Después de hacerlo resurgir (con cambio de nombre incluido), a costa de privatizar de nuevo su gestión, el converso Monago, que ahora apuesta por el teatro, lanzó un titular a la altura de su caída: "Va a ser una edición histórica del Festival de Mérida", que es algo parecido a lo que dijo la otra después de intentar cargarse el Womad de Cáceres. Pues bien, según G. Moral (El Periódico Extremadura), el patronato de la Orquesta de Extremadura y la Consejería de Educación y Cultura se plantean nuevas "medidas de ajuste", esto es, "un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo, modificaciones en los contratos, que ahora son indefinidos, o convertir a los integrantes en personal fijo discontinuo", lo que, según el comité de empresa de la OEX, implicará "la desaparición real de la orquesta". Veremos. Lo mismo el presidente vuelve a sorprendernos y nos anuncia, cual melómano neófito, una "edición histórica" de sus conciertos.