Alberto Santamaría acaba de publicar en la revista salmantina Aciertos de metáfora (Materiales de Arte y Estética, 4) un artículo iluminador bajo el título "Poéticas y contrapoéticas. Los nuevos márgenes estéticos en la poesía española reciente". Todo en él, ya digo, es interesante. Son 64 páginas de ajustada reflexión sobre la poesía de las últimas décadas, muy de agradecer para aquellos que, como uno, no siguen todo lo de cerca que deberieran los libros que van publicando nuestro jóvenes poetas.
Nombres de nuevos estudiosos y ensayistas como el citado Santamaría o Luis Bagué, y de otros no tan nuevos (pero casi), como Álvaro y Eduardo García o Jordi Doce, poetas los cinco, aseguran un futuro prometedor para la devaluada crítica poética de este país. Seguro que las cosas no vuelven, para mal, a repetirse. Ah, los ochenta.
Nombres de nuevos estudiosos y ensayistas como el citado Santamaría o Luis Bagué, y de otros no tan nuevos (pero casi), como Álvaro y Eduardo García o Jordi Doce, poetas los cinco, aseguran un futuro prometedor para la devaluada crítica poética de este país. Seguro que las cosas no vuelven, para mal, a repetirse. Ah, los ochenta.