Ya he contado en alguna parte -tal vez aquí- que conocí por extenso la poesía del colombiano Juan Manuel Roca gracias a la antología Los cinco entierros de Pessoa, que publicó Igitur en 2001. He aprovechado la primera mañana del nuevo año, mientras en casa todos dormían y de fondo sonaban los tópicos valses vieneses, para leer Biblia de Pobres ("Biblia Pauperum"), premio Casa de América de Poesía Americana (¡uf!), editorial Visor. Me ha confirmado las buenas sensaciones que tuve cuando lo leí por primera vez y cuantas otras veces me he encontrado con versos suyos por el camino. Me quedo con tres de "La lucha sin el ángel": "Soy dos./ El que quiere partir/ Y el que se queda".
Roca ha escrito que "La poesía es un sueño provocado". Tal vez por eso, puedo confirmar que, como "cada palabra, mister Eliot", uno ha encontrado "asilo en tierras de nadie".
Roca ha escrito que "La poesía es un sueño provocado". Tal vez por eso, puedo confirmar que, como "cada palabra, mister Eliot", uno ha encontrado "asilo en tierras de nadie".