"Capto a la perfección cómo esta luz matinal –la misma que vieron los
héroes de un tiempo que hoy me parece un único tiempo- crece cada vez
más en intensidad, tal vez para hacerme ver que los escritores no
complicados forman parte de una pandilla de osos adiestrados.
¿Y los otros, los que lo complican y enturbian todo? ¿Nada que
reprocharles? Bueno, en el callejón hay días en los que sólo pueden
verse chulos, vagabundos, busconas, psicópatas, pervertidos y
atracadores. Días en los que, de adentrarse uno allí, debe tener mucho
cuidado, aunque en el fondo todos son almas benditas, pues reflejan al
menos la preocupación expresada por Rilke en sus cartas sobre el deber
del artista como portador de la memoria cultural. Tal vez por eso, tras
los escritores eruditos o complejos de las figuras del callejón, se
alzan siempre varios maestros antiguos, maestros muertos; todos aquellos
que, como decía John Donne, un día se fueron al reino de la luz". Enrique Vila-Matas, "Tipos complicados". El País, Babelia, 11 de agosto de 2012.