Aquí descansa la frente que se inclinó a menudo / al silencio y la sombra"; "A mi hija María..."; "A Mercè Gaspar de Sunyer...", etc.
Transcribo, como botón de muestra, el premonitorio poema que cierra el volumen, "Bien sé...":

Bien sé que he de deciros adiós,
nube lila y de fuego, nieve de clemátide.
El tiempo del hombre es breve
y la puesta de sol se confunde con la claridad del alba.

Pero espero que un día veré
renovada y más fresca la Tierra:
quizá siga estando, rosado, el melocotonero
y la miel de oro dormida en la jarra.

10.12.13

Política casera

Leo el periódico, esa vieja y sana costumbre, y me sorprende que eche flores a Wert el mismo que la semana pasada ponía a caer de un burro al ministro de Educación y Cultura. Me reafirma en mi antigua opinión de que el tipo es uno de los babosos más grandes del reino, una condición que lo mismo vale para seleccionar misses que para recomendar versos. 
También en el mismo periódico, me topo con otro indeseable que, contra todos, recuerda el turbio pasado de Mandela, ahora que su cadáver está todavía caliente. Que si mujeriego, que si aliado de los comunistas, que si simpatizante del terrorismo y de la Cuba castrista... Por si alguien no se ha enterado, parece decir; con una impostada altura moral que no le pega nada al exmaoísta.
Y ahí también (quién le manda a uno...), Montoro, que en el mismo estilo macarra de Pérez Reverte, otro académico, suelta en una entrevista con Graciano Palomo un "todo dios", un "gilipollas", un "de cojones", un "joder", un "con un par", y se queda tan ancho. No es cosa de rasgarse las vestiduras, lo sé, todo el mundo dice tacos (yo el primero), pero él es ministro del Gobierno. Luego nos extraña que traten como tratan a la educación y la cultura.
También por la prensa, y cambio de tercio, me entero de que en Plasencia se va a celebrar el año que viene la primera Noche en blanco. No deja de resultar llamativo que algunos pasos importantes para la cultura local (la creación de la Universidad Popular, por ejemplo, aunque las comparaciones no estén equilibradas) hayan sido dados por la derecha. Por el PP, quiero decir. Mal que nos pese. 

Palabras para ayudar

Por iniciativa del médico cacereño Damián Gallego -presidente de la ONG Extremayuda ("una asociación aconfesional y apolítica que tiene como finalidad trabajar para que los más necesitados disfruten de derechos tan básicos como Alimentación, Sanidad y Educación")-, la editorial Norbanova publica Letras para crecer. Antología de autores extremeños, que han coordinado Irene Sánchez Carrón y José Luis Bernal. 
Los ejemplares se venden al asequible precio de 10 euros.

9.12.13

Caleidoscópico Micó

José María Micó (Barcelona, 1961) pasó hace poco por aquí, en tanto que filólogo y ensayista, y ahora lo hace en su condición de poeta, que lo es, como de sobra se sabe. Por Caleidoscopio (Visor), que ganó el premio Generación del 27; un galardón, por cierto, que sólo han conseguido voces ya previamente consagradas. 
Tras leer el segundo poema, una palabra se me vino a la cabeza. O a la boca. "Elegante". Sí, "Ver a Marta nadar" está, ante todo, lleno de elegancia. Una elegancia, generalizo, que Micó despliega no sólo en su poesía, sino también en su tarea de impresor, en lo que él llama Papeles, y que se aprecia, por ejemplo, en la cubierta de este libro, ilustrado con una fotografía suya titulada "Negroni". Y en lo poético, que no sólo es elegancia formal (inseparable de su faceta de traductor y estudioso), también lo es intelectual; si pudieran separarse, siquiera forzadamente, ambos conceptos. 
Elegancia que uno observa en los cuatro primeros versos de "Mi rosa sin por qué", cuatro preciosos endecasílabos que me han recordado, sin afán comparativo, al maestro Mesanza, quien acaso mejor los ha escrito en nuestra generación. 
Como elegante es escribir un poema en catalán (un homenaje a su admirado Ausias March) y otro en italiano (no en vano vive a temporadas en Florencia, otro signo de distinción) y, más allá, traducirlos al castellano, que no deja de ser su lengua literaria. 
Elegancia por ser capaz de escribir poemas con uno ("Isla"), dos ("Agua", "Azadón") o tres versos ("Acantilado") y que no por eso dejen de serlo. Por expresar tanto en tan poco.
Y qué decir de la música. De la callada y de la otra, que suena más acá de las palabras en forma de tango (dulce o amargo: "Mi vida fue vivir, vicio corriente; / pero viví escondido: / no llamé la atención ni del olvido, / y me ignoró la gente."), de flamenco ("Diego del Gastor": "En mi vieja memoria no resuenan / bulerías más bellas que las tuyas.") o de adagio de Albinoni. Una música que tiene su correlato en el espectáculo Caleidoscopio, que forma parte del proyecto Marta canción y poesía, donde Micó pone la guitarra y las letras y Marta Boldú la voz.
Elegancia, la de Micó, a la hora de seleccionar los epígrafes que abren las distintas partes del libro, la misma que adopta el caminante que recorre las calles de la ciudad en la serie "Momentos". Y para escribir en prosa poemas resueltamente líricos.
Elegancia, en fin, por haber escrito "Hermanos", "Fin del mundo" (que hago mío) o "A · Ω", que no me resigno a dejar de reproducir aquí:
De todas las penumbras en que he estado,
ésta es la más profunda.
Por encima de mí duran los sueños.
Bajo el pulido envés de estas dos fechas
soy ruina de robadas esperanzas.
Lo que fui ya no es, y aquí os declaro
mi póstumo deseo: que esta muerte

a todos os parezca prematura.
Elegante, sí, la cortesía que Micó ofrece al lector, de estirpe borgeana, lo que nos permite leer sin estorbos, ni crípticos ni obvios. 
Termina el libro con un poema del que éste toma el título, "Caleidoscopio", y se cierra con otro titulado "Generación", lo mismo que el primero. Aquél está fechado en Barcelona el día 31 de octubre de 2008. Éste en Florencia el 24 de junio de 2012. Sólo les diferencian dos versos, los finales del segundo. 
"Las cosas están mal, y seguiré escribiendo", escribe JMMJ en otro sitio; otro delicado gesto que nos consuela.

8.12.13

Flaxman / Gañán















El viernes se inauguró en la Sala Hebraica del centro cultural Las Claras de Plasencia la exposición Clasicismo, Enigma y Abstracción, de John Flaxman / Emilio Gañán, y allí estuvimos. 
A quienes conocemos la obra de Gañán nos extrañó la primera visión del conjunto. Pero sólo fue eso, el primer golpe de vista. Según nos contó Emilio, un coleccionista le ofreció su almacén a cambio de obra. Y sugirió qué. Por eso le regaló las tragedias de Esquilo y La Odisea de Homero ilustradas por el artista neoclásico británico John Flaxman. Aunque en principio la idea no le convenció, en un momento dado Gañán empezó a trabajar sobre esos grabados y a ver el potencial que encerraban, pictóricamente hablando; una dulce batalla, un vigoroso diálogo, entre "la propuesta neoclásica" y "la abstracción moderna", entre Flaxman y él. De ahí surge el medio centenar de estampas, de distintas dimensiones, tratadas con gouache y tinta china (de un intenso negro total), y los lienzos trabajados con óleos que reproducen detalles de los grabados a una escala mucho mayor. El resultado es digno de verse. Y el paso adelante que este trabajo supone en la notable carrera del pintor placentino, también merece ser reseñado. 
Expuesta en Badajoz, Don Benito y Plasencia, la muestra es fruto de la complicidad de los ayuntamientos de las tres ciudades extremeñas y de la Consejería del ramo que, en lo que al Patrimonio se refiere, parece tener las cosas claras. Ya es algo. 
Hubo mucha gente en la inauguración. Además del alcalde Pizarro (no me extraña que todos los novios quieran que les case, por cómo habla) y de la directora general de Patrimonio (y en segundo plano, como siempre, el discreto concejal de Cultura, Ángel Custodio), unos cuantos colegas (Antonio Morán, Pedro Gamonal -su primer profesor en la Escuela de Bellas Artes "Rodrigo Alemán"-, los Juanes -Gila y Pérez-...), familiares (los Sequeira) y amigos, como César Velasco (director del Museo de Hervás, donde Gañán expone obra en papel hasta enero), Belén & Emiliano (hacía mil años), José Julio, Juanri, etc.
Como Internet es un mundo, se puede descargar el catálogo de la exposición. Un lujo tan moderno como clásico. 

7.12.13

Garrovillas, 1948

Ricardo Figueiredo
Gracias a José Julián Barriga Bravo, que nació allí, he podido ver un hermoso documental, Pueblerina se titula, sobre su pueblo, Garrovillas, donde está, por cierto, una de las plazas más bonitas del mundo.
Lo realizó Luis Jiménez Cerrada en agosto de 1948. Así era Extremadura. Un trabajo digno de elogio, sin duda. 

Encuentro literario

El día 13 de diciembre, a partir de las nueve y media de la mañana, tendrá lugar en la Sala Verdugo un Encuentro Literario para todos los interesados.
En el encuentro se presentará la Antología de Los Talleres Literarios del año 2012, se repartirán los ejemplares, se realizarán tres talleres literarios relacionados con la poesía, el relato y el teatro y se harán representaciones de los mismos. 
Estos talleres son gratuitos y la inscripción se realizará también en la Universidad Popular de Plasencia. En el teléfono 927421366 o en upplasencia@aytoplasencia.es

6.12.13

Judíos europeos

Amos Oz / Claudio Álvarez
«Hoy, todo el mundo es europeo, y el que no lo es está haciendo cola para serlo. Hace 80 o 90 años, los únicos que eran auténticos europeos en Europa eran los judíos como mis padres. Todos los demás eran patriotas búlgaros, patriotas irlandeses, patriotas noruegos… Los judíos eran europeos devotos. Eran políglotas, les encantaba que hubiera historias distintas, y los legados literarios, y los tesoros artísticos y, sobre todo, amaban la música. Y amaban los paisajes, los prados y los bosques, los torrentes y los bosques nevados, los estrechos callejones de las ciudades antiguas, las universidades y los cafés. Pero Europa nunca les quiso a ellos. Por ser genuinos europeos les tacharon de “cosmopolitas”, “parásitos”, “intelectuales sin raíces”.» Amos Oz, "Israel, árboles en la nieve". El País.

5.12.13

Verdades de Méndez Rubio

Hace poco, escribía Eduardo Moga en su espléndido blog (pocos, por cierto, conozco que hayan empezado con tanta fuerza y tan alta calidad literaria) lo que sigue: "... el hermetismo, en poesía, no existe, o, a lo sumo, solo existe para aquellos que no saben, o no quieren, abrir la puerta. Si una poesía nos capta, por su vigor sensorial, por su música o su color, por la exaltación y el misterio a que nos conducen sus ecos y sus asociaciones, es que ya hemos entrado en ella; y si no lo hace, no es porque no resulte diáfana, sino porque nosotros preferimos otra suerte de accesibilidad. Además, el hermetismo está demasiado cerca del insulto: algunos lo han utilizado para descalificar, aunque lo único que han descalificado con ello ha sido su capacidad para entender que la poesía, como decía Vicente Aleixandre, es una casa con muchas puertas". Son palabras contundentes, duras incluso, y dan que pensar. En cuanto me enfrenté a la lectura del nuevo libro de Antonio Méndez Rubio (Fuente del Arco, 1967), recordé lo de Moga. Reconozco que he usado el término, quizá con demasiada alegría en alguna ocasión. En mi descarga, a veces por sintonía con el ermetismo italiano, que a uno siempre le ha parecido luminoso. Aquí, precisamente, lo he usado una vez a propósito de la poesía de AMR. Y tampoco en sentido negativo, como especifiqué. No hace falta, por lo demás, que demuestre mi aprecio por ella. En 2007 publicamos en la Editora Regional de Extremadura, donde paraba entonces uno, Todo en el aire. Poesía 1995-2005, primera entrega de sus versos reunidos.  
Va verdad se titula su nuevo libro y lo publica, con la coherencia que la viene caracterizando, Vaso Roto. 
Ya hice alusión en su día a la originalidad de los títulos de AMR y éste no le va a la zaga. 
A la verdad se refieren los epígrafes que abren la obra, de cummings (sic), Zambrano y Cage; un músico, por cierto, que se acercó, acaso como ningún otro, al silencio. No es la única referencia a esos extremos, a esa débil frontera entre lo que se dice y lo que se calla, entre el balbuceo y lo que no se puede decir. 
Los poemas (setenta y dos), sin título, agrupados con números romanos, siguen fieles a esa poética de depuración que ha venido caracterizando la exigente obra de AMR. Una obra de estirpe silenciaria, ya se dijo, desnuda y esencial, donde toda palabra parece imprescindible. 
El poeta, o la voz o voces que protagonizan los poemas, se dirige a un tú que es individual y colectivo a un tiempo. Lo real se embosca. Entre uno y los otros.
"Escribir no es una forma / de ver", escribe.
El poema XLIX, tal vez uno de los más logrados y significativos de Va verdad, puede, en su demoledora elocuencia, ofrecer al lector claves de un libro del que uno no se atreve a decir nada más:

Nunca es nunca
por el tiempo perdido.

El mundo de antes
se puede ver no muy lejos.
¿Quién no sabe mirar?

Se puede
vivir sin comprender nada.
Se debe
vivir sin comprender nada.

4.12.13

Bonnefoy

CNNMéxico
Hay libros memorables que nos marcan de por vida. En lo que a mí respecta, recuerdo, entre otros, Antología, de Yves Bonnefoy (Tours, 1923), publicado por Lumen, uno de aquellos libros marrones e intonsos de la colección El Bardo. Mi ejemplar está fechado en Cáceres el día 8 de mayo de 1984. En la primera página tiene el sello de la librería Quevedo. Me viene a la memoria al ver en el periódico al poeta francés, uno de mis preferidos, mientras recibe de las autoridades mexicanas el Premio FIL de Literaturas en Lenguas Romances. Tiene 90 años y buen aspecto. Aún conserva parte de su melena. Es de baja estatura, o eso parece, lo que, con permiso de Eduardo Moga y Elías Moro, le hace más humano. Lo dice uno, que siempre ha sospechado que el éxito, lo que quiera que eso sea, está de parte de los altos. En poesía y en todo. 
De sus libros, como otros lectores suyos, prefiero Principio y fin de la nieve. En la traducción de Jesús Munárriz (Hiperión) que compré justo diez años después (en marzo) que la mencionada antología, cuyas versiones pertenecen, se me olvidó decirlo, a Enrique Moreno Castillo. 
De su discurso de aceptación del premio, pronunciado en Guadalajara, extraigo algunos párrafos traducidos por Dulce María Zúñiga:
"Es verdad que las grandes obras de la poesía –las cuales no son sólo poemas, y sitúo en primer lugar  entres ellas a un Shakespeare o un Cervantes- se arriesgan mucho antes por los laberintos de la conciencia de sí  mismos. Es en las dudas angustiadas de Hamlet donde la modernidad del espíritu encontró su suelo más fértil."
"Porque la existencia, esta vida humana que nace y debe morir, que es finitud, que se topa incesantemente con los imprevistos del azar, es, antes que nada, una relación con el tiempo; ¿y cómo acceder a la comprensión del  tiempo sino escuchando los ritmos, esa memoria del tiempo, actuando sobre las palabras fundamentales de la  lengua? Hay en la poesía una relación específica y fundamental con el tiempo, es lo que hace que ella sea el acercamiento más directo con la verdad de la vida."
"Está por debajo, en la vida misma de las palabras, y es en esa profundidad de la palabra donde hay que encontrar la acción de la poesía y, a partir de ahí, comprender su importancia. Comprender que la poesía es el fundamento de la vida en sociedad. Comprender que la sociedad sucumbirá si la poesía se extingue, poco a poco, en nuestra relación con el mundo."
Saúl Ruiz
"Pronunciemos la palabra “árbol” o la palabra “río”, o con Mallarmé, “fleur”, o esas otras palabras que evocan seres y no cosas, y que llamamos nombres propios. ¿Qué veo cuando digo “árbol” o “río”? Ninguna figura precisamente definida que propone el diccionario. Pienso en el árbol tal como existe, con sus ramas, sus hojas, pero también en que está sembrado al borde de un camino, en su posible lugar en mi vida. Y esta idea es evidentemente imprecisa, pero lo que sé, en todo caso, lo que siento en lo más profundo de mí es que ese árbol, cualquiera que sea, está en un lugar donde puedo caminar, él es como yo, como cada uno de nosotros, es presa del tiempo que permite nacer y morir."
Como Steiner, que habló de la "bendición de babel", Bonnefoy exclama: "¡Qué maravilla que la Torre de Babel se haya derrumbado!"
"De entrada lo que más me impactó en su lengua -concluye- es la belleza de los grandes vocablos, la piedra, el viento, el fuego, la sierra, soledad, o dolor, para retomar palabras de un soneto famoso del Siglo de Oro sobre las ruinas de Itálica."