Desde hace muchos años suelo iniciar mis lecturas de poesía con unos versos del poeta cubano Eliseo Diego: "Un poema no es más/ que una conversación en la penumbra". Lo uso a modo de conjuro. Es ya una feliz costumbre. Aunque no estoy haciendo colección, esta mañana he comprado la antología de Diego que publica El País. Lleva un precioso prólogo de su hijo, Eliseo Alberto. Me hubiera gustado conocerlo. A él sí. Releer su poesía -una de las que más he releído a lo largo de los años- sigue siendo todo un acontecimiento. Como la primera vez.