Aunque la meritoria Provincia (Diputación de Léon) hace mucho que no publica aquellos libros que nos deslumbraron en nuestra juventud (ahí leímos las primeras obras de Llamazares, Villena o César A. Molina y otras, no tanto, de Gil-Albert o Gamoneda), sigue siendo una digna colección provincial (y ese adjetivo no tiene para mí demérito alguno, al revés) que a buen seguro sigue editando libros dignos por más que a uno, alejado hace mucho de la actualidad poética, se le escapen. En Provincia publicó Descartes mentía José Antonio Gabriel y Galán y ahora Largueza del instante otro placentino, Javier Pérez Walias (1960), un poeta que ha publicado la mayor parte de sus libros en Málaga, en esas cuidadas ediciones tan tradicionales en la ciudad andaluza que, sin embargo, no siempre resulta sencillo encontrar. Por si acaso, el lector desavisado tiene a su disposición una antología de sus poemas en la Editora Regional de Extremadura.
Ha pasado mucho tiempo desde que los dos leímos, casi por primera vez, nuestros pinitos líricos en público. Fue en el Aula que Ángel Sánchez Pascual dirigía en otra Diputación, la de Cáceres. (¡Ay, qué habría sido de la pobre poesía sin estas instituciones!) No cabe duda es de que el último libro, por ahora, de Pérez Walias demuestra que se ha convertido seguramente en el poeta que entonces aspiraba a ser. No sé si es o no el más "maduro" de su autor, pero se trata de un libro digno del viejo prestigio de la colección donde se publica y, cómo no, de la poesía. Y esto es lo único que importa.
Ha pasado mucho tiempo desde que los dos leímos, casi por primera vez, nuestros pinitos líricos en público. Fue en el Aula que Ángel Sánchez Pascual dirigía en otra Diputación, la de Cáceres. (¡Ay, qué habría sido de la pobre poesía sin estas instituciones!) No cabe duda es de que el último libro, por ahora, de Pérez Walias demuestra que se ha convertido seguramente en el poeta que entonces aspiraba a ser. No sé si es o no el más "maduro" de su autor, pero se trata de un libro digno del viejo prestigio de la colección donde se publica y, cómo no, de la poesía. Y esto es lo único que importa.