Hay Ferias del Libro que tienen más de ferias que de libros. La de Badajoz, por ejemplo. Como su responsable (es un decir) lleva también la cosa del Carnaval...
Además de olvidarse de que en Extremadura ya hay escritores de ese prestigio que a ella le gusta lucir (de lo más paleto, por cierto), trae a golpe de talón (para que encima promocionen sus obritas) a la flor y nata del betsellerismo patrio. Eso sí, muy escogiditos: una escritora rebelde (sin causa), un filósofo venido a menos (quién lo diría), un cantante que no escribe... Claro, eso trae consecuencias y para muestra el show de Lucía Etxevarría. De eso se trata. De salir en los papeles, porque lo que es leerlos...
Admito que hay excepciones. Pero pocas y casi de tapadillo.
La que debería ser la Feria del Libro más importante de Extremadura, siquiera sea por razones cuantitativas, es sólo una muestra más de la prepotencia y el despiste absoluto de ese Ayuntamiento en materia cultural. Ellos con poner el cabezón de un poeta y de dos cuartos más en medio de una rotonda tienen bastante.
Además de olvidarse de que en Extremadura ya hay escritores de ese prestigio que a ella le gusta lucir (de lo más paleto, por cierto), trae a golpe de talón (para que encima promocionen sus obritas) a la flor y nata del betsellerismo patrio. Eso sí, muy escogiditos: una escritora rebelde (sin causa), un filósofo venido a menos (quién lo diría), un cantante que no escribe... Claro, eso trae consecuencias y para muestra el show de Lucía Etxevarría. De eso se trata. De salir en los papeles, porque lo que es leerlos...
Admito que hay excepciones. Pero pocas y casi de tapadillo.
La que debería ser la Feria del Libro más importante de Extremadura, siquiera sea por razones cuantitativas, es sólo una muestra más de la prepotencia y el despiste absoluto de ese Ayuntamiento en materia cultural. Ellos con poner el cabezón de un poeta y de dos cuartos más en medio de una rotonda tienen bastante.