Gándara dedica en su blog un comentario elogioso (Un escritor especial lo titula) a la última novela de Julián Rodríguez. Entre otras cosas dice que "es un escritor al que las convenciones y la narrativa consuetudinaria le quedan demasiado apretadas, algo que se nota en lo que ha escrito hasta ahora (autobiografía, novela corta, 'piezas de resistencia') y que desde luego se nota en ésta su última novela 'Ninguna necesidad' (Mondadori). Pero no se trata de un raro, de un hermético o un empirocriticista, por decir algo que malsuene, sino de un escritor muy consciente de su poética, que por lo demás es bastante clara: no da construidos los personajes (cuyo relato lineal y biográfico le importa poco), el tema está por debajo de una red de argumentos (eso sí, conniventes, pero hay que buscarles la connivencia), la acción cabalga a fogonazos que iluminan partes distintas de un mundo y la prosa no se opone a la intervención del lector, por hacer un resumen muy resumidamente resumido". Pues eso.